

Artículo de opinión de Xavier Cantera
“Sin dinero no se puede hacer política y la política es necesaria para organizar y administrar esta sociedad”
Una opinión más
Xavier Cantera
Las reacciones de la ciudadanía bien informada como son: Las manifestaciones, las protestas, la distancia frente a los políticos, el descrédito de las instituciones y, sobre todo, el voto en las elecciones europeas, han conseguido que, tanto el partido en el gobierno como los de la oposición e incluso las nuevas organizaciones nacidas al calor del 15M, tenga más en cuenta lo que piensan y opinan las ciudadanas y ciudadanos de este país. El PP bajando ahora los impuestos o publicitando que los baja sobre todo a la clase media, el PSOE con las elecciones primarias y la renovación generacional, otras agrupaciones de izquierdas uniéndose para hacer un frente común y todos, proponiendo cambios en la Constitución, en la ley electoral y en la ley de la transparencia, expresan que, después de la contienda electoral europea, han tomado nota reconociendo la necesidad de cambios para volver a ganarse la confianza de los votantes o para cortar la hemorragia de votos que están sufriendo o para ganarle a su contrincante político en las elecciones de la próxima primavera.
¿Esta consideración hacia los votantes la tienen por respeto democrático a los electores o por miedo a perder sus privilegios y su parte de poder institucional, incluyendo los sueldos que cobran individualmente y las subvenciones para sus partidos? Porque está claro que sin dinero no se puede hacer política y la política es necesaria para organizar y administrar esta sociedad, dando por supuesto que la política democrática es la mejor solución ante los problemas de la convivencia humana. Pero volvamos a la pregunta: ¿Estos cambios los proponen en coherencia con sus valores y principios ideológicos o simplemente son unos disfraces y maquillajes temporales para engañar a los votantes? Queremos y exigimos pruebas de la autenticidad de su conversión y pruebas son conductas concretas y compromisos firmados ante notario, si hace falta, donde aparezca, sobre todo, la decisión clara de su ejemplaridad a la hora de asignarse los sueldos, las primas, las dietas, las pensiones y el castigo a los corruptos hasta que devuelvan el último céntimo.
Es cierto que en esta oleada de renovación que está contagiando a toda la clase política, están mejor situados las nuevas organizaciones que aún no han estrenado entre sus filas la influencia de la debilidad y del egoísmo, adherido a la piel de todo ser humano en la toma de decisiones con dinero de otros. Y como es verdad el refrán: “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”, el PSOE, además de toda la renovación y puesta al día que está haciendo, debería, a mi entender, hacer valer todo lo que durante tantos años de acción política se ha conseguido en favor de los derechos humanos, civiles, sociales, políticos, culturales y religiosos para toda las personas, especialmente para la clase trabajadora y menos favorecida. Algunos se quedan deslumbrados por las ideas y las soflamas de los nuevos líderes de la izquierda, cuyas ideas brillan más por las equivocaciones que hemos tenido en la izquierda de siempre, que por la aportación en valor de algún principio o criterio ideológico que no esté ya inventado pero poco practicado. Como le decía a un amigo meditabundo de pasarse a una nueva organización recién estrenada, la fuerza no está en el discurso sino en la práctica diaria del socialismo democrático cumplidor del bien común en todas sus facetas, desde la justicia hasta la economía pasando por la cultura y la ecología.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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