

Artículo de opinión de Xavier Cantera
“Como veis, aún estoy vivo, gracias”
Una opinión más
Xavier Cantera
Claro que esta pregunta tan normal se convierte en preocupante cuando dos personas, en el plazo de pocos días, te llaman por teléfono y lo primero que te dicen, sin mucho sentido y a bote pronto: “Xavier, ¿Estás bien?” El primero que me llamó, me dijo en seguida: “Me habían dicho que te habías muerto”. “Como ves, estás hablando conmigo”, le contesté. El segundo, después de la pregunta, y al oírme decir: “Dígame”, se tranquilizaba a sí mismo diciendo: “Ya me extrañaba, porque estuve hablando contigo hace pocos días, pero me lo han preguntado varias personas y…”. Ante la duda, consultar al interesado.
Creo que esta circunstancia le habrá pasado a otras personas y será algo sin importancia, como me decía un amigo, porque todos tenemos un doble o parecido o porque siempre hay personas que se acercan a leer las esquelas que ponen en algunas calles sin las gafas de cerca y confunden el nombre de Francisco Javier por Xavier y, sobre todo, confunden las caras porque, por lo general, las fotos no muy nítidas que digamos. Hay algunas familias que ya las ponen en color y más grandes. También es verdad que al llegar a cierta edad y conociendo los amigos que podemos tener ciertas teclas de salud, piensan que existe alguna posibilidad de ser cierta la noticia producida por la confusión del primer lector de la esquela e informante macabro.
Pero en la vida normal, quiero decir, sin peligro de muerte anunciada, cuando alguien me pregunta: ¿Cómo estás? Suelo responder: “De puertas de casa para dentro, muy bien. De puertas de casa para fuera, no se puede aguantar tanta injusticia y corrupción”. Decían los clásicos latinos: “Sicut vita, finis ita”. “Como fue la vida, así será la muerte”. Estoy convencido que la estabilidad y la satisfacción de la vida familiar nos debe impulsar a preocuparnos más de las precariedades que sufren muchas personas en nuestro alrededor, no para ponerles paños calientes a base de caridad y beneficencia sino para trabajar por el respeto y cumplimiento de sus derechos. Esta reflexión no me impide valorar positivamente la iniciativa de recoger alimentos no perecederos a cambio de una entrada para los festivales de las Fiestas Patronales de S. Bernat. Claro que hay muchas familias que no gozan de esta estabilidad familiar por culpa del paro o por la falta de ingresos mínimos de subsistencia y, por tanto, necesitan más ayudas oficiales del Estado social y de derecho. Seguramente serán estas familias las que más kilos de arroz o de macarrones aporten a cambio de una entrada porque querrán divertirse y olvidar sus penas durante unas horas. Como veis, aún estoy vivo, gracias.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Me alegro de leerte Xavier.
La precariedad, por desgracia, la sufren casi siempre los mismos, y son pocos los que demuestran humanidad y valor para echar un cable ante situaciones difíciles.
Esos pocos no son políticos, ni personas poderosas, ni mucho menos acaudaladas, son personas con más corazón que poder y gracias a ellas, gracias a tí otros muchos somos un poquito más felices.
Pues gracias a Dios que estás vivo porque eres una pieza bien útil en el engranaje de nuestra precaria sociedad por la que siempre abogas y en la que desearías poner remedios válidos de esos no perecederos. ¡Animo, Javier, sigue vivo y al pie del cañón!
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