Por: Rosa María de Dios
“La felicidad no está en la riqueza, sino en la conformidad”
¿Quién tiene más valor? ¿Quién de los dos es más hermoso? Los ojos nos engañan y queda escrito el error en el corazón. Lo bello puede volverse feo y lo feo hermoso. ¿Cómo puede ser esto? Pongo un ejemplo: el agua se transforma en piedra dura, granizo, también en gota de nieve blanda, en gota de rocío que apenas pesa nada y en una gota gruesa de la lluvia también es trasformada. El oro no tiene transformación, al contacto del fuego se vuelve líquido y se hacen figuras de él sin valor. Esta muerto y no le late el corazón. Ni se come ni se bebe, ni da utilidad, sólo belleza en los ojos por su brillo y su hermosura, millones se gasta el hombre para en su cuerpo lucirlo. Que podemos decir del carbón. Tiene mucha utilidad siendo negro y con fealdad, al hombre calor por estar encendido puede dar, hervir los alimentos para cocerlos por su transformación en fuego. De piedra fría en caliente se convierte, al hombre le quema si este le toca con sus manos, puede herirle incluso darle por esas heridas muerte. ¿Quién es más poderoso y fuerte? ¡Cuánto engaño! No te fíes del buen ver, traición te puede causar él.
Erase una vez una pobre mujer que no tenía trabajo y medios para comer. Un día en el oro tropezó, un gran rey encontró y le dio trabajo. Cuidaba del rey y de su palacio; hacia muy bien su trabajo. Le limpiaba los zapatos agachándose en humilde reverencia, era oro y no tenía que perder esa riqueza. Un día murió el rey y sus hijos el reinado heredaron. Uno de ellos que estaba más capacitado entró en el reinado. Llamó a la doncella y le pagó; el nuevo rey sin compasión a la calle la echó. Con las pocas monedas que le dio con lágrimas en los ojos mirando al cielo exclamo: ¿dónde está el oro que me cautivo? Siendo doncella en un gran palacio ella vivió. No podía hacerse la idea de vivir en una humilde casita llena de goteras y con humedad. Muchas veces hermanos es mejor vivir en una humilde casita y descalza, que vivir con el oro a nuestros pies, pues el engaño te vendrá después. No te enamores de lo bello y hermoso que de nada te sirve para ser dichoso. El pequeño caracol pisando el barro todo el día está y su humilde casita la lleva siempre a cuestas, sin desear un palacio que felicidad le diera. Ahora yo pregunto: ¿Por qué somos tan inconformistas? ¿Por qué deseamos la riqueza que a nuestros ojos por su belleza ciegan? Vivid de lo que poseéis. No deseéis el oro, si carbón tenéis más utilidad tiene él.
El gran rey puede convertirse en un esclavo, tú puedes vivir como un rey viviendo en esa humilde casita, felicidad en ella puedes alcanzar, si tienes conformidad y el rey con todo su oro y poder, triste e infeliz puede estar. Porque la felicidad no está en la riqueza, sino en la conformidad. La riqueza te ciega y cada día deseas más y el pobre viviendo en conformidad vivirá en la máxima felicidad.
Acordaros de las palabras de Jesucristo: “No acumuléis tesoros en la Tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde los ladrones entran y hurtan. Acumulen tesoros en el cielo donde los ladrones no entran y hurtan. Dónde está tu tesoro, allí también estará tu corazón”. Vuestra hermana en Cristo.
Rosa María de Dios
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Hombre Rosita!!!!! Q chulo no??? Entonces todo el oro y los tesoros de la iglesia que????? Cuanta hipocresia y falsedad!!! Cuanta mentira!!! Y Jesus diria: no resucito porque me dan vergüenza!!! Como pueden hacer estas barbaridades en mi nombre????
Señor paflipar tiene usted razón, yo nunca he sido partidaria de tanta riqueza en las iglesias, ni en el gran palacio que vive el papa en el Vaticano. Lo rechazo y no de ahora sino de de muchos años. Muchos santos de la Iglesia Católica por ejemplo San francisco de Asís no quería que se adornase los cálices, ni sagrarios de oro. Pero las leyes de la Iglesia son así y viven de muchos tesoros que Jesucristo rechazaría cuando hay tanta hambre en el mundo. Pero yo amigo no veo el pecado y el error de los demás, sino a Cristo y ellos aunque algunos no lo cumplen son maestros que enseñan los evangelios. Pondré un ejemplo: Yo de pequeña tenía una maestra que me pegaba mucho porque sin saberlo tenía un poco de sordera en el oído izquierdo y no podía entender lo que explicaba. Me encerraba en un cuarto oscuro y me castigaba poniéndome orejas de burro y me hacia pasear por todas las clases. Esto marco mucho mi vida, pero reconozco que era una excelente maestra con muchos conocimientos, valía para ello. Y me enseñe a leer a escribir más lenta que mis compañeras pero aprendí. Estimado hermano no tenemos que fijarnos en las cosas malas de este mundo y ser arrastrados por ellas. Cuando nos comemos las uvas tiramos el racimo a la basura. Yo amo a Cristo mucho por lo que hizo por todos nosotros y le admiro y deseo imitarle aunque sea en una pequeña parte y como dijo El, tenemos que aplicar esas palabras: “NO NECESITAN DE MÉDICOS LOS QUE ESTÁN SANOS SINO LOS ENFERMOS, NO HE VENIDO A ESTE MUNDO A ESTAR CON LOS JUSTOS SINO CON LOS PECADORES. Espero que me comprendas amigo, yo sufro mucho al ver las cosas erróneas que hay en las iglesias, pero cierro los ojos y aprendo las palabras de los evangelios y me esfuerzo por practicarlas hacia todos mis hermanos. Ahora yo pregunto ¿Qué culpa tiene El de los errores humanos? Cuando estaba en este mundo usted sabe que se burlaban muchos de El, le llamaban loco fanático, y muchas más cosas, y no pararon de amenazarle hasta que lo crucificaron.
Un saludo afectuoso de su hermana en Cristo
Rosa María de Dios
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