

“Cuando me voy de casa tengo miedo de que entren a robar”
Un claro ejemplo del estallido de la burbuja inmobiliaria se observa en una de las entradas a Alzira. La zona de Tulell se diseñó como el nuevo ámbito de expansión de la ciudad. En ella se iban a construir decenas de fincas que iban a albergar unas 7.000 viviendas. La realidad es muy diferente. Este gran proyecto se ha quedado en una estampa con tres edificios construidos entre un montón de solares vacíos.
Uno de estos inmuebles se ha llevado la peor parte, ya que se encuentra totalmente deshabitado y situado en parcelas llenas de maleza. Una ubicación poco atractiva para los ya escasos compradores potenciales. Una finca de doce alturas, más los áticos, que ni siquiera tiene portal de entrada, ya que se encuentra tapiado para evitar robos.
Las pocas expectativas de la constructora propietaria de este inmueble de vender alguno de los pisos ha provocado que el cartel de promoción con los números de contacto apenas sea visible por su mal estado. Una imagen que denota la decadencia de la construcción en zonas como esta en Alzira.
«Comenzaron a construirse sin tener ningún piso vendido y así se ha quedado. Es una lástima porque encima es la más alta de todas y está aquí vacía», comenta un matrimonio que vive en otra de las fincas de Tulell.
Ellos compraron un piso en la zona ante el reclamo del Ayuntamiento de que iba a ser 'la nueva Alzira'. «Lo compramos sobre plano y a precio de oro y ahora los que quedan los venden por mucho menos. Decían que esto iba a ser el barrio más bonito, pero mira cómo se ha quedado», lamenta esta alcireña.
Una situación parecida es la vivida por Ana, otra residente de Alzira. Pero en su caso se suma que vive sola en un edificio de tres plantas, ya que no se han vendido la mayoría de pisos. Compró su piso sobre plano antes de que explotara la burbuja inmobiliaria y tuvo que esperar más de la cuenta para que le dieran las llaves. «Cuando empezaron las obras ya estábamos en crisis y sólo se habían vendido tres pisos, por lo que tardaron mucho en acabar la finca», explica esta alcireña. Tres pisos vendidos pero sólo uno habitado, el suyo, por lo que vive con temor a sufrir robos.
«Cuando me voy de casa me da miedo pensar que puedan entrar a robar en mi casa porque no hay nadie más y se nota que la finca está deshabitada», explica Ana.
Robos no ha sufrido este edificio, pero sí algunos actos vandálicos. Durante un tiempo, un grupo de jóvenes entraban por la noche en la finca a beber y causaron desperfectos como el vaciado de un extintor en la escalera o ensuciaban el portal y los rellanos. Para evitar que esto se repitiera tuvieron que colocar una reja en la puerta para reforzar la seguridad. Los autores de este texto son A. Vicente/A. Talavera. Leer noticia completa y ver hilo de debate en lasprovincias.es.
En El Seis Doble Temático…
UPyD exige hacer ‘una auditoría completa’ al fútbol español
El tomate transgénico morado ‘que combate el cáncer’
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Dice la noticia: "Las pocas expectativas de la constructora propietaria de este inmueble de vender alguno de los pisos ha provocado que el cartel de promoción con los números de contacto apenas sea visible por su mal estado", pero eso en la actualidad no es correcto, ya que el edificio entero, con sus correspondientes plazas de garaje en el subsuelo, más otras 43 también del Bulevar fueron vendidos a una conocida sociedad inversora propietaria también de otros terrenos en la zona. Además todo ello no fue vendido a precio de ganga, sino a un precio incluso podríamos decir que bastante elevado y que debe ser el motivo por el cual no están a la venta esas viviendas en la actualidad.
Pueden ver dicha información en la siguiente dirección web en su formato PDF: http://www.boletinfinanciero.es/documento/12355-operaciones-y-garantias-sobre-activos-15032-descargar-pdf.pdf
(Hechos relevantes puntos 2 y 3)
Creo que dije "más otras 43 plazas también el Bulevar", cuando la cifra correcta eran 46. Disculpen.
Añadir un comentario