Por: Rosa María de Dios
“El hombre debe de amar y respetar a todas las cosas y alzando los ojos al cielo debe dar gracias a Dios”
Sin el Sol no habría vida en la Tierra. Los hombres y los animales junto con la naturaleza morirían. El Sol es el sentido más fuerte de nuestras vidas.
El hombre es necesario en esta vida, con la mente, con el corazón y con sus manos tiene que cuidar lo que Dios ha creado. El hombre es un sentido muy grande y necesario. Sin unos raíles trabajados, perfectos, por las manos de los hombres creados los trenes sin ellos serían descarrilados. El raíl, sin tener la potencia del tren, su sentido de vida es muy necesario para que funcione bien el tren. Pero no olvidemos que las dos cosas creadas por las manos de los hombres son necesarias.
Un pintor con sus pinceles y con sus colores crea un hermoso paisaje, con su arte da sentido de vida al espectador por la belleza pintada de su creador.
La flor en un jardín, con aroma o sin ella, al jardinero le da sentido a su vida por su gran belleza.
En muchas ocasiones he oído sermones de sacerdotes católicos y de otras religiones. Se predica diciendo: “Sin la resurrección de Cristo no tendría sentido nuestras vidas” ¡Gran error dicho por el que predica el sermón! Por ello, a muchos hombres llevan a amar con egoísmo a Dios. La vida sin la resurrección y con ella da sentido a nuestras vidas.
¿Viviremos pocos días en esta tierra?, ¿viviremos muchos años en ella? ¡Benditos los días! Mirad los hermosos paisajes que muchos hombres no miran sin dar sentido por ello a sus vidas. Porque grande y hermosa es la creación, Dios al hombre con gran sentido en esta vida nos creó.
Un padre o una madre a su pequeño hijo muchos así le educan: “La mama no te dará un bombón de chocolate si no obedeces y no lo haces”. El niño corre y hace lo mandado por tener el premio deseado.
¡Gran error! Porque ese hijo es enseñado a amar a sus padres con egoísmo.
La vida en esta tierra tiene mucho sentido en nuestras vidas. Aunque no hubiera resurrección o reencarnación que muchas religiones predican. El hombre debe de amar y respetar a todas las cosas y alzando los ojos al cielo debe dar gracias a Dios por el presente vivido latiendo su corazón en la belleza de su creación. Gracias por el sol, por la luna y por las estrellan que brillan en la noche oscura. Gracias por los árboles, por las plantas con sus hermosas flores de varias formas y colores, gracias por los bosques, por los valles y por todos los animales. Gracias por los océanos, por sus corales, por los peces de varias especies. Dios fue el gran pintor, el gran escultor, que al mundo con arte diseño creándolo con mucho amor y haciéndolo en la máxima perfección. Por sus grandes manos divinas yo le amo, le respeto y le admiro por darnos la vida.
Aunque no hubiera después de la muerte otra vida, aunque no hubiera un juicio en ella, le doy un sentido muy grande a esta mi vida; amar y respetar al creador en todas las cosas hechas, sin egoísmos, sin recibir ningún premio, amarle hasta mí ultimo latido. Diciéndole con un adiós ¡Gracias Señor por haberme dado la vida! Vuestra hermana en Dios nuestro creador que os ama.
Rosa María de Dios
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