“El automóvil y mi trabajo en el sector son mis auténticas pasiones. Hago lo que me gusta”
Rafael Garrigues Piera, gerente de Alcicar, cuenta en su haber con una dilatada experiencia de más de 26 años en el sector del automóvil. Su trabajo no es una simple ocupación habitual; está en él por vocación, por una inquietud en grado máximo hacia el mundo del motor. Dirige y participa en varias empresas, todas ellas alzireñas, que dan trabajo a un buen número de familias. Nos recibió en su despacho y, tras una hora larga de charla, pudimos conocer no sólo al empresario diligente y emprendedor, sino también al hombre familiar, al incansable viajero y a un apasionado por la que considera la mejor ciudad del mundo: Alzira.
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Empecemos por el principio. ¿Cuándo se abrió al público Alcicar?
Fue en noviembre de 1983 cuando nos autorizaron la concesión de Citroën. Abrimos dos meses después y recuerdo con nostalgia el primer mes de nuestro primer ejercicio: en enero de 1984 vendimos siete unidades de Citroën. Posteriormente, en febrero, pasamos a vender 13 vehículos y en marzo 22. Esos son los inicios de nuestra empresa, hasta llegar, por ejemplo, al ejercicio 2007, en el que vendimos 900 unidades. Empezamos y seguimos siendo un negocio familiar.
¿Con cuántos empleados cuenta hoy Alcicar?
En la actualidad son 30 los trabajadores que tenemos en nuestra empresa.
¿Cuál es el perfil del cliente de Alcicar?
Es un perfil bastante amplio. Ten en cuenta que el rasgo de un comprador va ligado a su poder adquisitivo. Citroën tiene hoy una gama de vehículos acordes a todas las economías que van desde los 9.000 a los 60.000 euros. Este margen y variedad nos permite llegar a muchos clientes.
¿Es importante la post-venta?
Fundamental. Yo la valoro hasta el punto que estoy obligado por la marca a tener un técnico específico y especializado y nosotros tenemos tres. Me ha preocupado siempre llevar con mucho esmero el tema de la post-venta. Solucionarles los problemas a nuestros clientes ha traído como fruto la fidelización de muchos de ellos.
¿Por qué este sector?
Siempre me ha atraído el mundo del motor y, viendo las posibilidades que había entonces y las condiciones de mercado existentes, nos hicimos el ánimo de coger la concesión a pesar de que no eran momentos fáciles. A los pocos años nos tuvimos que enfrentar a la crisis del 93 que, aunque dura, nada tiene que ver con la actual. Pero, volviendo al hilo de la pregunta, te diría que el principal motivo de estar en este sector es por mi pasión por los coches.
“En España, la incidencia del automóvil en el PIB, por la cantidad de coches que se fabrican, es muy fuerte”
Has nombrado la palabra crisis. La desaceleración económica existente en la actualidad, producto de una coyuntura económica general, ¿nos puede hacer pensar en un futuro crítico?
Cuando se habla de crisis, generalmente se nombran dos sectores como colectivos más afectados: la construcción y el automóvil; quizá porque sean las dos actividades que más tengan que ver con el PIB (Producto Interior Bruto) de un país. En España, la incidencia del automóvil, por la cantidad de coches que se fabrican, es muy fuerte.
En realidad, la situación actual nos tiene a todos muy preocupados, ya que estamos rondando el 30% de caída de mercado y, en algunos casos, se han tenido caídas del 57% en lo que llamamos venta unitaria.
El sector del automóvil, y en concreto la concesión, como todo negocio, necesitan unas estructuras que suponen unos gastos fijos para su funcionamiento. ¿Qué partes de esa organización se están viendo más afectadas con la crisis?
Ese es uno de los principales problemas de la situación actual puesto que la estructura no puedes o no debes reducirla para no caer en una prestación de servicio o asistencia deficientes. ¿Qué partes son las más afectadas? Todas son importantes, unas sin otras, tampoco podrían funcionar: personal, stocks, administración, sistemas informáticos… Fíjate bien, es todo un conjunto de elementos relacionados prácticamente imposible de separar.
¿Qué marcas son las que más están sintiendo la crisis?
Sin lugar a dudas, las marcas generalistas, porque estamos basadas en el volumen de ventas; que es, precisamente, lo que ha caído. Eso no quiere decir que las marcas “premium”, los vehículos de alta gama, no estén resentidas; pero notan menos la crisis porque sus estructuras son mucho más pequeñas que las nuestras.
Dentro de un concesionario, ¿se salva de la crisis alguna de sus dependencias o servicios?
Podríamos decir que la post-venta y los recambios. Hoy, me atrevo a decir, son los dos pilares que pueden llegar a mantener la tempestad a muchos concesionarios.
Aparquemos la crisis. ¿Cuál es el día a día de Rafael Garrigues como empresario?
Me levanto todos los días a las 7:15. A las 8:15 ya estoy aquí -refiriéndose al concesionario- atendiendo mi negocio hasta la hora de comer. Por la tarde, desde las 15:30 hasta las 21:00 repito la jugada. Mí vida, mí día a día, como puedes ver, es mi empresa y no me quejo, porque hago lo que me gusta. Como te he dicho antes, este sector y mi trabajo es mi pasión.
Pero, Rafael… esto es una dependencia.
Puede en algunos momentos llegar a agotar, esa es la verdad. Incluso, a veces, uno piensa en la jubilación; pero… cuando estás toda la vida haciendo lo mismo, y a gusto, también te preguntas ¿y qué haré yo entonces paseando por la plaza? Quizá, lo que más pesa de esta dependencia, como tú dices, y que no es la mía, sino la de la mayoría de los empresarios, sea el hecho de que no tengamos un poder de desconexión cuando estamos fuera del negocio. Es habitual cuando andas por la calle, o vas en el coche, o cuando estás con la familia o con los amigos, estar pensando en las operaciones que se están llevando entre manos, o en esa operación que el banco no te aprueba, en ese posible comprador que te pide más dinero por su coche usado, en una queja de un cliente, en esa pieza de recambio que no llega de fábrica… Ésta, desde siempre, ha sido la idiosincrasia del empresario que siente su empresa y esto no lo vamos a cambiar ahora.
“El sector del automóvil es uno de los negocios en los que menos dinero se gana”
Dicen por ahí que en este sector se gana mucho dinero.
Eso no es cierto y deja bien escrito lo que te voy a manifestar. El sector del automóvil es uno de los negocios menos rentable y en los que menos dinero se gana. Voy a dar un consejo a los que nos lean: toda aquella persona que quiera montar una empresa y ganar mucho dinero, que no se dedique al automóvil. Esta realidad es una carga tan difícil de llevar que si no fuera porque a este negocio se le tiene un cariño especial, no se podría resistir.
Aparte de la pasión por el automóvil, que ya has dejado sobradamente demostrada, ¿qué otra cosa te conmueve el ánimo o causa emoción?
Viajar. Prácticamente me he recorrido todo el mundo. Le he dado la vuelta al globo por todos los sitios, he estado en Vietnam (dos veces), Estados Unidos (en varias ocasiones), México (dos veces), Argentina, Chile, Tahití, París… Viajar es una de mis satisfacciones más grandes.
Conocedor como eres del mundo, me apetece preguntarte ¿donde te irías a vivir?
No tengo ni la más mínima duda: Alzira.
¿Cómo? ¿Quieres decir que no es necesario pasar del “pont de ferro” para encontrar una de las mejores ciudades del mundo?
Podrás ver muchas cosas impresionantes allá donde vayas, pero lo que realmente valoro es el bajar de casa y compartir con la gente el saludo, una conversación, un café… Conocer a los habitantes de una ciudad, o a muchos de ellos, es vivirla con intensidad, es apreciar el valor humano que tiene. Las grandes urbes están hoy, por desgracia, bastante deshumanizadas y, en muchos casos, hasta se pierden vínculos familiares debido a que los miembros de una misma familia viven lejos entre sí.
Como verás, no te hablo de monumentos ni de grandiosidades, te hablo de los rasgos y carácter propios y distintivos, de la vida propia y diaria de nuestra ciudad. Esto es una maravilla. Me quedo con Alzira.
“Si Alzira no existiera me iría a vivir a las Islas Marquesas”
Bueno, vamos a imaginar que Alzira no existe. Vuelvo a preguntarte ¿donde te irías a vivir?
A las Islas Marquesas, un archipiélago en la Polinesia Francesa. Son una delicia. Medio en broma siempre he dicho que Dios cuando hizo el mundo partió de allí.
Antes hablábamos de dependencia, de esa “esclavitud” que da el mundo empresarial, ¿es la propia familia la más directamente perjudicada?
A veces sí y es algo injusto. No obstante, como esto es una marcha que ha ido por fases, la familia ha ido comprendiendo la situación con mucha tolerancia; sobre todo, Rosa, mi mujer.
¿Cuántos hijos tienes?
Tengo 2 hijos, chico y chica.
¿Están implicados en el negocio?
Rafael, el mayor, es abogado y tiene su propio despacho; aunque también parte de su negocio lo desarrolla entre nuestras empresas. Mi hija Ruth es ingeniera agrónoma pero está integrada en la empresa.
¿Te queda tiempo para alguna afición?
Soy un aficionado al fútbol, pero… al fútbol de sillón. Me gusta la vida hogareña y disfruto viendo todos los partidos de “mi” Valencia.
Háblanos de dos entrañables de la marca: el “Dos Caballos” y el “Tiburón”.
Sí -sonríe-, como bien dices son dos entrañables. Te puedo decir que tengo un “Dos Caballos” y que tuve un “Tiburón” en su día que me lo cogió la riada de 1987. El “Tiburón” fue un vehículo que marcó una época y caracterizó a la marca. Citroën siempre ha sido pionera en innovaciones, una de ellas la suspensión hidráulica, o la tracción delantera, que comenzaron a desarrollar su evolución por primera vez en el famoso “Tiburón”.
Por ultimo, ¿que coche conduces?
Un Citroën C-6 para viajar y un coche pequeño, en la actualidad un C-1, para circular por la ciudad y que sea fácil de aparcar.
Los dos, Citroën, ¡faltaría más! Gracias por tu tiempo.
A vosotros.
Ramón Alfil
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Me encantó la entrevista, muy bien dirigida por Alfil, pero lo que más me encanto es lo que afirma que no es necesario salir del pont de ferro para encontrar una gran ciudad. Yo tambien soy un enamorado de "mi" ciudad, aunque me toque vivir lejos de ella. saludos
¿No deja dinero o lo que no quiere es competencia? Aquí nadie da un duro a cuatro pesetas y si no fuera rentable no lo mantendría por mucho amor al negocio.
Benito, conozco a Rafael desde hace años y, puedo afirmar que no es "tonto". Por supuesto, que si su negocio no fuera rentable, no lo mantendría. Ha sido con su constancia, riesgo y entrega como lo ha hecho rentable; a pesar de que, como dice, en el sector no se gana el dinero que la gente cree. Muchas veces opinamos sobre aspectos que, si los conocieramos desde dentro, seguramente, nos harían cambiar de opinión. No trato de convencerte, sino de equilibrar tu opinión que me ha parecido un tanto personalizada y alusiva más al personaje que al sector.
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