Poema de María Fernández
¡Por ellas!
Mucha es la mies y va estando madura;
se aproxima ya el tiempo de la siega;
lo que otras valientes mujeres han sembrado,
no es lógico ni es justo que se muera.
Nosotras también, al tiempo que sembramos,
vayamos recogiendo la cosecha.
Por Dios, no permitamos que la trilla
se malogre en la era,
o acabe pisoteada sin respeto,
o pasto de las fieras.
Que alguien, por favor, las domestique,
no queremos que mueran…
no queremos que anide en nuestras almas
la salvaje violencia…
que todos sepamos ser humanos
sin instintos de fiera
que sepamos amar y ser amados,
y tengamos el amor como bandera.
No hay nada más hermoso en esta vida,
que una mujer, sea madre, hija, o compañera.
Se extinguiría total la raza humana,
si no fuera por ella.
Cuidadlas, mimadlas, adoradlas…
y besemos la marca de sus huellas,
porque el mundo no sería nada,
si nos faltaran ellas.
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