Rebajas bajo el sol
No hemos hallado respuesta a por qué el “mercat” se instaló los miércoles
...Y Leonora, olvidada de las aglomeraciones de las grandes ciudades, se admiraba ante la confusión de gentes que se agitaba en la plaza llamada del Prado, donde los miércoles se verificaba el gran mercado del distrito. Fuera del Prado, los labriegos buscaban en el Alborxí el mercado de los cerdos o probaban caballerías en el Hostal Gran.
Así describía Vicente Blasco Ibáñez el mercado de los miércoles, en su obra “Entre naranjos”, en 1900.
Decía Agustín Ferrer Clari, arqueólogo municipal, que su abuela materna, residente en la emblemática barriada de San Juan, donde se situaban los principales agricultores propietarios de la ciudad, que el eje como día principal de la semana, era el miércoles. Se refería que era el día en que las gentes acudían al mercado para el aprovisionamiento de las despensas; había que ir consumiendo los víveres hasta llegar este señalado día. Quizás el miércoles era el elegido para tomar frescos manjares recién recolectados de la huerta que, por otra parte, no había medios para conservarlos en los siguientes días.
Pero, ¿por qué el “dimecres mercat”? No hemos hallado respuesta a nuestra auto pregunta sobre la implantación del mercado en este día. Posiblemente fuera creado por nuestros antepasados los árabes en tiempos antes de la Reconquista. De lo que si tenemos conocimiento, puesto que existe en el Archivo Municipal, en una de las actas hace referencia al mercado de los miércoles en 1344. De lo que si hemos oído hablar a nuestros mayores, de que en la plaza del Sufragio se vendía “escuraeta” fabricada con barro procedente del cercano Alborxí -a la otra parte cruzando la Avenida Luis Suñer.
Conocimos el mercado de los miércoles a lo largo de los últimos 50 años, que ha ido trasladándose de lugar. Un mercado de tradición árabe donde se extendía la mercancía en el suelo. A la placeta de Santa Catalina llegaban, cuando había una acera que la circundaba, los carros de los mercaderes muy temprano para instalar “les paraetes”, que seguían introduciéndose en la angosta calle del Amparo hasta llegar a la Plaza del Mercado de “detall”. En horas punta se hacía muy difícil atravesar este corto recorrido. Había ramificaciones que se extendían por las calles de Costa y Santos y Plaza de San Bernardo. Telas, confección, zapatos, alpargatas, sombreros que vendían gentes de la Marina... de todo se podía encontrar en este mercado semanal sin olvidarnos del mercado plumífero, el de las aves y conejos, que se vendían a la “plaçeta de les gallines”, junto a la Casa Consistorial. La reforma y transformación de las calles por donde discurría el mercado de los miércoles hizo que los mercaderes instalaran sus puestos en la calle Faustino Blasco extendiéndose a principios de 1970 a la Plaza del Reyno que recién urbanizada tenía que ser cortada al tránsito rodado cuando los miércoles se instalaba el mercado. Más tarde, tras la pantanada de 1982, fue construido un nuevo, lujoso y marmóreo mercado de detall, arrastrando hacía el lugar el popular mercado de los miércoles de tradición centenaria en la histórica isla, a la conocida partida del Alborxí, lugar urbanizado por la calle Pere Morell y adyacentes por donde discurría el camino entre naranjos tras atravesar el puente cercano a la Constructora.
Con la foto que acompañamos que Enrique Camarena, “forner” de la Vila y aficionado a la fotografía, tomó un miércoles del año 1963 en pleno mercado queremos tributar un pequeño homenaje a los mercaderes que recorren cada día un pueblo de la Ribera soportando las inclemencias del tiempo.
Emilio Serrano Martí, fallecido el año 1982, tras la pantanada, tenía su “paraeta” en la calle del Amparo, frente a la casona señorial del que fue alcalde de Alzira, Bernardo Andrés Bono. Emilio Serrano Martí comenzaría su andadura comercial de la mano del recordado Pedro García Villalba, al que acompañaría durante muchos años por los pueblos de la Ribera en los años 40. Por detrás aparece la cabeza de su hijo Emilio, un hombre cordial y amable con todos los que han gozado de su amistad que, en estos momentos, aquejado de una grave enfermedad, le impide .acudir a la cita del “mercat dels dimecres” que ha sido toda su vida.
Alfonso Rovira 09.06.1995
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