Por: Antonio Caballero
“El mueble corre paralelo al resto de las bellas artes, pero no es reconocido al mismo nivel que la pintura, cerámica, escultura…”
¿Cuándo surge el primer mueble? Evidentemente cuando el hombre tiene necesidad de útiles para sobrevivir. El mueble constituye en la prehistoria un útil más para la supervivencia, una lucha por la supervivencia que busca también su comodidad.
Todos hemos visto documentales en los que algunos primates antes de acostarse acondicionan su lecho con hojas y ramas buscan un buen descanso y comodidad. Y todos sabemos que antiguamente los colchones estaban rellenos de paja, incluso los asientos tapizados no hace mucho también, pues bien, esto es la evolución. El mueble evoluciona con el hombre, existe y vivirá para nosotros.
En toda civilización, la fuente escrita es la que nos da constancia de nuestra vida, costumbres y desarrollo; esto comienza en épocas avanzadas. Antes hubo largos periodos de tiempo en el que también había vida cotidiana de nuestros antecesores, sociedades iniciadas en las artes más básicas y que sólo podemos conocer acudiendo a los testimonios humanos materiales: ruinas, utensilios o los pobres restos del hombre hallados en cuevas o sepulcros. Es lógico suponer que el primer elemento utilizado por el hombre fue la madera debido a sus facilidades de consecución, adaptación, transformación, etc. Sin embargo, su fácil corruptibilidad ha impedido que lleguen hasta nosotros elementos completos, sólo la piedra tallada o pulimentada es perdurable.
En los inicios de nuestra historia más lejana encontramos un grupo de hombres y mujeres refugiados al abrigo de una cueva estén inmersos en sus tareas cotidianas, curtido de pieles, fabricación de herramientas y quehaceres domésticos en general que requieren estar largo tiempo sentados. Fue cuando el hombre tuvo la necesidad de acomodarse en la realización de sus labores y también para descansar. Es el principio del mueble, objeto destinado a facilitar los usos y costumbres del ser humano, la piel en el suelo daba confort, calor… más tarde se echaría encima de un tronco o piedra y constituiría el primer asiento.
Un gran descubrimiento y toda una revolución artística. Primero por la utilidad de la madera, un elemento natural con grandes posibilidades y después la gran creatividad del ser humano transforma la piel como elemento de abrigo y después llega a formar parte del ajuar como colcha y como cojín. Hoy miles de años después, sobre la base de este asiento seguimos utilizando la piel para tapizar y ese tronco primitivo se convierte en silla.
No podemos olvidar al hablar del arte del mueble del legado de nuestros antepasados. El primer artesano surge entonces y su sensibilidad servirá para iniciarnos en el mundo del arte. El mueble corre paralelo al resto de las bellas artes. Incompresiblemente éste no es reconocido al mismo nivel que la pintura, cerámica, escultura… Los movimientos artísticos evolucionan de igual manera y el mueble se inspirará en ellos llegando a denominar el estilo al igual que el resto.
Con la aparición del homo sapiens se suele considerar que el arte tenía una función ritual o mágica, pero debemos afirmar que con la evolución del ser humano este concepto adquiere un componente estético y de funcionalidad, el mueble es el reflejo de todo ello.
Antonio Caballero Bataller
Restaurador de muebles
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