

Artículo de opinión de Xavier Cantera
No llegarán los buenos tiempos para todos si no los empujamos con fuerza

Una opinión más
Xavier Cantera
Las bases lo pasamos mal, claro, si no estamos dominadas por el fanatismo o por la obediencia ciega y sin autocrítica. La visita de Rubalcaba a nuestra ciudad para celebrar el 110 aniversario de la Casa del Pueblo en Alzira, me motiva esta reflexión en negro sobre blanco. Asistí a la cena en una mesa de voluntarios de la Plataforma de la Ley de la Dependencia, uniformados con nuestras camisetas de color naranja. Fue la expresión de una queja por haber sido las Plataformas de la Ley de la Dependencia las que hemos defendido, casi en solitario, esta ley con más interés que el mismo PSOE, autor de la misma. Ya nos quejamos a la última Ministra socialista porque no vigilaba suficientemente a los gobernantes de esta autonomía ante la mala aplicación, la injusta lentitud y la gestión partidista de un derecho subjetivo que corregía injusticias.
Ahora, el PP está eliminando la ley y al PSOE no se le ve en pie de guerra sino en la nube federal. Las Casas del Pueblo se crearon para aproximar las ventajas del socialismo a las bases, al pueblo; para atender con justicia e igualdad las demandas de la ciudadanía mediante la acción de sus militantes.
Hace 110 años, con una casa del pueblo en Alzira podría ser suficiente, hoy no lo es. Haría falta un “chiringuito socialista” en cada barrio o zona de la ciudad. Es verdad que el entusiasmo de los militantes de aquella época tenía más vitalidad que en estos momentos porque había más confianza en los dirigentes, los cuales no vivían de la política sino para ella, no estaban marcados por la corrupción y existía más comunicación entre las bases y las cúpulas.
La elección directa de los líderes con la participación de todos los militantes podría reducir esta distancia y eliminar la desconfianza, igual que las listas abiertas y los compromisos concretos con las bases abiertas. Cada vez que la prensa de un color, compensa la noticia de un comportamiento antiético del PP con la corrupción de los ERE, no sólo se asquean los simpatizantes y la ciudadanía sino que se desaniman las bases, se esconden de vergüenza y abandonan la militancia activa, esperando, en las catacumbas de sus casas, que lleguen tiempos mejores. Y la puntilla se clava en la testuz de las bases cuando, ante el mal gobierno de Rajoy, nos espetan a la cara la pregunta del millón ¿Qué alternativa hay?
No llegarán los buenos tiempos para todos si no los empujamos con fuerza. Somos solo parte de la alternativa pero debemos hacer bien nuestro papel, si queremos un cambio.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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