

Artículo de opinión de Xavier Cantera
“Rajoy defendió su derecho a no realizar sus promesas, porque primero era ‘cumplir con su deber’ de gobernante de derechas”
Una opinión más
Que espero no tarde mucho en llegar. Ahora, cuando peor lo está haciendo el Gobierno de Rajoy y mejor está cumpliendo su papel la oposición a todos los niveles (Congreso, Corts Valencianes y Ayuntamientos), ahora resulta que, por culpa de la corrupción, la confianza de los ciudadanos en los partidos está en su nivel más bajo y son los partidos uno de los cuatro principales problemas para la ciudadanía cuando deberían ser parte de la solución. En este ambiente contaminado por los sobres del tesorero del PP se celebró el Debate del estado de la Nación. Lo seguí con verdadera atención y reconozco que la crisis, los recortes y las medidas tomadas por Rajoy y por sus lugartenientes autonómicos nos han ayudado a clarificar las dos alternativas que existen ante la estafa económica y social que padecemos. Una, la capitalista y conservadora; la otra, social y progresista.
Rubalcaba exigió su derecho a ‘rectificar’ como lo ha hecho ahora, por ejemplo, CCOO sacando a sus representantes de los consejos de administración si se escucha la voz de la calle. En este debate se marcaron diferencias, pues Rajoy sólo estaba obsesionado con el déficit (nos engañó, según la UE) y por realizar todos los recortes que fueran necesarios para conseguirlo; mientras que Rubalcaba optaba por recuperar los derechos sociales y laborables de los ciudadanos priorizando la inversión del dinero público y de Europa para potenciar la economía y crear empleo. Rajoy defendió su derecho a no realizar sus promesas, porque primero era ‘cumplir con su deber’ de gobernante de derechas, conservador, neoliberal y privatizador antisocial sumiso al capitalismo bancario. Ha engañado a su electorado. El PSOE, que en la última legislatura tomó algunas medidas más propias de Merkel que de un partido socialista, perdió las elecciones. Ahora ‘rectifica’ y en el debate habló de los problemas de la gente de la calle y propuso soluciones respetuosas con los derechos conquistados y protegidos por el pacto social (como en la primera legislatura de ZP) que el PP se ha encargado de destruir en 14 meses, minando sus pilares básicos de la sanidad, la educación, la dependencia, los convenios colectivos y el poder adquisitivo de las pensiones. Por fin, las diferencias en los modos para superar la estafa y salir de ella. Entre los neoliberales de Rajoy y los socialistas están claras, son evidentes y son insalvables. Será conveniente ir mirando hacia la izquierda como hizo Rubalcaba en su primera intervención sintonizando con la izquierda plural proponiendo medidas sociales como todos los grupos progresistas lo hicieron, aunque molestara a alguno de sus representantes que recordó al PSOE alguna actuación impropia de él (rectificar es de demócratas si hacemos caso a la calle, a las encuestas, a los no votos y todos hemos cambiado aunque se les nota menos a los que no han gobernado aún).
Al crítico se le olvidó resaltar que fue el PSOE quien colocó otro pilar del Estado del Bienestar con la Ley de la Dependencia que, por reconocer un derecho subjetivo, la derecha lo quiere reducir a la nada. Estamos obligados a entendernos, toda la izquierda, con vistas al futuro electoral pero, sobre todo, para salir de la estafa con justicia y no como desean los neoliberales y sus organizaciones económicas que ahora lamentan la austeridad pero son nulas las inversiones públicas y las ayudas a las empresas. Ahora, cuando la pobreza nos invade, los parados son casi seis millones, los derechos no son respetados y los recortes hacen llorar a la gente. ¿Cómo tenemos tanta paciencia? El valor del voto.
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Hipotesis del razonamiento de Rajoy, pongámonos en su lugar. Como dimitir al año de llegar a la Presidencia, después de estar en el equipo de Aznar, con mucha confianza en el tesorero que se ha hecho famoso, habiendo debatido frente a personas de la talla de ZP, de Rubalcaba, y no saliendo mal parado de estos debates a pesar de su imagen, con visos de Tancredismo. Como renunciar a lo que la vida tan generosamente le ha ofrecido. No puede ser tan desagradecido, tratemos de entender su resistencia.
pd: parece que para llegar a algo en política, tienes que negar la evidencia tres veces mínimo.
Añadir un comentario