Poema de María Fernández
Lugar de encuentro
Por: María Fernández
Suerte la de algunos burros
Jesús, siempre humilde y manso, sin querer sobresalir,
era como el buen pastor cuidadoso de su grey
y decidió aquel domingo mostrársenos como Rey.
Pidió a dos de sus discípulos ir al poblado vecino,
diciéndoles: -En tal casa, encontraréis un pollino;
desatadlo de la reja y traedlo; quiero en él
entrar antes de mi muerte, triunfante en Jerusalén.
(Era el burro allá en Judea un apreciado animal…
tanto, que podía ser cabalgadura real).
Obedientes los apóstoles se pusieron en camino,
y encontraron una burra y junto a ella, su pollino.
Sin oponer resistencia, aquel paciente animal,
fue desatado por ellos y se dejaba llevar.
-¡Eh, eh, que ese burro es mío!
-No se preocupe, mujer, lo necesita el Maestro
y lo va a tratar muy bien.
-¡Ah, pues si es para el Maestro, llevad la burra también;
todo lo que necesite y yo le pueda ofrecer!
-No, sólo quiere el burrito porque va a montar en él,
que quiere entrar el domingo triunfante en Jerusalén.
-Pues advertidle al Maestro que tenga mucho cuidado,
que el burrito está salvaje porque aún nadie lo ha montado.
(qué suerte tiene mi burro… no lo habría imaginado).
Con sus mantos los apóstoles le empezaron a adornar
para que Jesús montara sobre el joven animal.
Cuando Jesús de este modo, entró por Jerusalén,
todos los niños hebreos se agolpaban junto a Él,
llevando ramos de palmas, de olivos y de laurel.
“¡Viva el Hijo de David, hosanna al Hijo de Dios,
sea bendito el que viene en el nombre del Señor!”
Pero los que le envidiaban, al ver triunfo semejante,
le dijeron a Jesús: -¿Pero no tienes bastante?
todos van en pos de ti; ¡anda, diles que se callen!
-¿Qué les diga que se callen? ¿Y por qué se han de callar?
que sepan más que vosotros, ¿os tiene que molestar?
Aprendes de los sencillos… que os pueden enseñar…
porque si estos se callara, las piedras tendrían que hablar.
Y Jesús siguió triunfante por la histórica Ciudad.
Nada se oculta al Maestro. De sobra sabía Él
lo que dentro de unos días tendría que padecer.
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