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Estampas y recuerdos de Alzira (191)Paso a paso, año a año
En 1966 se fundó la Hermandad de la Santa Cena
Llegó el día de ázimos, en que había que sacrificar el cordero pascual. Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan diciéndoles: id a preparadnos la cena de Pascua. Entrad en la ciudad y os encontraréis con un hombre que lleva un cántaro de agua; seguirle hasta la casa donde entre; el os mostrará una sala donde comeremos el cordero. Ellos se fueron, encontraron lo que les había dicho el Maestro y prepararon la cena de Pascua. Mateo 26 17-25.
En 1966 la Junta de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa alcireña, -entonces denominada Coordinadora de Cofradías- que regía el concejal de Festejos del Ayuntamiento, no contaba con el monumental paso que representara la Santa Cena del Señor, con Jesús y los doce apóstoles, en el desfile procesional del Viernes Santo en Alzira.
Aquel año, que fue especialmente señalado para los católicos alcireños, por celebrarse el Año Santo Mariano, nacía una nueva hermandad en el seno de la Semana Santa impulsada por un grupo de jóvenes de nuestra ciudad, -y, que casualidad, 13 eran miembros los que formaron la primera junta rectora de esta hermandad, el mismo número de imágenes que figurarían, lógicamente, en el nuevo paso. A Enrique Guillart, primer hermano mayor, en junta que se creó en el primer contacto que se llevó a cabo en una reunión celebrada en el Bar Alzira le seguirían Amador Bolinches, Julián Arenillas, José Gimeno, Francisco Vilaplana, Joaquín Tortosa, Alejandro González, Joaquín Gómez, Francisco Sánchez, Manuel García, Salvador Andrés, Juan Vivas y José Huguet. Ellos fueron los que comenzaron la andadura de la nueva hermandad que hace unos días, el pasado 20 de mayo han cumplido 30 años, aunque alguno de los fundadores ya se ha quedado en el camino, sus compañeros, que desde muchos años cierran filas en esta hermandad les guardarán siempre un emocionado recuerdo, porque dejaron profunda huella a su paso por la misma.
Un año más tarde, el 23 de marzo de 1967, festividad del Jueves Santo, en la parroquia de los Santos Patronos, donde está erigida canónicamente la Hermandad de la Santa Cena, bajo la dirección del su primer director espiritual y párroco de la misma, José María Mestre Pizarro, era bendecido el estandarte y banderas correspondientes, apadrinando el acto los consortes alcireños, Ismael Mascarell y Mercedes Furió. Dos meses más tarde, en mayo, los responsables de la hermandad contactaron con Vicente Pallardó, imaginero de Torrent, para encargarle el paso procesional que saldría por vez primera en la procesión del Santo Entierro en la Semana Santa de 1968. El presupuesto que alcanzó en aquella época, hace treinta años, fue de 200.000 pesetas. Había que modelar y labrar trece figuras de tamaño natural para ser colocadas en una gran plataforma. Y este fue el problema para la nueva cofradía, sus grandes dimensiones, puesto que había que circular en la procesión por distintas calles de la ciudad, por lo que no tuvieron más remedio que ir tomando medidas, sobre todo de las calles más estrechas. Hecho esto, miembros de la hermandad fabricaron la plataforma estando dispuesto el paso para su bendición, el sábado 6 de abril de 1968, solemne acto que celebró el canónigo director del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, Vicente Moreno Boira, al que se unieron el deán de la misma, José Songel, muy vinculado a Alzira, por haber sido durante muchos años párroco de San Juan; el alcalde de la ciudad, José Pellicer Magraner, y otras autoridades locales. Apadrinaron la bendición, Eduardo Vicente Bono Montalvá y Milagros Rosell Ferrandis, como vemos en la fotografía que acompañamos, donde también podemos contemplar al arcipreste Francisco Albiol y al que fue párroco de los Santos Patronos, José María Mestre Pizarro.
Era la primera ocasión para lucirse en un buen dosel, por la grandiosa obra monumental de Pallardó, siendo instalado el mismo en el almacén de Transportes Rosell, antiguo y desaparecido almacén de naranjas del Paulí, en la calle Hort dels Frares.
En el transcurso de estos últimos treinta años, la Hermandad de la Santa Cena ha estado regida por Enrique Guillart León, José Gimeno Lacruz, ya desaparecidos, Amador Boliches Fita y Eduardo Gadea Yago, ambos en posesión de la Insignia de Oro de la Hermandad y desde hace pocos días está presidida por Joaquín Tortosa Gómez, tras la última sesión plenaria que se celebró con motivo del 30 aniversario. Desde sus inicios ha estado dirigida espiritualmente por los párrocos José María Mestre Pizarro, Fernando Vallés Ramírez y en la actualidad lo es Conrado Andrés Andrés, quien fue el oficiante de la bendición de los nuevos locales de la Hermandad que inauguraron en la calle Unión, cuando terminaba el año 1995.
Un largo trecho el que ha recorrido esta Hermandad de la Santa Cena, donde han tenido que soportar, como todas las demás cofradías, los desastres causados por la pantanada de 1982 seguida del amago de inundación del siguiente año y la riada de 1987, pero que con tesón, buen ánimo trabajo y voluntad han salido a flote.
Han transcurrido tres décadas y siguen caminando. El camino no es difícil; ni estrecho, ni peligroso. Jesús mismo es, ante lo difícil, Maestro; ante lo estrecho, Camino que lleva a la casa del Padre. Ante lo peligroso, Verdad y Vida. ¡Ven!, caminemos juntos y el Señor será tu compañero en el camino.
Alfonso Rovira 21.06.1996
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