Echar raíces en el campo
Octavio Dáries, un hombre laborioso enamorado del campo al que sirvió durante toda su vida
A los hombres laboriosos es a quienes las naciones deben sus adelantos, su ilustración y su economía.
Octavio Dáries Martínez, es un alcireño que a sus 84 años tiene en su haber un extenso currículum de su bien hacer en pro de la agricultura del pueblo que le vio nacer.
Vino al mundo el 19 de Septiembre de 1911, en el número 34 de la calle del Dr. Ferrán. Un hombre laborioso enamorado del campo al que sirvió durante toda su vida, a través de sus numerosos cargos que desempeñó en su dilatada actividad.
A los 16 años obtuvo el título de técnico fumigador para combatir los herbicidas y plagas del campo. Años más tarde, con su figura señera, simpática, de trato afable y sencillez, gran conocedor, como pocos de los problemas que entrañan a la agricultura, le confiaron la presidencia de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos, de la que había sido vocal durante algunos años secundado por una eficaz junta rectora y auxiliado por el diligente secretario José Tudela llevaron a cabo la conservación de caminos, plagas, extensión agraria y lucha antigranizo, entre otras actividades. En el tema de caminos, la hermandad tenía a su cargo una extensa red que pasaba de los cien kilómetros de extensión en el término de Alzira, los cuales comunican a todas las partidas y en la conservación de estos dedicaban especial atención. Para este menester disponían de una apisonadora de 10 toneladas accionada con aceites pesados y un equipo de moto-bomba para el riego asfáltico. Máquinas que hoy duermen su bien ganada jubilación.
Durante su mandato, se puso en funcionamiento un insectario ubicado en un almacén de la calle Naranjo, para combatir la lucha bacteriológica con las distintas plagas del campo.
Otros muchos cargos disfrutó más tarde, como jefe del Cuerpo de Policía Rural, vicepresidente de la Cámara Agraria de la capital de provincia y presidente de la Cámara Local Agraria. En el desempeño de presidente de la Agrupación de Hermandades de la Ribera del Júcar, para la lucha antigranizo contó con la experta asistencia del técnico Luis Domingo Huarte y el secretario Bernardo Pellicer Martínez. Se puso en funcionamiento las distintas bases, que desde las 200 casetas construidas y ubicadas en puntos estratégicos de las huertas de la Ribera eran servidas por 16 jefes de división y 200 disparadores siendo el sistema de combate el lanzamiento de cohetes granífugos, consiguiendo una baja considerable en los siniestros que producía el pedrisco en la zona.
Octavio Dáries fue el primer presidente que tuvo Cooperativa Agralco en su fundación y más tarde tesorero de la misma. Durante 32 años desempeñó el cargo de presidente de la Comunidad de Regantes Margantoni y de la histórica Acequia Real del Júcar, Junta Local de Riegos de Alzira. Hasta su jubilación ha ostentado el cargo de máxima responsabilidad. Durante el ejercicio de su mandato se llevó a cabo el revestimiento del brazal de Alzira, entre 1983 y 1984, que toma el agua en la Acequia Real en Alberic hasta la partida del Ráfol en nuestra ciudad, con un costo de 525 millones, recibiendo ayudas de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la Excelentísima Junta de Gobierno de la Acequia Real. Para completar los cargos oficiales no le faltaba a Octavio Dáries el haber sido durante algunas temporadas deportivas del primer equipo de fútbol local, la UD Alzira, siendo primero vicepresidente y seguidamente presidente.
Hace pocos meses, el 19 de Octubre último, recibió el merecido homenaje de la Junta de Gobierno de la Acequia Real de Júcar, que preside Vicente Tortosa Lacasta, oriundo de nuestra ciudad, haciéndole entrega de una placa de plata en la que se puede leer: La Excma. Junta de la Acequia Real del Júcar a Octavio Dáries Martínez, en reconocimiento a sus muchos años de dedicación como Diputado de esta Junta de Gobierno desde 1981 y como presidente de la Junta Local de Alzira.
Un hombre, Octavio Dáries, que dedicó toda su vida a la tierra, -consciente de la frase bíblica Con el sudor de tu frente ganarás el pan de cada día- al lado del labrador que sufre en el campo las inclemencias del cierzo y los ardores del sol, ha disfrutado de muchos días laboriosos, que son los que nos proporcionan las noches tranquilas.
Alfonso Rovira 12.01.1996
Añadir un comentario