“Empecé a nadar a las dos y media de la madrugada con mucho oleaje y pensé que no lo conseguiría”
Vicente Martínez Martí es el decimo sexto español del que se tiene constancia oficial que haya cruzado nadando el Canal de la Mancha y el primero afectado de osteogénesis imperfecta, una patología genética congénita que en la mayoría de los casos se debe a la disminución en la calidad y en la cantidad del colágeno en el organismo. Esta falta (y en otros casos la falta de determinados enzimas) provoca, entre otros cosas, que los huesos de las personas con OI sean más frágiles y se fracturen con facilidad.
La travesía comenzaba a las 2:30 horas de la madrugada en la localidad británica de Dover y la llegada se produjo a las 17:30. En total nadó unos 61 kilómetros, justo el doble de lo previsto inicialmente. Han sido 15 horas de duro esfuerzo en que no han faltado todos los elementos previstos previamente: baja temperatura del agua (entre 14 y 18 grados), importantes corrientes o un elevado tráfico marítimo.
La prueba se realizó bajo las reglas de la Channel Swimming Association (CSA), que es la organización encargada de regular este acontecimiento, así como vigilar que todo se realice de acuerdo a sus normas. Estas establecen que la travesía se realice sin traje de neopreno y sin poder auxiliar -de ningún medio extraño ni poder sujetarse al barco- en ningún momento.
Vicente Martínez es un alzireño casado y padre de familia que en sus horas libres le gusta nadar en mar bierto. Anteriormente, había hecho la travesía del Estrecho de Gibraltar y recientemente, como manera de entrenamiento para cruzar el Canal de la Mancha, la llamada ‘Travesía de Rande’, por aguas de las rías de Vigo.
Desde el momento que se planteó el reto ya culminado, tuvo claro que pretendía más que una meta puramente personal: “Inmediatamente me vino a la cabeza que podría utilizarlo para que la enfermedad tuviese una proyección pública y se pudiese conocer, así como por intentar recaudar fondos que fueran destinados a su investigación y tratamiento. También como un medio para fomentar la práctica de deportes que no fueran de contacto para mejorar la calidad de vida de los afectados y, ¿por qué no? para que se constaté que, a pesar de tener esta enfermedad, como la tengo yo, se pueden hacer grandes cosas (o por lo menos intentarlas). Por esta razón, como soy miembro de AHUCE (Asociación Huesos de Vidrio de España), todos los donativos que se recauden irán destinados exclusivamente a esta fundación.
Gracias a diferentes formas de recaudación, la Fundación AHUCE está hoy más cerca de poder conseguir un objetivo importando: colaborar con varias entidades investigadoras en un proyecto destinado a proporcionar a todos los afectados un diagnóstico genético exacto de su patología.
Entrevista a Vicente Martínez
.-000306 .-000316
Añadir un comentario