Relato literario de Eva Borondo
El sábado despertó sobre sábanas arrugadas y aspiró el olor de Iván, alojado en la almohada. Descalza, empezó a cantar repetidamente la parte que recordaba de una copla antigua, una que hablaba de una mujer morena y de un gitano de ojos verdes…
Los domingos literarios
Eva Borondo
Supongo que era La gata sobre el tejado de Cinc, pero desde la habitación solamente podía oír los murmullos del aparato y, en la oscuridad, le llegaban intermitentes luces blancas hasta la cortina. Siguió fumando con los pies junto al cabecero y con su cuello apoyado en unos grandes cojines.
Podía recordar la película mirando la pared oscura, a través de los reflejos que radiaba la televisión y el grito de Liz Taylor a los niños “fuera, fuera, fuera” la hizo sonreír.
Se incorporó para estrujar la colilla sobre el cenicero, donde reposaban los restos de otras, y ocupó la postura más adecuada para que le fuera arrebatada la conciencia. Durmió recordando feliz la conmoción de hacía pocas horas, con Iván debajo, entre sus piernas.
El sábado despertó sobre sábanas arrugadas y aspiró el olor de Iván, alojado en la almohada. Descalza, empezó a cantar repetidamente la parte que recordaba de una copla antigua, una que hablaba de una mujer morena y de un gitano de ojos verdes.
Los olores y los colores eran más perceptibles esa mañana, pero empezaron a perder intensidad a medida que avanzaban los días y el teléfono dejó de sonar. Todo se volvió insulso y mate cuando habló con él y, tras meses de oscuridad, volvió a ver de nuevo la luz en su vida.
Entonces cogió la conmoción de Iván y la enmarcó. La colgó en la pared de los recuerdos que pocas veces solía visitar.
Eva Borondo es articulista de EL SEIS DOBLE
y autora del blog https://fueraquedaelruido.blogspot.com/
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
¡ Que bonito Eva !
De verdad, quiero excusarme, no te había leido hasta hoy. Me gustó porque tus cuentos son cortos y en esas pocas lineas, como este, sintetizas muy bien, prometo leer todos los que esten el archivo.
Yo estudi Filosofía y letras, pero me dediqué más a filosofía, he tenido algunos poemas que me ha publicado en Alzira el seis doble, pero me gustaría que leyeras una novela que escribí sobre mi querida alzira, esta en el archivo del excmo Ayuntament, y no tengo otra más que un texto en el ordenador.
felicidades.
María, muchas gracias.
Mascarell, me encanta que te gusten los relatos, sobre todo viniendo de alguien que también escribe narrativa.
¿Es posible leer tu novela digitalmente desde el archivo? Si te apetece compartir tu texto puedes enviármelo a esta dirección: [email protected] y lo leeré con gusto. Te daré mi sincera opinión. Si fuera posible leer tus poemas también me gustaría.
Un abrazo a los dos.
¡Qué final! "Entonces cogió la conmoción de Iván y la enmarcó. La colgó en la pared de los recuerdos que pocas veces solía visitar". Eva, felicidades... desde hoy cuentas con un lector más.
Lo pienso hacer, pero tendré que esperarme a que venga un exalumno que si sabe de computadora y todo ese lio de transferir textos. Lo citaré apra está semana y lo tendras en tu ordenador, aquí compu.
Gracias. Me gustaría tu crítica.
¿Iván fue tan solo un pasajero en su vida? No entiendo lo que pasó después de esos meses de oscuridad. ¿Es interpretativo?
Jaume, me quedo encantada de tenerte como lector, gracias mil.
Mascarell, me parece estupendo. En cuanto me lo envíes lo leo y te cuento. Gracias por la confianza.
Libra, Iván fue un desamor, esa es la historia. Se enamoró y lo esperó con largo lamento, pero (como el tiempo todo lo cura) al final se recuperó y el recuerdo del hombre quedó colgado como uno más, sin dolor.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Eva mañana es domingo, buenas noches.
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