Un campo labrado de escolares
Escuelas diseminadas por el término municipal para los niños que habitaban en los huertos
No se que tiene la virtud que, con alcanzárseme a mi tan poco o nada de ella, luego recibí gusto de ver el amor, el término, la juventud y la industria con que aquellos benditos padres y maestros enseñaban a aquellos niños, enderezándoles las tiernas varas de su juventud, porque no se torciesen ni tomasen mal siniestro en el camino de la virtud, que juntamente con las letras les mostraban.
Son retazos que recoge Ezequiel Solana en uno de sus libros editados por el Magisterio Español, sobre El Quijote de Miguel de Cervantes en una publicación de 1926.
Consideraba cómo les reñía con suavidad, los castigaban con misericordia, los animaban con ejemplos, los incitaban con premios y los sobrellevaban con cordura y les dibujaban la hermosura de las virtudes para que consiguiesen el fin para que fueron criados. Termina así el texto que hemos elegido.
Funcionaban en Alzira diversas escuelas diseminadas por su extenso término municipal, para que los niños que habitaban en los huertos tuvieran las mismas oportunidades de cursar estudios que los que vivían en el casco urbano. Aunque estas escuelas, muchas de ellas ya no existen, fueran cerradas hace algunos años al no haber población infantil en los huertos y por otra parte al constante desarrollo de las comunicaciones.
Aquellos heroicos maestros de escuela impartieron su magisterio en las escuelas existentes en la Partida de Fracá, en las conocidas tabernes de Lino, en la carretera de Gandía; en la de Vilella; la Garrofera de Alzira; Montañeta; Alquerieta; Arrabal de Santa María; vulgo Les Barraques; La Barraca de Aguas Vivas y en la partida de Vallvert.
Nos cuenta el veterano maestro, José Benavent Peris, que daba clase en les tabernes de Lino, en el primer cuarto de siglo, un profesor llamado don Juan; después le sustituiría Fernando Fluixá. En el huerto de Lacasta, en la partida de Vilella, entre 1917 y 1922, dio clase Bernardo Garrigues Gregori y mas tarde lo hizo él mismo, José Benavent, que era estudiante de magisterio, impartiendo la enseñanza hasta 1928 que marchó el servicio militar; haciéndose cargo de la escuelita de Vilella una joven llamada Consuelo David. Esta escuela estaba ubicada en un huerto donde los hortelanos fundaran una cooperativa y en el piso superior funcionaban las instalaciones de la escuela. Años más tarde de la escuela de la partida de Fracá se haría cargo la maestra alcireña María de la Cruz Pellicer.
La unitaria de niños y niñas de la Garrofera de Alzira fue creada en 1944, donde el Ayuntamiento otorgó la cantidad de 20.000 pesetas de la Dirección General de Enseñanza Primaria. Siendo proyectada la edificación por el arquitecto municipal Juan Ríos Cogollos, en 1946, adquiriéndose poco más de una anegada de tierra por el valor de 2.035 pesetas. La subasta de la construcción del habitáculo escolar mas la vivienda para el maestro alcanzó la cifra de 156.714’97 pesetas, otorgándose la obra al constructor Ramón Pla Boquer.
En 1960 fue construido otro grupo escolar al pie del calvario en la Montañeta del Salvador, dentro del Plan Nacional de Escuelas en la Zona Mediterránea. Hasta esos años la escuela funcionaba en la Calle Covadonga de esa querida barriada alcireña.
Tenemos noticias de que también funcionó una escuela instalada cerca del Pont de Xàtiva, en plena huerta, denominada Escola Nova, regida por el fraile capuchino Vicente Peris, allá por los años 70, que al poco tiempo dejó de funcionar.
De todas estas escuelas, la que mas conocimos por amistad personal con su maestro, Eleuterio Grau, fue la del Forn de Carrascosa, entre huertos de naranjos, en la partida de Vallvert, denominada esta Escuela Azahar, de la que hace muchos años fue su maestro el recordado José Furnells Fecker.
Eleuterio Grau Gurrea tomó posesión de la escuela El Azahar allá por 1954. Diversas actividades creó el activo y diligente maestro, como la celebración cada año de la Santa Misión; por otra parte participaban en las fiestas que la partida dedicaba a la patrona, la Virgen del Rosario; implantó Grau, con la colaboración de un vecino, la distribución del correo por los huertos. Eleuterio Grau fue pionero en nuestra ciudad del transporte escolar, con la creación, terminando los años 60, de una empresa de autobuses, Masvasa, que recogía a los niños diseminados por los huertos y los trasladaba a la escuela. También fundó al mismo tiempo el comedor escolar. La meta que consiguió el maestro de Vallvert, en la partida del Forn de Carrascosa, fue lo que pretende todo educador; elevar el nivel intelectual de sus alumnos y, por ello, sintió siempre de cerca la colaboración de los padres de aquellos niños a los que se les había confiado la educación, niños como los que ven ustedes en la foto que acompañamos, de 1969, en la escuelita de Vallvert, niños que hoy en al paso de mas de un cuarto de siglo, serán personas mayores que recordarán con cariño quien les enseñó las primeras letras.
Alfonso Rovira 17.02.1995
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Me alegra haber leído sobre los comienzos de D. Eleuterio Grau. Fue mi maestro de 1º y 2º de EGB en el colegio Alborxi. No recuerdo si se jubiló poco tiempo después. También fue mi maestra, pero de parvulario, Dª Fina Fernandéz y casualmente conozco a los nietos de D. José Benavent.
Grandes maestros los 3 que enseñaron a leer y escribir a muchos alzireños de hoy y de ayer.
Salu2
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