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Estampas y recuerdos de Alzira (159)Baix les arcades de les palmeres
La costumbre de llevar palmas en la procesión del Domingo de Ramos la inició el abuelo Boix hace casi cincuenta años
“...los grupos de palmeras agitando sus surtidores de plumas, como chorros de hojas que quisieran tocar el cielo cayendo después con lánguido desmayo...” así describe Blasco Ibáñez en su novela “Entre naranjos”, la panorámica que divisa Rafael, protagonista de la obra, desde la Montañeta del Salvador.
La palmera de dátiles, Phoenix dactylifera, distribuida desde la India hasta Canarias, produce bayas cuya semilla acumula dentro del sarcocarpo azucarado, celulosa también comestible. El dátil, que alcanza un gran valor desde el punto de vista económico, superior al que generalmente se le supone, sin contar el valor de la palma verde utilizada para la fabricación de utensilios domésticos y el de la palma blanca para el Domingo de Ramos.
El dátil, producto de la palmera hembra, es obsequiado junto con lecha de camella, a visitantes ilustres que visitan los países árabes a la llegada a estas tierras.
Hacemos esta pequeña introducción, no para darles a conocer, pues de seguro que saben quiénes son, las personas que aquí en Alzira han dedicado toda su vida y lo siguen haciendo, bien directamente en el cultivo y cuidado de las palmeras de nuestro entorno más cercano, comercializando su fruto o la confección artesanal de las palmas para la festividad de Ramos y palmas.
Los Boix, en Alzira, son una familia que descienden de Elche -aunque en ocasiones también lo hacen de las palmeras-; ciudad alicantina donde crecen por millares esta especie. Antonio Boix Vicente y su esposa, Josefina Pomares Torres, llegaron a nuestra ciudad para independizarse en la profesión residiendo en los primeros años en la calle Camí Nou de Gandía, frente a Casa Chispa; pocos años después se trasladarían al Carrer de la Palla, .Salvador Santamaría, 18,- donde tienen el taller y almacén en la actualidad. Sus hijos Antonio, Tomás y Manola, que si bien eran ‘encargados’ en Alzira nacerían todos en Elche pero toda su vida ha transcurrido en nuestra ciudad desde los primeros días.
El abuelo Boix, fallecido en 1987, y su esposa Josefina, cuyo deceso ocurrió en 1983, se dedicaron desde su llegada a Alzira a la venta del producto de la palmera. Sus hijos, Antonio y Tomás, pronto aprendieron el oficio de sus mayores, ya que el ascender a una palmera se inicia a la edad muy temprana para ir curtiendo los pies, ya que el trayecto hay que hacerlo descalzo y auxiliado de una cuerda que antaño era de esparto o cáñamo y en la actualidad, -como las ciencias adelantan que es una barbaridad- son de fibra, con un alma de alambre. Provistos de un corbellot, una especie de hoz grande, se plantan en pocos segundos en la cima de la palmera donde entre los meses de julio y agosto cubren las palmas y tenerlas dispuestas para cortarlas poco antes del Domingo de Ramos, ya transformadas en blancas, previamente tejidas de manera artesanal y adornadas. El producto comestible del árbol es recolectado a finales del mes de octubre, en la época en que estamos.
También los Boix, cubren las palmeras hembras con el polen de la especie opuesta para que fructifique y salgan los dátiles, producto que los alcireños, al llegar principios de este mes de noviembre esperan la paraeta de los Boix en el lugar tradicional de la Plaçeta, los domingos por la mañana. Pero también les hemos visto en multitud de lugares, como en el Porrat de San Vicente de Guadassuar y en el de San Blas de Llaurí y en los mercados de los pueblos de alrededor vendiendo el dulce producto.
La costumbre de llevar palmas en la procesión del Domingo de Ramos la inició el abuelo Boix, quien confeccionó hace casi cincuenta años unas palmas para su hija Manola y las amiguitas, ya que los niños portaban ramos de olivo.
El tiempo, que no perdona, ha hecho que este año deje la profesión de palmerer que llevó dentro toda su vida, Antonio, el hijo mayor de los Boix, pero que ha sido transmitida a sus descendientes más próximos como son Javier Boix Almela y David Gadea Boix, quienes continúan en el tajo, gracias a las enseñanzas de su abuelo Antonio.
Casi siempre, en esta colaboración semanal, acompañamos una fotografía antigua; pero en esta ocasión David y Javier han dicho: ja está be de vells, y por ello hemos tomado como muestra la paraeta de la Plaçeta de las mañanas de los domingos, que nos viene siendo familiar, en la que ellos son los protagonistas.
Alfonso Rovira 03.11.1995
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Cultura : Historia, Patrimonio, Costumbrismo y Pasado,
Secciones : Estampas y recuerdos de Alzira,
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Eres un gran Artiste, muchas gracias por recordarnos en estos Articulos. Precioso amigo Rovira.
Deseandote que hayas disfrutado de estas fallas 2012, y ahora nuestra gran Semana Santa, te veo.
Un abrazo.
sr.Rovira una servidora tiene una fotografia del año 1955 con una palma en la mano en la Placeta de Alzira
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