El edil de Agricultura ha clausurado una jornada provincial de jóvenes labradores
El concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Alzira, Enrique Montalvá, ha defendido la necesidad de implicar a los jóvenes en la agricultura para garantizar el futuro de los cultivos. El responsable de Agricultura realizó estas declaraciones durante la clausura de la XIV jornada de jóvenes agricultores del sindicato AVA-Asaja, que acogió una sala alzireña y a la que también asistió el presidente de este sindicato agrario, Cristóbal Aguado.
Enrique Montalvá señaló que “el cariño a la tierra y al trabajo es lo único que retiene a los jóvenes que se dedican actualmente a la agricultura”. Por ello mostró la predisposición del Ayuntamiento de Alzira a apoyar el sector y, en especial, a los agricultores más jóvenes.
Por otro lado, Enrique Montalvá instó a los jóvenes labradores venidos de distintas localidades de la provincia de Valencia a asociarse para dar mayor impulso a sus reivindicaciones: “Es necesario que los agricultores estén asociados para cambiar la situación actual. Con el asociacionismo es más fácil trasladar las reivindicaciones del sector a los dirigentes del gobierno, como ocurre en países como Francia, donde casi el 100% de los agricultores están asociados”, afirmó.
Para el concejal de Agricultura, “ser agricultor es un honor”, por ello animó a los jóvenes participantes en esta jornada a seguir apostando por la agricultura: “Por mi parte, os ofrezco la colaboración de todo lo que esté a la mano del Ayuntamiento de Alzira para que podáis mantener vuestras tierras como medio de vida”, agregó el edil.
Nota de prensa del departamento de Comunicación del Ayuntamiento de Alzira.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Al Sr. Montalvá, agradeciendo sus actividades en favor del nuestros labradores.
Oro de muchos quilates para el huertano es la tierra.
¡Cómo la mima y la cuida para el tiempo de la siembra!
La acarticia con sus manos... con su arado la da vuelta...
hacia ella inclina su frente con amor y con paciencia
y ella agradece fecunda, alegre, humilde y discreta,
dándole el ciento por uno al tiempo de la cosecha...
¡Cómo acaricia el huertano enamorado la tierra,
mientras piensa que algún día su cuerpo sembrará en ella;
y así, unidos para siempre el labrador con su tierra,
harán surgir como fruto de una primavera eterna,
libre de toda atadura, de dolor, trabajo y pena,
esa alma del huertano, esa alma noble y bella,
que conoce palmo a palmo los secretos de la tierra,
que posee como nadie los diplomas de esta ciencia,
esta alma de nuestras gentes, privilegio de Valencia!
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