

Transformó el claustro gótico del antiguo hospital de Alzira en una funcional sala de espera
Al alzireño Nacho Moscardó (1952) una oportunidad de oro lo ha sumergido en el Mar Rojo sin apenas moverse de la Malvarrosa. Arabia Saudí, la tierra del petróleo, los contratos millonarios y los buenos sueldos (3.500 euros gana una enfermera), pero también de las prohibiciones, la sharía y la ‘policía moral’, le ha brindado el reto de su vida: diseñar los interiores de tres hoteles de superlujo que se van a levantar en aquellas tierras. Moscardó podrá seguir degustando una cerveza bien fría y una tapa de jamón a orillas del Mediterráneo, porque él apenas viajará al exótico país, sino que emigrarán sus ideas y los materiales que las darán forma, todos ellos ‘made in Valencia’.
El diseñador español quiere dejar su sello creativo en Arabia Saudí como ya lo hizo en Valencia 32 años atrás cuando de su cabeza surgió el interior de la discoteca Chocolate (1981). Impregnó al local de un vanguardista concepto interior que marcó un hito en la noche valenciana y puso los cimientos de lo que, años más tarde, sería el lugar de peregrinación de miles de jóvenes que cada fin de semana se embarcaban en la famosa ‘ruta del bakalao’. En aquella abigarrada arquitectura de la España de la UCD y el 23-F, Moscardó apostó por espacios abiertos, muy altos y con mucho color, rompiendo con el aburrido diseño de la época.
Tres décadas después se dispone a ser ese soplo de diseño fresco que necesita un país que está apostando a cualquier precio por la innovación, como lo demuestra que hayan ido a ‘fichar’ a un interiorista valenciano que trabaja a 4.600 kilómetros de Riad, la capital saudí. A finales de 2014 abrirá oficialmente sus puertas uno de los hoteles más lujosos. Será en la ciudad de Yeda, la segunda más importante del país, y lleva el sello de luz y color del creador de interiores de Alzira.
A sus 61 años, Moscardó mantiene intacto el entusiasmo que le llevó de muy joven a estudiar decoración, una carrera muy vocacional. 40 años después sigue con la misma pasión por embellecer los espacios y darles otro uso, como aquella primera aventura, siendo aún alumno de la academia Barreira, de transformar el claustro gótico del antiguo hospital de Alzira en una funcional sala de espera. Desde entonces hasta hoy casi doscientos proyectos jalonan la trayectoria profesional de este ‘joven’ sesentón (conserva una envidiable melena), al que una vez le llegaron a encargar un panteón, que las cosas del diseño son de vital importancia... hasta en la muerte. Seguramente Moscardó no pensaba que la oportunidad de su vida le iba a llegar en la ‘cara b’ de su carrera, aunque su entrega a este oficio es tal que parece que lo de la jubilación no va con él.
Su vida profesional cambió cuando conoció en Valencia a Tarek Saad, un arquitecto árabe responsable de proyectos de una compañía de Arabia Saudí. «El día que me lo presentaron hablamos de nuestras culturas, de arquitectura, de lo importante de ‘llenar’ con estética los espacios... y congeniamos. Al despedirnos, pensé que en el futuro podríamos trabajar juntos». Así fue. A través de Saad, conoció al jeque Mohammed Yousef Al Hassan que, después de ver algunos de sus proyectos, decidió contratar a Moscardó para el diseño de su nuevo hotel de cinco estrellas en Yeda, una ciudad universitaria en la costa del Mar Rojo donde los musulmanes creen que se encuentra la tumba de Eva, la primera mujer creada por Dios. El jeque levanta allí un complejo de más de 300 habitaciones en el que el decorador español diseñará, además, 10.000 metros cuadrados de zonas comunes con su peculiar apuesta por la luminosidad y los colores. Las obras del complejo hotelero, situado a 80 kilómetros de La Meca, ya han comenzado y los materiales se comprarán y elaborarán en España.
El autor de este texto es Ángel Ramírez. Leer noticia completa y ver hilo de debate en diariovasco.com.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Siento una gran satisfacción de que un español y además valenciano, sea el actor de espacios llenos de esta nuestra luminosidad mediterránea, del talento artístico propio del carácter de los valencianos, y hasta de la exportación de nuestros cualificados y bellos materiales de construccón.
Gracias Nacho Moscardó... Si ya se ve que Valencia es tan grande que se desborda mucho más allá de nuestras fronteras, gracias a tí y otros tantos genios hijos de esta "Patria Valenciana".
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