Poema de María Fernández
Quiero congelar el tiempo
ya, ahora;
cuanto más tregua le doy,
más me deteriora.
Día a día, hora a hora,
quiero disfrutar la vida,
quiero ser de ella señora…
total, pocas cosas pido…
pocas cosas…
sólo poder disfrutar
las criaturas hermosas:
el aire,
la luz,
el sol,
las aves,
las mariposas…
y las perlas que las olas
blancas, mansas, espumosas,
al romperse contra el dique
se elevan al cielo airosas.
Y gozar de la hermosura
de las flores y las rosas,
de los humanos del grupo
de las gentes bondadosas,
los animales,
las plantas,
y las nubes vaporosas
que si las abraza e viento
se desvanecen llorosas
sobre el vientre de la tierra
y allí,
donde no haya guerra,
fertiliza el blando lecho
fecundado por la siembra…
Quiero congelar el tiempo
ya;
cuanto más tregua le dé,
él,
peor me tratará.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Precioso poema, María. Es el ABC de la felicidad, el disfrute de las cosas sencillas.
Por suerte o por desgracia es imposible detener el tiempo. Lo único que podemos hacer al respecto es disfrutar siempre el instante presente, tener la actitud de ser felices en cada momento, por sencillo o trivial que sea. No añoremos en demasía la felicidad de lo que ya pasó o se marchó, tampoco esperemos al futuro para ser felices. La dicha está dentro de nosotros y en las cosas sencillas. Aquí y ahora.
Saludos y feliz domingo.
Maria, el tiempo solo nos deteriora exteriormente, por el contrario nos regala sabiduria y experiencias vividas en algunos casos que nos permiten "rejuvenecer al recordarlas. Es maravilloso ver fotografias de años atrás y ver como eramos, quizas la nostalgia nos haga entristecer pero lo cierto es que haber seguido adelante ha sido un regalo que no todos consiguen.
Me he puesto noña.....mejor decirte que siempre que nos permites leer tus poemas, llegan al corazon de muchos.
Besitossssssssssssss
¡Qué guapín, María!
El tiempo, visto por una poetisa ligeramente depre, o sea, bien informada.
Ya sabes que los físicos no tienen claro qué es esa magnitud.
Dicen (¿quién lo entiende?) que no habría tiempo sin espacio y creo que viceversa.
Y dicen que el tiempo no existió siempre. Que hubo un "momento" en que el cronómetro empezó a correr.
Prefiero tu versión: aunque duela un poco el alma y las rodillas no duele la cabeza.
Y lo que haya de ser será.
¡Qué remedio!
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