Por: Rosa María de Dios
“Con grandes tierras que posee el ambicioso no sabe donde vivir y con grandes ríos no tiene agua suficiente para poder sobrevivir”
Muchas veces pienso si Dios hubiese creado el hambre pero no hubiera pensado en crear el alimento, ¿qué sería de nosotros? Necesitamos de ese alimento para vivir.
En este mundo hay gente perezosa llena de ambición y sólo realiza el trabajo mínimo e indispensable para vivir y alimentarse de algún modo ¡hasta el día de su muerte!
El hombre debe de estar vivo, poseer un ardiente propósito y avanzar con invencible determinación hacia una meta. Hermano, debes de llegar a ser alguien y aportar algo útil al mundo, pero sin ambición.
Yo conozco a personas que tienen grandes ideas pero por miedo no las ponen en práctica. Hay que lograr en esos pensamientos alcanzar la grandeza. No con orgullo y como he dicho antes no con la ambición. Porque el querer poseer mucho te deja vacío en la nada, porque cuando más tienes, hermano, más deseo tienes de poseer y allí de D. Dinero se pasa a la miserable pobreza.
Dios ha creado en este mundo una gran inmensidad de tierras, de árboles frutales, de verduras, de animales para el alimento necesario de todos sus hijos. Había para todos sin necesidad de robar al hermano. Pero el hombre avaricioso por su libertad ha deseado poseer más y más. Viviendo, hermanos, en la naturaleza durante ocho años en mi vida he aprendido que somos semejantes a las plantas. Las semillas del deseo se emergen en el profundo de la tierra y cuando sale y brota esa semilla es atacada por insectos y por el clima del frío en el crudo invierno y en el calor del sol en el pleno verano.
El hombre debe de luchar contra las malezas de esa ambición y con sencillez ser el jardinero de su interior haciendo crecer las ramas del éxito en el árbol de tu vida sin causar daño a los demás. Necesitamos un trozo de pan con cualquier plato guisado para llevarnos al cuerpo el alimento necesario del día ¿Por qué tenemos que comer más de lo que el cuerpo necesita? ¡Cuánta comida del que está satisfecho es echada a la basura y cuantos seres humanos hambrientos de ella se alimentarían! ¿Qué hemos hecho hermanos?
Aprovecharnos del ser indefenso y débil y hambriento y dejarlo morir con injusticia también sediento. Porque con grandes tierras que posee el ambicioso no sabe donde vivir y con grandes ríos no tiene agua suficiente para poder sobrevivir.
Así hacen nacer las guerras innecesarias, las muertes de niños inocentes, la sangre corre por la tierra regando aun más la ambición del hombre que al poseerlo todo tiene cada día más vació su corazón.
No olviden nunca hermanos mi frase preferida: “En Dios están todas las cosas y amarlas es amar a Dios” y el hombre sin ambición con sólo una oración hacia nuestro Padre Dios tendrá trabajo y alimento. Sin robar al hermano se le llenará de gozo su corazón. Vuestra hermana en Cristo.
Rosa María de Dios
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Y tu sin abandonar a tus animales tambien tendras tu perdon...
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