

“Es esencial planificar los menús y evitar cocinar más cantidad de la que se va a consumir”
Gran parte de las celebraciones navideñas se realizan en torno a la mesa. La cultura mediterránea anima a agasajar a nuestros familiares con la elaboración de platos que no solemos cocinar habitualmente y además proliferan las cenas con amigos o las comidas de empresa.
Una de las claves para no perder el control de lo que ingerimos es la planificación. Paula March, nutricionista de la Clínica Tecma, da consejos para contrarrestar los excesos y evitar problemas de salud. “Es esencial planificar los menús y evitar cocinar más cantidad de la que se va a consumir, así evitaremos comer más de lo necesario e ingerir una cantidad calórica equivalente a varias comidas”, señala March.
Es recomendable disfrutar de las comidas tradicionales y evitar los productos preparados y precocinados, que dan muchas y muy saludables opciones para preparar la mesa en Navidad. Unos buenos entrantes para cualquier celebración de estos días son los ligeros como las ensaladas (que pueden prepararse de muy diversas opciones), las carnes magras como el jamón ibérico o el marisco hervido o a la plancha. “Es más sano olvidarse de las cabezas de las gambas por su elevado nivel de colesterol y ácido úrico, así como evitar los embutidos o los patés”, recomienda la nutricionista de Tecma.
“Además, para no empacharnos, lo mejor es comer despacio, con tranquilidad, masticando bien los alimentos y disfrutando de la comida. De este modo se puede probar todo lo que hay en la mesa en pequeñas cantidades e intentando no repetir”, añade Paula. El tamaño de las raciones es una buena medida para no aumentar nuestro peso en Navidad y para mantenerlo el resto del año. También podemos contrarrestar las comidas del día, es decir, “si sabemos que la cena va a ser más pesada de lo habitual, es mejor optar por una comida ligera, como una crema de verduras, un hervido valenciano y fruta. O si es al revés, si la comida es abundante y copiosa, a la hora de la cena podemos elegir, por ejemplo una ensalada, verduras a la plancha o un pescado blanco”, explica la nutricionista. Hay que tener en cuenta que la persona o personas que cocinen deben evitar el picoteo, para evitar llegar a la comida sin hambre e ir ingiriendo más calorías de las que debería mientras preparan la celebración.
Una de las pautas más aconsejadas por el servicio de nutrición de Tecma es la de realizar cinco comidas al día y no saltarse ninguna de ellas, así evitaremos llegar a la comida o a la cena con más hambre de la debida e ingerir más cantidad de la que nuestro cuerpo necesita. La fruta y la verdura en esta planificación diaria de comida es esencial para el organismo, así como beber abundante agua, un litro y medio o dos al día.
Además de beber mucha agua hay que acompañar este hábito con la limitación del consumo de alcohol y de bebidas azucaradas, que no hacen ningún bien a nuestro cuerpo, ni en cuanto a salud ni en cuanto al volumen del cuerpo.
En cuanto a los dulces, a veces compramos excesivos polvorones, turrones y chocolates para tener unas buenas bandejas en los postres o en las meriendas. Para no coger kilos de más es mejor comprar una cantidad mínima para no tener de sobra cuando acaben las fiestas y alargar el consumo de estos dulces varios días más de los debidos.
Y como forma de ligar todos estos consejos nutricionales de Paula March, la profesional destaca que además de tener en cuenta todo esto es muy importante moverse a diario. “Con 30 minutos de ejercicio diario podemos compensar las calorías extra de las comidas navideñas y así poder disfrutar con salud de estas fiestas”.
Clínica Tecma
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