Además de la medicación, otras terapias alternativas pueden ayudar a mejorar sus síntomas
En el anterior artículo hablábamos de la esclerosis múltiple EM y la definíamos como una enfermedad del sistema nervioso que afecta al cerebro y la médula espinal. Lesiona la vaina de mielina, el material que rodea y protege las células nerviosas. La lesión hace más lentos o bloquea los mensajes entre el cerebro y el cuerpo, conduciendo a los síntomas de la EM.
En esta segunda parte vamos a incidir en su tratamiento.
Durante las exacerbaciones, las áreas nerviosas afectadas pueden inflamarse. Es posible que tenga dolor y pérdida de las funciones en partes del cuerpo. Los corticosteroides reducen la inflamación, de modo que usted puede retornar a las actividades normales más rápido. Algunos ejemplos de corticosteroides que se administran para la EM incluyen prednisona (administrada por boca) y metilprednisolona (administrada mediante una inyección). Por lo general, los corticosteroides se administran durante un período corto para ayudar a reducir los síntomas. Estos no tratan los resultados a largo plazo de la EM.
Los interferones son un grupo de proteínas naturales producidas por las células de los seres humanos. Con el tiempo, los interferones parecen retrasar el empeoramiento de los síntomas de la EM. Estos tipos de medicamentos, por lo general, se administran mediante una inyección. Algunos ejemplos de interferones que se usan para tratar la EM incluyen el IFN beta-1a y el IFN beta-1b. Es posible que los interferones provoquen un daño hepático grave como efecto secundario. Otros efectos secundarios incluyen síntomas parecidos a los de la gripe y depresión.
Se cree que los acetatos de glatiramer obstruyen las células que dañan la mielina, la sustancia que rodea y protege las células nerviosas. Por lo general, las personas que toman este fármaco experimentan menos recaídas y menos lesiones nuevas en las células nerviosas. El medicamento se administra mediante una inyección (se inyecta con una aguja) una vez al día. Los efectos secundarios podrían incluir ronchas o dolor en el lugar de la inyección, palpitaciones cardíacas y falta de aire.
El natalizumab y la mitoxantrona son otros 2 tipos de medicamentos que tratan una esclerosis múltiple más grave o avanzada.
Las personas que primero hayan probado otros fármacos y no hayan obtenido buenos resultados podrían probar el natalizumab. Sin embargo, el natalizumab puede tener efectos secundarios graves y no debe usarse en combinación con otros fármacos que modifican la enfermedad. Uno de los efectos secundarios conocidos es un mayor riesgo de tener una infección cerebral mortal.
A veces, la mitoxantrona es usada por personas cuya EM de recaída-remisión ha empeorado o cambiado a EM progresiva, en la que los síntomas empeoran en forma constante. Los efectos secundarios incluyen una reducción en la resistencia a las infecciones y un mayor riesgo de enfermedades sanguíneas y cardíacas.
Diferentes terapias pueden ser útiles para algunas personas que tienen EM. A continuación, se indican algunas de las terapias comunes.
La fisioterapia (PT, por sus siglas en inglés) puede ayudar con la forma de caminar, la fuerza, el equilibrio, la postura, la fatiga y el dolor. La PT puede incluir ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y entrenamiento para usar aparatos, a fin de facilitar la movilidad, como bastones, scooter o sillas de rueda. Su fisioterapeuta también puede ayudarlo a adaptar su rutina de ejercicios para tratar sus síntomas o exacerbaciones.
La meta de la terapia ocupacional (OT, por sus siglas en inglés) es ayudar a mejorar su nivel de independencia y seguridad en el hogar y en el trabajo. Su terapeuta puede mostrarle cómo usar herramientas para ayudar en las tareas diarias. Su terapeuta también puede recomendar cambios en su vida física o en su lugar de trabajo, a fin de facilitar sus tareas. Es posible que su terapeuta lo ayude a continuar realizando las actividades o los pasatiempos que disfruta.
La EM puede provocar problemas en el control de los músculos que se usan para hablar y tragar. Un terapeuta del habla puede ayudarlo a aprender a comunicarse lo más claramente posible y también puede enseñarle a practicar cómo tragar en forma segura.
Vivir con EM puede requerirle hacer algunos cambios en el estilo de vida. Estos cambios pueden ayudar a mantenerlo lo más fuerte y sano posible. A continuación, se indican algunos consejos que pueden ayudar.
Siga una dieta nutritiva y bien equilibrada que sea baja en grasas y alta en fibras. Una dieta saludable mantendrá fuerte su sistema inmunitario y le dará la mejor posibilidad de gozar de buena salud.
Continúe haciendo ejercicio si su médico le indica que es adecuado. Hacer ejercicio puede ayudarlo a mejorar su tono y su fuerza muscular, su equilibrio y su coordinación. Los ejercicios de estiramiento pueden ayudar con la rigidez y la movilidad. Hacer ejercicio también puede ayudar a levantar su estado de ánimo.
Es importante hacer suficiente ejercicio, pero también es importante descansar mucho. La EM provoca fatiga, por lo tanto, preste atención a sus necesidades. Es posible que tenga que hacer adaptaciones en su cronograma de trabajo o de familia, a fin de incluir momentos para descansar.
Temperatura El calor no afecta a algunas personas que tienen EM, pero sea cuidadoso al momento de usar tinas calientes o saunas, y tomar baños o duchas calientes. Demasiado calor puede provocar una debilidad muscular extrema. Si el calor le provoca molestias, busque maneras de refrescarse. Un baño frío o el aire acondicionado podrían ayudar.
Reciba el apoyo de sus amigos, su familia, su comunidad, un grupo de apoyo, su médico u otros profesionales de atención médica. El aliento y la tranquilidad de otras personas lo ayudarán a sobrellevar mejor los desafíos de vivir con EM. Intente mantener una vida tan normal como pueda y continúe realizando las actividades que disfruta.
Vivir con una enfermedad crónica, a menudo, puede ser un desafío para su bienestar emocional. La EM puede afectar su trabajo, sus relaciones, su sueño, su dieta y su capacidad para hacer ejercicio. Todos estos factores contribuyen a su estado de ánimo y a su salud mental. Hablar con un terapeuta capacitado puede ayudarlo a aprender a manejar estos desafíos y puede ayudarlo a desarrollar maneras de recibir el apoyo que necesita. Un terapeuta capacitado también puede reunirse con otros familiares.
Escrito por personal editorial de familydoctor.org.
Más información de FISS Ribera 10
Añadir un comentario