«Ya teníamos ganas de volver»
Un milagro. Así consideran los familiares de la pequeña Olaya Moscardó, el bebé alcireño con meningitis, la evolución favorable de la niña y su salida del hospital.
Y es que durante tres meses y medio esta familia ha vivido un infierno viendo a su hija, de tan sólo nueve meses, debatiéndose entre la vida y la muerte. «Cuando llegamos al Hospital La Fe nos hicieron entrar dos o tres veces a despedirnos de ella porque los médicos y las enfermeras pensaban que se moría», recordaron a LAS PROVINCIAS Tino y Puri, los padres de Olaya.
Pero ahora los malos recuerdos dejan paso a una nueva etapa en la que la alegría de estos jóvenes progenitores y de toda su familia es la protagonista.
«Estamos muy contentos. Después de tres meses y medio ya teníamos ganas de volver a casa con Olaya», aseguró Puri con una sonrisa en los labios.
Atrás quedan esos días en los que las salas del hospital se convirtieron en la improvisada casa de estos jóvenes, que en todo momento han estado al lado de su único bebé. Hasta tuvieron que alquilar una habitación en un hostal cercano a La Fe y dejar su casa en Alzira para poder estar más cerca de Olaya, ya que desde mayo «hemos estado sin movernos para nada de su lado», explicó la madre de la pequeña.
Con su regreso a casa esta pesadilla ha tocado a su fin, aunque aún queda mucho trabajo por delante para que este bebé de nueve meses se recupere de la sepsis meningocócica, meningitis, que casi le cuesta la vida. Una batalla que, sin duda, ha ganado Olaya, ya que a pesar de su corta edad ha demostrado que es una luchadora. «Los médicos pensaban que no iba a salir. Nosotros éramos los únicos que apostábamos por ella. Sólo pensaba que un bicho no iba a acabar con mi hija», aseguró emocionada Puri.
Después de casi cuatro meses la pequeña, sonriente y juguetona, ya descansa en la cuna de su casa fuera de peligro y con la buena noticia de que los médicos han descartado el daño cerebral.
Ahora le toca empezar el duro trabajo de rehabilitación, para minimizar las secuelas que le ha dejado la enfermedad. Amputación de un tercio del brazo izquierdo y de todos los dedos de la mano derecha, amputación de varios dedos del pie izquierdo y de todos en el derecho y amputación de la mitad derecha del labio superior y de parte de la nariz. A Olaya, que según su tío Francisco Tarrasó, «va a tener que aprender a vivir con estas secuelas» le queda un largo camino por delante lleno de intervenciones para colocarle prótesis en las manos y en los píes, rehabilitación y revisiones médicas. Un tratamiento que tiene un alto coste económico por lo que la Fundación Irene Megías contra la meningitis abrió una cuenta en La Caixa número 2100-2351-18-0200249997 para donaciones. El día 16 se presentará la Fundación y se entregará las donaciones recibidas a los padres de Olaya.
Publicado con autorización de LAS PROVINCIAS, delegación de la Ribera.
.-000013 .-000021 .-000032
Añadir un comentario