

Por: Rosa María de Dios
“Dios está en todas las cosas y amarlas es amar a Dios”

Estimados hermanos en el Señor, una historia muy conmovedora la voy a compartir con todos vosotros.
Me regalaron hace dos años una gatita pequeña negra. Esta quedó embarazada hace poco más de un año y tuvo cuatro gatitos hermosos y blancos. Cuando comían solitos regale tres y me quedé una gatita a la cual le puse de nombre Estrella. Esta era muy revoltosa y simpática; era la alegría del hogar. Ella, junto con su madre Perla, salía a pasearse por el monte y quedó embarazada.
El día 6 de mayo de madrugada parió cinco gatitos blancos como la nieve. Era una madre cariñosa y buena casi ni salía a comer ni a hacer sus necesidades al patio para no dejar a sus hijitos. Hace dos semanas me levante hacia las ocho de la mañana y vi que Estrella no estaba en su cuna con los gatitos y éstos no paraban de maular. Pasaron cuatro días sin aparecer; yo los alimentaba con una jeringa con lechita y extrañada me empecé a preocupar.
Un día al entrar al chalet vi al perro del vecino que estaba comiendo un trozo de carne. Me arrimé a él y vi que el collar de Estrella estaba destrozado en el suelo y parte de sus carnes; se la estaba comiendo. Hermanos, no hay palabras para explicar lo que sintió mi corazón. Llena de dolor entré en el hogar y besé a cada pequeñín fruto de su vientre y con gran fe levante los ojos y pedí a Dios que los protegiera porque los pequeñitos estaban desesperados.
Una noche me levante al servicio donde ellos estaban en la bañera y no les oía maular y me extrañé. Cuando retiré la cortina vi a su abuelita Perla lamiéndolos y cuidándolos dándoles el cariño que los pobres huerfanitos necesitaban.
Hermanos, derramé lágrimas por el hecho tan extraordinario y di gracias a Dios por hacerme ver que si las mamas y los abuelitos de los humanos cuidan y aman a sus bebes también los animales sienten el mismo amor. Hoy queda una gatita que le hemos puesto Estrellita porque es igual a su mamá. Pronto se la llevarán, la han adoptado, se va a Valencia. Yo me la quería quedar pero aquí, en la montaña, puede correr peligrosos riesgos y ser martirizada como lo fue su mamá.
Gracias a Estrella, los gatitos que las familias han acogido serán felices en el hogar por dejar esos pedacitos de carne a sus bebecitos que ella hasta su último día cuidaba con amor y con lealtad; y gracias a la abuelita Perla que les dio cariño hasta que fue llevado cada uno a su destino.
¡Cuánto nos enseña Dios en toda su creación! Siempre he dicho y diré estas palabras: “Dios está en todas las cosas y amarlas es amar a Dios”.
Rosa María de Dios
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
¿Extraordinario? Pues yo tuve una gata que se comió a sus cuatro hijos. ¡UN MILAGRO! No, en serio, los animales tienden a proteger a los pequeños, sea de la raza que sea. Hace poco vi un reportaje de un jaguar, que mató a un mandril, y se dio cuenta de que había un pequeñín agarrado al cadáver del babuino. El jaguar se puso con el pequeño, sin hacerle nada, sólo cuidando y limpiándolo, hasta que murió. No se comió a la madre, se fue de allí al morirse el pequeño de frío. No es gracias a "Dios" que haya ocurrido eso, es simplemente, instinto.
Y evidentemente, por una cosa buena que hace "Dios" no es que digamos que sea bueno, si deja que ocurran las cosas que pasan en el mundo.
Así Languituerto como hay personas desiquilibradas tambien hay animales con la misma enfermedad. Y las cosas que están pasando en el mundo solo el ser humano es culpable de ello porque el planeta de puro que lo creo lo están contaminando.
Rosa María de Dios
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