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El sexo y la sociedadArtículo de opinión de HayacK
“La sociedad estaba sometida a una moral católica empeñada en que todo lo concerniente al sexo era malévolo y sucio”
El sexo es algo que va aparejado al ser humano. Es por eso que las distintas sociedades lo han tratado de una forma u otra. Algunas lo reprimían, lo asociaban a algo impuro y/o sucio. En otras se idolatraba y se le rendía culto a dioses con fines muy diversos con respecto a este tema. No obstante me voy a centrar en la sociedad actual.
Para entender la sociedad actual y su posicionamiento con respecto al sexo hay que observar primero de dónde venimos. Hasta hace no mucho el sexo era tabú. Vivíamos en una sociedad en la que el sexo era algo limitado al ámbito privado. La sociedad estaba sometida a una moral católica empeñada en que todo lo concerniente al sexo era malévolo y sucio. El sexo servía para procrear y nada más. Hasta hoy en día han llegado algunos vestigios de esa moralidad.
La concepción del sexo en la sociedad actual viene dada en dos vertientes; haciendo que los casos intermedios sean raros de ver y poco comprensibles para la gente “normalizada”.
Por un lado, el sexo es visto como actividad para afianzar la pareja y o encontrarla. Vivimos en una sociedad organizada en forma de núcleos familiares relativamente reducidos. Lo que se viene a llamar familia. En una casa, por norma general, suele vivir madre, padre e hijos. Todo lo que escape de ahí es considerado como “familia desestructurada”. Solo en los últimos tiempos hemos visto romperse poco a poco ese modelo. Mejor dicho, se están normalizando otros modelos de familia como las familias monoparentales, de parejas del mismo sexo, etc. Aunque aún queda un largo camino por recorrer.
“Toda persona que nace en esta sociedad está condicionada
ya desde pequeña a cumplir una serie de comportamientos casi rituales”
A la gente, desde muy joven, se le educa en unos valores familiares determinados. Desde joven te educan en la búsqueda de pareja y te animan a formar la tuya propia. Mi abuela no ha tardado demasiado en preguntarme cuando tendría biznietos por mi parte… En definitiva, toda persona que nace en esta sociedad está condicionada ya desde pequeña a cumplir una serie de comportamientos casi rituales. Para conseguir este fin se exaltan valores como el del amor romántico. Eso típico de “y fueron felices y comieron perdices”.
Y es que desde el cine, es rara la película en el que el chico no acaba con la chica, hay una pareja o se dan un par de besos. El sexo, por tanto, queda enmarcado dentro de esa relación maravillosa con la que se supone tiene que ser tu pareja por el resto de tus días. No solo las películas se encargan de recordarnos a cada momento que si estamos solos no somos nada. Es frecuente ver en las listas de éxitos musicales canciones que versan sobre el amor. Las hay más o menos explícitas; pero algunos artistas incluso se han especializado en este tipo de canciones. Si os dais cuenta, en muchas de las canciones que constantemente suenan en cualquier radio musical se encuentran versos o palabras del estilo de “sin ti”, “contigo”, “besarte”, “añorar”,” deseo” y un largo etc.
Por otra parte, el sexo se ha convertido en un objeto de consumo. Una herramienta utilizada para orientar la voluntad del receptor. La sociedad en la que vivimos está sometida a los designios del capital, y a éste le interesa especialmente fomentar el consumismo. Es común ver como en publicidad se recurren a mujeres y hombres objeto. Miradas sugerentes y ropa ligera son muy socorridos a la hora de rodar un spot publicitario; también lo son las voces dulces o insinuantes. Pero estos no son los peores. Los peores sin duda son aquellos que se dedican a reproducir y a fomentar conductas que reproducen los mismos roles machistas que nos vienen dados desde tiempo atrás. Es así como un hombre es presentado ante el espectador del spot como un inútil en la cocina o las labores del hogar llegando seguidamente la mujer al rescate. O como la mujer es puesta siempre al cargo de la casa, de la limpieza, la limpieza y el cuidado de los niños. ¿No es un hombre tan capaz como una mujer de desarrollar las tareas? La mujer se ha incorporado al mercado laboral, pero no así el hombre al hogar. Y este tipo de spots no ayudan demasiado... No obstante, los más tóxicos sin duda son los que presentan a la mujer como la sometida, la que tiene que estar siempre a disposición que convierten a la mujer es una esclava de su propio cuerpo. Por no hablar de esos spots donde se le invita al hombre a ser “varonil”.
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“La gente joven, sobre todo los adolescentes,
vive en la cultura del carpe diem,
o de la satisfacción instantánea”
A consecuencia de todo esto, el propio sexo y sus relaciones personales derivadas se han convertido en un objeto de consumo. El sexo es una forma de diversión más. Mucha gente joven lo entiende así y busca una relación esporádica como colofón a una noche de diversión. Hasta el punto, muchas veces, de “hacerlo por hacerlo” porque toca. Porque había que hacerlo. A consecuencia de la sociedad de consumo en la que vivimos, la gente joven, sobre todo los adolescentes, vive en la cultura del carpe diem, o de la satisfacción instantánea. Todo lo que para conseguirlo requiera dar más de dos pasos no merece la pena.
Por todo lo expuesto anteriormente, en esta sociedad se da algo muy paradójico. Y es que está socialmente aceptado que tu tengas relaciones con un desconocido o desconocida. También está socialmente aceptado que tengas pareja y mantengas relaciones entre declaraciones de amor eterno. No obstante, la gente se extraña ante los “amigos con derecho”. Y no hablo de alguien que conoces y con la que solo quedas para lo que quedas; sino un amigo o amiga con la que salgas, brindes, compartas penas y alegrías. Y si luego apetece y se puede, adelante. Un amigo o amiga con el que ser amigo o amiga cuando toca, e intimar cuando toca. Con un buen amigo o amiga a veces se despierta un cariño especial. Y si hay sexo por medio la gente parece acobardarse o confundir sentimientos con los que justificar su actuación. Todo esto es fruto sin duda de una educación tradicionalmente represiva en donde el sexo se encamina a la primera vertiente que describía, la pareja formalizada (llámese matrimonio, pareja de hecho, etc).
“El sexo es comunicación...
Puede ser lo más sucio o lo más maravilloso”
Lo que he expuesto aquí no es más que mi forma de ver el mundo. Para mí, el sexo es comunicación. El sexo puede ser lo más sucio o lo más maravilloso. Todo depende de si el que lo practica se siente realizado con ello o forzado a ello. A veces, también las hormonas estorban en la mente condicionándola hasta extremos inimaginables, por lo que “apagarlas” resulta siempre beneficioso para el juicio del que lo practica. Siempre, claro está, que no intente engañarse a sí mismo con los dogmas socialmente aceptados sobre la sexualidad que anteriormente he descrito. A mí me ha pasado que, después de “apagar” las hormonas, mi juicio se volvía líquido y fluía por mi mente saliendo al exterior en forma de un torrente de reflexiones, conclusiones y palabras. ¿Dormir? Cuando tu mente se desatasca de esa forma, dormir resulta bastante complicado... eso sí, pobre de la persona que ha estado al lado en ese momento. Pero ya empezamos a entrar en temas más personales... así que dejaré aquí el tema para que seáis vosotros los que reflexionéis.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Ya había podido alcanzar una importante paz de espíritu, cuando Hayack vuelve a despertar en mí los más bajos instintos.
Cuando la tranquilidad llega a Elseisdoble, con artículos sobre; la semana santa, los peregrinos de Alzira llegan a..., nuevas inauguraciones de Elenisima etc.; la palabra sexo. suena con estridencia en este remanso de paz. ¿Aunque bien visto?, a todos estos temas hay algo que los une, tanto la semana santa, como el peregrinaje, y como no nuestra Elenisima, no son nada sin la PASIÓN.
"La sociedad estaba sometida a una moral católica empeñada en que todo lo concerniente al sexo era malévolo y sucio. El sexo servía para procrear y nada más".
Una vez tuve una novia cuyo padre era un beato de mucho cuidado. A la mínima oportunidad me soltaba peroratas bíblicas y, sobre todo, me hablaba de la Virgen como ejemplo de mujer excepcional. Un día, cansado de tanta charla religiosa, le pregunté que si su hija se quedara embarazada y le dijera que había sido del Espíritu Santo eso sería un milagro. Él, se puso serio y me dijo que eso no podía ser, que Virgen solamente había que una y que si eso sucedía que habría que dar explicaciones. Yo le contesté que podría ser un milagro, otro mesías, etc. El siguió diciendo que era imposible, y entonces le dije que menos mal que San José no reaccionó igual que él cuando su mujer le dijo que estaba embarazada. Desde ese día ya no me habló más de religión.
Lo que no entiendo es que si la iglesia prohíbe los anticonceptivos, y hay tanto católico, porque no aumenta la natalidad. Una de dos, o la gente cree cuando le interesa o es que el método ogino está de moda.
Muy buen artículo Hayack. Aunque he hechado de menos una cosa: una perspectiva un poco más feminista, de género o como quieras llamarlo. Es cierto que en un momento concreto hablas de la diferencia de tareas en función del sexo, pero yo iria más allá. ¿O acaso ese mito del amor romántico del que hablas afecta igual a hombres y a mujeres? Es evidente que no. Ni la depencia hacia el otro, ni las obligaciones son recíprocas, mutuas o compartidas por ambos sexos. Y siguiendo tus ejemplos cinéfilos: las comedias románticas que invaden nuestros cines son un buen ejemplo y van dirigidas mayoritariamente a mujeres.
El amor romántico es un mito, no porque no exista, sino porque su existencia es efímera. Sin embargo, como bien explicas, nos educan en este tipo de mitos, estereotipos y valores sociales como si fueran eternos, en lugar de enseñarnos disfrutar de relaciones sanas, igualitarias, compartiendo responsabilidades y alegrias con nuestros compañeros/as de la vida.
A todo ello hay que añadir que numerosas autoras y estudios han demostrado ya que ese mito de dependencia total hacia el otro, ese pensar que "por amor todo vale", es el caldo de cultivo de la violencia de género. Es por ese motivo por lo que se afirma con bastante contundencia que la última batalla del feminismo es la del cambio de las relaciones afectivas y sexuales.
Por acabar, porque me estoy enrrollando bastante, enhorabuena por el artículo.
;e gustó el articulo, yo fui de los reprimidos, pero me agrado m+as el comentario de Benito ¡Siempre tan oportuno!
Muy buen artículo, si señor. Hay que hablar más de sexo y , por supuesto, practicarlo más.
Viva el sexo. Viva la libertad. Viva el disfrute y la responsabilidad. Viva el uso y no el abuso, el respeto a la opinión ajena. Viva la experiencia que nos da sabiduria, control y más disfrute con seguridad. Viva el sexo con uno mismo, o a 2, a 3 a 4 o a 8. Viva la igualdad. Viva la información sin prejuicios. Viva el sexo por amor, por diversión, desahogo o afición. Viva el sexo consentido y con sentido. Viva el sexo hetero, homo, les o bisexual. Viva el sexo en la cama o en el coche, durante el día o la noche. Viva la vida.... vive la vida.
Buen artículo Hayack, aunque cambiaría al principio lo de "moral católica" por "moral religiosa", en EEUU (mayoritariamente evangélica o protestantes, como prefieran) y en los paises árabes (musulmanes), no hay apenas diferencias en este tema, por lo que no me parece correcto limitarlo a "moral católica".
De todas formas también añadiré que no me parece correcto, la actual moda de llevar los pantalones por debajo de la cintura enseñando los slips (muy de moda entre los chicos más jóvenes), realmente creo que es provocar... ¿acabaran bajándoselos también por delante? El tiempo lo dirá, pero tampoco me parece lo más correcto una nueva "Sodoma y Gomorra", independientemente del sexo, el amor (cuando hablamos de amor) es cosa de parejas y no de tríos, ni de cuartetos.
Es que le pese a quien le pese Mc, hace no mucho tiempo en España imperaba el Nacional-catolicismo y se imponía la moral más rancia. Entiendo que esto no sea representativo del conjunto de la iglesia actual como también entiendo el que otras personas no piensen como pienso yo y por lo tanto elijan de forma libre entregarse a su fe. Pero estarás de acuerdo conmigo en que el fanatismo de aquella época ha marcado mucho la sociedad; como marca las sociedades de los otros países que has nombrado. Lo malo aquí no es la religión en si sino la interpretación fanática y la imposición de la fe. Afortunadamente esos años pasaron; pero la importa queda en la sociedad y perdurará por muchos años aún.
Con respecto a las modas... en fin; son modas. Todos en nuestra adolescencia hemos seguido determinados patrones de conducta auspiciados por la educación y las influencias recibidas. Convendrás conmigo MC en que los medios de comunicación, la publicidad y el mercado en general establece unos poderosos hábitos de conducta. Más poderosos aún (tristemente) que el de los educadoras o educadores y padres.
El amor es un concepto demasiado abstracto, y tu visión MC responde exactamente a ese patrón que yo definía en el escrito. El amor para mi es una conjunción de sentimientos. Yo quiero a mis amigos más próximos, a mi compañera, a mis padres, a mi familia... Hay algo que me une, que me engancha a ello. Se puede querer mucho a muchos y tener relaciones con muchos, al tiempo o de uno en uno... La cuestión no está en hacerlo por que puedes, si no elegir si quieres hacerlo o no. En eso consiste ser libre.
Por cierto Liberal, me ha encantado tu comentario :)
A Carolina decirle que tenia en mente escribir "La mujer y la sociedad". Es por eso que no me he centrado demasiado, es más, he eludido introducirme demasiado en el tema de la mujer. La perspectiva de género es importante, pero como es tan amplio el tema de la mujer en la sociedad actual he preferido disociarlo de este artículo. Y es que la perspectiva del sexo es común a ambos géneros aunque cada cual tiene un papel diferenciado en la sociedad, no deja de ser un papel impuesto por unas normas sociales basadas en lo que decia anteriormente; familia y diversión. Pero como decía, el tema da para mucho y se me iba el artículo por las ramas. Aún así no he podido evitar nombrar y diferenciar determinados aspectos con respecto al género en la publicidad.
Es la pasión la que mueve el mundo amigos míos :)
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