

Artículo de opinión de Luis Almiñana
“Con los principales bancos en bancarrota se decidió llamar a un referéndum para pagar la deuda, a lo que el pueblo dijo NO”
Mientras doy un sorbo a la taza de café leo una noticia en la prensa. Otro sorbo de café ojeando otro titular. Me pregunto si no se podrían hacer las cosas de diferente manera, si solamente existe una vía.
Día tras día convivimos con la “crisis” como si fuese algo habitual, una compañera de viaje que de repente llegó y se quedó con nosotros. En las noticias nos hablan todos los días de ella.
A los españoles no se nos escucha, es la realidad, varias huelgas generales, movimientos, protestas diarias de todo tipo de colectivos y las únicas soluciones aplicadas son unos impresionantes recortes económicos para las clases medias y, lo que es peor, la solución adoptada es hacer más grande la deuda del país, sí, esa que vamos a estar pagando entre todos durante unos cuantos años.
De repente, entre las letras desperdigadas en una página al azar, algunas llaman mi atención, algo sobre una revolución naranja, que nada tiene que ver con compañías telefónicas o nuestros preciados cítricos. A finales del 2007, el pueblo ucraniano salió a la calle para demostrar su descontento, un movimiento de protesta contra las difíciles condiciones de vida del país, contra un poder corrupto e impopular por los escándalos.
Entre otra algarabía de letras se logra distinguir como en Islandia, en 2008, comienza otro movimiento popular; sus principales bancos en bancarrota, el país al borde de la quiebra y bajo una enorme presión popular se decidió llamar a un referéndum para pagar la deuda, a lo que el pueblo dijo NO”. El proyecto de su ingreso en la Unión Europea se estancó.
Acusaciones de negligencia al gobierno de entonces, pleitos millonarios contra cargos ejecutivos de la banca, referéndum favorable para la reforma de su Constitución...
Entre titular y noticia, letras desordenadas, café y café, se divisa una fuente de luz... Hay otra forma de hacer las cosas, hay esperanza de una sociedad, al menos diferente a la actual.
Luis Almiñana
Arquitectos en Alzira Bancos en Alzira Centros de enseñanza en Alzira
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
El problema de este país es que no hay una verdadera necesidad creada, y que nadie me entienda mal, hay familias pasándolo mal, es evidente, pero quizá no las suficientes, ¿qué significa esto? Que si antes alguien se tomaba un café todos los días ahora se toma uno o dos a la semana, pero se los toma; si antes alguien salía y se tomaba 4 cervezas, ahora se toma 2, pero se las toma y así con todo. Es decir, hemos reducido nuestro poder adquisitivo y hemos tenido que reducir nuestros 'caprichos'. Pero mal que bien, la gente, la gran mayoría todavía tiene para comer, pagar sus facturas y vestirse. El problema vendría si no hubiera comida, sino pudiéramos comprar porque no hay poder adquisitivo... Lo que pasa con las farmacias es la punta del iceberg. Y todo estallará en el momento en que alguien esté tan desesperado que le dé por lanzarle una pedrada a cualquier político de los de a pie, no hace falta y a las grandes esferas; después vendrán más pedradas porque el pueblo está empezando a cansarse...
El miedo de la gente no es a tirar la primera piedra, es a la lluvia de piedras que seguiria a la primera, no los viste el dia de la huelga pasando de puntillas frente a los bancos, principales causantes de esta maldita crisis, no ves el silencio de todos los politicos ante el robo del que hemos sido objeto, no viste a los maestros en las escuelas vacias para no perder un dia de sueldo.
El miedo nos esta calando hasta los huesos, si, miedo a un futuro que sabemos que aun puede ser peor que este maldito presente.
Exacto Viejo, cuando haya muchos padres desesperados por no poder alimentar a sus hijos veremos lo que pasa. Cuando no tengan nada que perder y algo que ganar veremos lo que pasa. De momento vamos tirando y sorteando la situación. Haciendo un paralelismo sería comparar un animal salvaje hambriento o que tenga que alimentar a sus crías como sea.
Aquí no hay lo que se necesita para eso.
Los polítiquillos fuera, ni de izquierdas ni de derechas, un nuevo gobierno.
Y a los bancos ni un euro, ni que lo devuelvan ni que no. Los que no lo han hecho bien en la calle.
Islandeses, ellos si que saldrán de la crisis.
Aquí dentro de tres años nos volvemos a ver las caras y el juego con el miedo de la gente, que hace ganar a los mismos, los de siempre. Los que prometen pero no saben cumplir.
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