Por: Bernat Montagud Piera
Cristo Muerto - Real Cofradía de la Virgen de los Dolores
Lectura con música de fondo
Imágenes de la Pasión
Bernat Montagud Piera
Cristo Muerto
Anotaciones históricas
En 1982, el profesor Aureliano Lairón localizó en el archivo del que es titular un documento fechado el 21 de febrero de 1782 (mencionado en el artículo anterior). En un documento posterior de 1797 se indica que la insignia de la hermandad será una Virgen Dolorosa, imagen de la Piedad, representada en la tradicional iconografía de María. Ésta, sustenta en brazos el cadáver de su Hijo. En 1995, la cofradía publicó, redactado por su insigne cofrade Eduardo Part Dalmau, un documentadísimo libro a quien les remitimos. Desde 1992, ostenta el título de Real. Se distinguen de la cofradía hermana del Devallament por su capuchón truncado. En el paso anterior a 1936, se inspira el actual, espectacular conjunto escultórico labrado por José Justo Villalba en 1954. Unos años antes, en 1940, a la espera de recaudar los recursos suficientes para el actual paso, los cofrades solicitaron a Carmelo Vicent una Piedad. Este escultor, académico de San Carlos y catedrático en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia labró una pequeña imagen de 160 cms. (María, en posición sedente, con su hijo muerto entre sus brazos), cuyo importe ascendió a 3.000 pesetas. El pasado año tuve la oportunidad de ver restaurada, en el local de la Real Cofradía esta joya de la iconografía mariana. Anualmente, acostumbra depositarse en casa de los clavarios.
El imaginero José Justo Villalba
Nacido en Valencia en 1899, se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos (1914-1921), donde adquirió una sólida formación. Entre otros maestros, acudió al taller de Antonio Ballester Aparicio, padre del autor del Huerto y Sepulcro. Toda su vida gozó de un gran prestigio artístico. En 1972 fue propuesto Académico de Número de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, falleciendo en Valencia el tres de julio de 1972, poco antes de ser investido académico. Su estilo escultórico lo heredó su hijo José Justo Silla.
El paso procesional alzireño
El paso, labrado en Valencia, pesaba 587 kilos y llevado a hombros hasta la parroquia de San Juan, fue bendecido por su titular D. Francisco Albiol .El presupuesto escultórico “con andas, todo talla en madera y ricamente dorado” fue de 35.000 pesetas. El paso se nos muestra como un conjunto cerrado. Una reunión de amigos que compungidos tratan de consolar a una Madre resignada con la muerte de su Hijo. Éste, tras recibir humillaciones y padecer torturas, descansa unos instantes en su regazo antes de ser sepultado. La serenidad que emana esta pieza maestra de la imaginería procesional alzireña, nos recuerda al estatismo del Wan der Weyden mostrado en el Museo del Prado. En ambos, la pintura del flamenco y la escultura del valenciano, se aprecia la complicidad de las miradas y el mudo diálogo de las manos. La suave plasticidad actual, aliviada de los excesos dorados de antaño, la convierten, gracias a acertadas restauraciones en una de las obras de mayor belleza escultórica en nuestra Semana Santa.
Próxima entrega: Hermandad de María Magdalena camino del sepulcro del Señor.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Mi felicitación a Eduardo Part y a todos los cofrades. Un año más, vuestro dosel tan innovador no ha dejado de sorprendernos. Un abrazo. Bernat Montagud.
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