El papel que escribe la historia
Hoy PAPENSA es un edificio abandonado que nos recuerda los años de florecimiento y brillantez y a las personas que en esta industria trabajaron
En la Partida Materna de Alzira se ubicaba una floreciente industria de fabricación de papel de seda que servía para envolver el dorado fruto para resguardarse en el transporte que, principalmente, se realizaba por vía marítima y que con los días que duraba la travesía para llegar a destino se dañaban las naranjas, motivo por el cual nació PYCFEN, Producción y Consumo de la Federación de Exportadores de Naranja, que años más tarde se denominaría PAPENSA.
Siendo el papel materia tan indispensable para la vida humana no podía Alzira menos que estar representada en esta rama tan importante contando con esta gran factoría que disponía de maquinaria y utillaje para la fabricación de papeles finos denominados sedas.
La ubicación de PAPENSA quizás sea una de las cotas más elevadas de la ciudad, puesto que allí instaló José Pascual Asunción, el conocido molino de Fus, que antaño había sido una pelaora. El motivo de instalar este molino es porque en la riada de San Carlos de 1864 cuentan que no llegaron hasta allí las aguas enfurecidas del Júcar.
En 1931 llega a Alzira Antonio Pastor Asunción, procedente de Alcoy, donde dirigía una fábrica de papel requerido por la Federación Española de Exportadores de Valencia para poner en funcionamiento y dirigir la fábrica de papel de seda que inicialmente llevaría el nombre de PYCFEN, que entraría en servicio al año siguiente, 1932.
En octubre de 1936 esta industria es colectivizada y el expediente viene reflejado el informe de la situación del negocio actualizado en el mes de junio del mismo año en el que decía: ...mientras la fábrica se desarrolló bajo el régimen capitalista, no pudo acumular beneficios, ya que sus características no fueron precisamente las de obtener estos en su explotación, si no producción y consumo por los mismos accionistas, limitando el coste del papel después de cubierto el presupuesto general del negocio.
Tras la Guerra Civil, la empresa vuele a funcionar con normalidad haciéndose cargo de la gerencia Antonio Pastor Aracil; de la administración y fábrica sus hermanos Jorge y Santiago, respectivamente. Por otra parte, existía un consejo de administración que presidía el exportador carcagentino Norberto Ferrer, siendo vicepresidente Ramón Llácer, de Algemesí, y como vocales Francisco Arbona, de Alzira; Bernardo Botella, de Carcaixent; José Carbonell, de Pobla Llarga, y Modesto Gaspar, de Sagunto, actuando como secretario, Antonio Pastor Aracil.
PAPENSA, al mismo tiempo que fabricaba el papel de seda disponían en el ala sur del edificio, máquinas para el estampado de las diferentes marcas que utilizaban los exportadores de cítricos, que correspondía a la Timbradora Valenciana, dependiente de PAPENSA.
El 12 de abril de 1961, por causas que no se conocieron, se produjo un voraz incendio que el almacén de desperdicios destinados a la fabricación de la materia prima, el papel de seda, en el ala norte del edificio, causando grandes destrozos.
En 1963 se contacta con una empresa alemana adquiriendo e instalando una moderna maquinaria para la fabricación del papel, de esta empresa que su producción anual de papel de seda, era suficiente en la mitad de la década de los años 40, para el empapelado de naranja que transportarían 15.000 vagones de diez toneladas y que la energía eléctrica que consumía en un año era de dos millones de kilovatios.
Pasan los años y en 1976 entra a formar parte en la empresa, como socio mayoritario, el industrial alcireño Luis Suñer Sanchis, pasando poco después a potenciar la industria a artículos de un solo uso, como servilletas y manteles; ya la anterior producción, debido a mejorar los transportes y haber pasado del barco al tren y después por carretera y el producto llegar más pronto a destino, los primitivos socios, exportadores, se negaron a invertir en el negocio, decayendo poco a poco la industria.
PAPENSA en el mes de octubre de 1982 sufrió en menor cuantía la invasión de las aguas del pantano de Tous, al ser una de las cotas más altas de la ciudad, como decíamos al principio; solamente alcanzó un palmo, llegando a inundar solamente los sótanos y fosos donde estaba instalados los motores de la maquinaria.
A PAPENSA le llegó el declive allá por 1987, cuando se hizo cargo Gestiber S.A, haciendo poco después, en 1990, suspensión de pagos, dejando en la calle a 106 trabajadores.
Hoy PAPENSA es un edificio abandonado que nos recuerda los años de florecimiento y brillantez y a las personas que en esta industria trabajaron. A Antonio Pastor Aracil, le recordaremos por su trato afable y por que ocupó durante 13 años la presidencia de la UD Alzira y de primer teniente alcalde del Ayuntamiento en las legislaturas como alcalde de Bernardo Andrés Bono y de José Pellicer Magraner.
La vista aérea que acompañamos es de 1960, cuando aún, como podemos ver, no existían edificios colindantes, como pudieran ser los almacenes de la Cooperativa La Agrícola.
Alfonso Rovira 15.03.1996
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