Consejo ofrecido por Óptica Audio Visión Alzira
Alrededor del 80% de la información que recibimos de nuestro entorno llega a través de los ojos, por lo que desarrollan un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. Esta realidad siempre ha sido así, entonces ¿qué ha cambiado en las últimas generaciones? Sin duda los hábitos de ocio de los niños. Hoy en día sabemos que durante la jornada escolar la visión tiene varios 'frentes abiertos', ya que debe adaptarse al uso de los libros, cuadernos, pizarras, ordenadores y demás soportes. Además, al llegar a casa los chicos encienden la televisión mientras juegan con la videoconsola, chatean o se entretienen con el teléfono móvil. Y por añadidura se sientan frente el ordenador con la finalidad de hacer los deberes o relajarse viendo en Youtube un episodio de su serie favorita. ¿No es cierto?
La visión de los niños se somete a una larga jornada utilizando dispositivos electrónicos de última generación, los cuales fatigan en exceso el delicado equilibrio visual. Aprendizaje, ocio, deporte... todo está relacionado con los ojos. Una correcta visión siempre ha sido importante, y en la actualidad es fundamental.
Si los niños tienen ojos sanos, y de eso ya se encargan con acierto los pediatras, la primera revisión visual se debe hacer a los tres años. No importa que no sepan leer, ya que los optometristas y oftalmólogos tienen sus recursos. A partir de los 5 años la revisión debe ser anual. En el caso de que pueda existir sospecha de problemas, será el especialista quien se encargue de marcar las visitas recomendadas.
Los niños, especialmente de corta edad, pueden percibir que tienen un problema visual, pero no saben cómo expresarlo. ¿A qué debemos estar atentos los padres?
Que les cueste mantener la atención, especialmente en actividades de cerca, o que entrecierren los ojos o giren la cabeza al ver la TV.
Que se acerquen mucho a las videoconsolas o las pantallas y se froten excesivamente los ojos.
Que sufran picor en los ojos, que estén enrojecidos.
Que se quejen de dolores de cabeza de forma reiterada.
Que tengan una correcta orientación de derecha e izquierda.
No solo hay que ver bien, hay que hacerlo cómodamente y sin esfuerzos. La visita al óptico-optometrista de confianza servirá a los padres para poder comprobar el perfecto funcionamiento de la visión de sus hijos. Deben recordar que el optometrista es el profesional sanitario encargado de detectar y solucionar los problemas visuales no médicos. Tras un minucioso análisis visual confirmará el buen estado de los ojos de los niños y asesorará con sencillos consejos para que el buen funcionamiento visual no se vea alterado.
Y os preguntaréis ¿por qué un optometrista? Hay varias razones importantes: son profesionales cercanos, están absolutamente capacitados y proporcionan una rápida atención porque no es necesario aguardar en largas listas de espera. Y mientras pides tu cita, sigue los consejos de la Fundación Salud Visual. Fuente: laverdad.es
Añadir un comentario