

Artículo de opinión de Xavier Cantera
“Fue uno de los mejores exámenes que he hecho en mi vida”

Una opinión más
Por fin he tenido la oportunidad de participar en una encuesta telefónica sobre la situación política en España. Lo había deseado fervientemente en otras ocasiones, aunque no tan críticas como la actual; había sentido verdadera envidia de los encuestados cada vez que leía el resultado de las mismas en los más importantes rotativos. Pensaba que al ser seleccionado para contestar esa batería interminable de preguntas participaba de forma más directa en la creación de la opinión pública aportando mi crítica, el análisis de los hechos, mi valoración de los responsables y, sobre todo, mis soluciones y la elección de los gobernantes más adecuados para realizarlas. Fue una gozada contestar al casi centenar de preguntas sobre todos los temas candentes sin dejar de tocar ningún palo de la ‘rabiosa’ actualidad.
Fue uno de los mejores exámenes que he hecho en mi vida. Tenía todas las contestaciones preparadas, muy reflexionadas y a punto para lanzarlas sobre el encuestador, con la ventaja de que, como era mi propia opinión, estaba seguro de acertar todas las preguntas para salir de esta situación tan indignante que estamos viviendo.
Ahora estoy deseoso de ver la encuesta publicada e impaciente por ver si soy de la opinión mayoritaria o no. Desde luego ya sé que no estaré en el grupo de ‘no sabe/no contesta’, porque no dejé ninguna pregunta sin respuesta. Espero este resultado final para comprobar si mis valoraciones son compartidas por una mayoría significativa y, por lo tanto, me puedo ilusionar con un cambio político, económico, social y ético en un futuro próximo o si, por el contrario, no existe, entre la ciudadanía, una conciencia bastante generalizada de no seguir por el camino que vamos. Creo que todos deberíamos tener, en estos momentos, la oportunidad de contestar una encuesta tan completa como la que me hicieron para poder vaciar nuestra mala leche, señalar a los culpables, elegir las soluciones y valorar a los actores. De esta forma, la espera hasta las próximas elecciones, que son las verdadera encuesta, es menos larga; sobre todo si va acompañada de la participación en plataformas cívicas como la recientemente creada “Por una Sanidad Pública de la Ribera”, en las redes sociales, en las protestas callejeras con manifestaciones indignadas y en conversaciones civilizadas creadoras de opinión.
Al reflexionar después, sobre la encuesta, valoré la utilidad de estos estudios demoscópicos para conocer la opinión de la ciudadanía, los cuales, hechos con corrección científica, pueden ser de gran ayuda para recortar la distancia que separa al pueblo de los partidos. Eso sí, siempre que se acepten los resultados obtenidos, sin ‘cocinarlos’ previamente para amañarlos al gusto de quien manda.
Ya han aparecido los resultados de algunas encuestas, pero ninguna es la mía, aunque creo que hay dos resultados coincidentes: uno, deseado por mí y ganado a pulso por Rajoy: la caída en picado del PP; el otro, creo que algo merecido, el poco espacio que recupera el PSOE porque la sombra de la corrupción aún le persigue y porque no habla claro como lo hace Ada Colau, la líder contra los desahucios ‘criminales’. Con el ventilador en marcha, no se ven bien las propuestas positivas de Rubalcaba en el Congreso.
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