Causas y consejos para prevenir que tu hijo muerda
En la infancia, un mordisco ocasional puede ser por el simple motivo de que los niños todavía no disponen del lenguaje suficiente para expresarse, y lo hacen de forma física. Si respondes adecuadamente al primer intento de morder, es posible que no lo haga por segunda vez. Si este hecho se repite con frecuencia puede ser debido a que no le ha quedado clara tu respuesta, o a otros motivos más profundos.
¿Por qué muerden los niños? Más que el hecho en sí de morder hay que centrarse en el por qué de esa acción. Los mordiscos a sí mismos o a los demás pueden deberse a sentimientos de celos, frustración, impotencia, necesidad de autonomía…
¿Cómo puedo actuar si mi hijo muerde? Además de intentar descubrir el “por qué”, hay que estar alerta para prevenir que siga mordiendo. Si sabes qué es lo que le altera y en qué situaciones suele morder, trata de alejarlo de ellas.
Además, es importante llenar las necesidades del niño de cercanía y afecto para prevenir este tipo de acciones.
IMPORTANTE: Gritar, amenazar o castigar no van a hacer que desaparezca el problema, sino todo lo contrario.
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