“En función de la velocidad, el estado de la vía y el estado físico del conductor, la distancia de separación con el vehículo precedente puede variar”
Uno de los tipos de accidentes más frecuentes es el que se produce como consecuencia de alcances por detrás. La norma general establece que normalmente el culpable es el vehículo que golpea al que va delante. Esto lo sabe todo el mundo. El que pega por detrás paga, suele decir la gente ante esta situación y de hecho suele ser así. Veamos por qué.
Las normas de circulación establecen que cuando un vehículo de motor circula detrás de otro ha de mantener una distancia de separación que le permita detenerse sin golpear al de delante en caso de que éste frene bruscamente. Así pues, cuando se produce la colisión se pone de manifiesto que no se mantenía dicha distancia pues, de lo contrario, no se habría dado el alcance, independientemente de las razones, justificadas o no, que hayan dado lugar a la frenada brusca.
Dicen también las normas que si circulamos detrás de otro vehículo y no tenemos intención de adelantarlo, la distancia de seguridad que debemos mantener con él no sólo ha de ser suficiente para no colisionar sino también para permitir que los que quieren adelantar encuentren delante de nosotros espacio suficiente para volver a la derecha con seguridad. Ahora bien, esta última obligación no es aplicable en cuatro situaciones: 1ª) Dentro de poblado. 2ª) En aquellos lugares donde esté prohibido el adelantamiento. 3ª) En vías que tengan más de un carril para el mismo sentido y 4ª) En situaciones de tráfico saturado o congestionado.
Esta es la normativa básica que afecta a la mayoría de los conductores. Hay algo más referido a vehículos pesados y a la circulación por túneles que no merece ser tratado en este artículo.
Una vez recordadas las normas conviene dar consejos prácticos para evitar los accidentes que su inaplicación pueden acarrear.
Lo primero sería saber si en cada momento llevamos esa distancia de separación adecuada que nos evite el accidente. Para ello, hemos de tener en cuenta tres factores fundamentales. En primer lugar la velocidad; la distancia de detención está directamente relacionada con ella y aumenta de manera desproporcionada en función de la misma. Por ejemplo, si circulando a 40 km/h la distancia de frenado puede ser de 10 metros, circulando al doble de velocidad, 80 km/h, esta distancia es de 40 metros, es decir que aumenta no el doble como la velocidad, sino cuatro veces más. En segundo lugar la adherencia derivada del estado del vehículo y del estado de la calzada; si a una determinada velocidad, circulando con pavimento seco, necesitamos una cierta distancia para detener el vehículo, hay que saber que si el pavimento está mojado puede aumentar al doble y que si circulamos sobre una capa de hielo o nieve esta distancia aumentará diez veces. En tercer y último lugar está el estado del conductor, pues de él se deriva (si está cansado, enfermo, o ha bebido, etc.) el que sea mayor o menor el tiempo que éste tarde en reaccionar ante una situación que exija una frenada. Así pues, concluimos que en función de la velocidad, el estado de la vía y el estado físico del conductor, la distancia de separación a mantener con el vehículo precedente puede variar sensiblemente.
Finalmente un consejo práctico: Se recomienda mantener en situaciones normales un intervalo de 3 segundos con el vehículo que va delante, al menos fuera de poblado. Se considera que así estamos manteniendo una distancia prudente. Para medirlo sólo tenemos que tomar una referencia del vehículo que va delante (por ejemplo cuando pasa junto a una señal) y contar si nosotros, que vamos detrás, tardamos más de tres segundos en alcanzarla. Si es así, vamos bien. Si llegamos antes de tres segundos deberíamos aumentar la distancia de separación para no tener problemas.
Juan Pablo Giner Reig
Auto Escuela Alzira
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Estas marcas viales están puestas en la pista de Silla, justo antes de la entrada a Valencia. No las respeta casi nadie, por no decir nadie.
Además, cuando intentas respetarlo siempre hay alguien que se cambia de carril y te impide seguir manteniendo la distancia de seguriad.
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