La Ley 13/2011 de regulación del juego ha mejorado las condiciones de la industria
En los últimos años, las autoridades gubernamentales han dado pasos adelante en materia de regulación del juego para borrar las zonas grises y aportar orden en todas las actividades relacionadas con los juegos de azar, apuestas y casinos en línea. En poco tiempo, los usuarios españoles han tenido acceso a muchas opciones de juegos online más allá de las tradicionales quinielas, dejando mayormente de lado los centros clandestinos.
Gracias a las licencias de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), el Gobierno ha logrado controlar y regular los locales de apuestas, juegos de azar y casinos online. Esto quiere decir que operadores como Machance casino, junto a otras plataformas digitales y casinos tradicionales, están sujetos a leyes sobre seguridad, funcionamiento de software y responsabilidad hacia los jugadores. Entonces, los usuarios tienen un respaldo legal que antes no tenían para jugar con tranquilidad y confianza en todo momento.
Hoy en día, existen más de 70 casas de apuestas y casinos en línea con licencias de la DGOJ, lo que representa una base de datos de millones de usuarios nacionales y residentes en todo el territorio español. Las apuestas deportivas y las tragaperras son las actividades más populares, pero también existe una alta demanda de bingos, juegos de mesa y juegos de barajas. Las máquinas digitales han tenido un “boom” a partir de las nuevas regulaciones, con cientos de títulos creados tanto por desarrolladores nacionales como por proveedores internacionales.
Con la implementación oficial de la Ley 13/2011 sobre Regulación del Juego, se ha podido definir el rol de los distintos entes gubernamentales en torno a las actividades de juego. Si una actividad es realizada solo a nivel regional, el control corresponde a las autoridades autónomas. En el caso de las casas de apuestas y casinos que operan en múltiples regiones, incluyendo los casinos en línea que ofrecen servicios para usuarios en todo el territorio español, la responsabilidad recae en la DGOJ.
En comparación a otros países de Europa y América, la regulación del juego en España es mucho más flexible. Desde un principio, las autoridades han querido que los operadores puedan cumplir con las reglas impuestas y han dado un tiempo prudencial para que muchos se pusieran al tanto con los términos de seguridad y privacidad. Incluso, todas las bases de datos preexistentes fueron borradas para que todas las plataformas comenzaran desde cero con la nueva ley.
Todas las empresas que deseen organizar y comercializar actividades de juego como apuestas o concursos, deben solicitar una licencia a las autoridades. Actualmente, existen tres tipos de licencias. Una de ellas es la licencia general para el funcionamiento de un operador durante 10 años. Otra opción es la licencia singular, para solo una actividad de juego para un lapso de 1-5 años. Por último, hay permisos especiales u ocasionales.
Para aplicar de manera exitosa a una de estas licencias de la DGOJ, los interesados deben cumplir con una serie de requisitos jurídicos, económicos y técnicos. Algunas de estas condiciones son la conformación de una sociedad anónima, registros bancarios, personal técnico, registro mercantil y más. Es decir, no podrás lanzar un casino en línea antes de demostrar que tienes la capacidad de cumplir con estos requerimientos y las multas pueden llegar hasta los 50 millones de euros.
Muchos operadores cuentan con múltiples secciones, más allá de las apuestas deportivas y los juegos de casino. Todo lo relacionado con juegos como póquer, bingo, monopolio y otros juegos de mesa, también está regulado por la DGOJ. Prácticamente nada ha quedado fuera de la jurisdicción nacional, con lo cual los usuarios tienen un alto nivel de confianza y facilidades para sus actividades de entretenimiento y movimientos de fondos.
Mientras otros países han tardado muchos años en actualizar su marco legal o se mantienen en un debate constante sobre los juegos de azar y las apuestas, en España todo se ha realizado de forma controlada y expedita. Debido a la implementación de las nuevas leyes, la industria del juego ha crecido notablemente en los últimos años, con ganancias por millones que significan grandes ingresos para el Ministerio de Hacienda gracias a los impuestos. Con la protección de los usuarios y el control del funcionamiento del software de juego y transacciones en línea, los jugadores saben que existen posibilidades de ganancias (incluso por cientos de miles de euros gracias a las tragamonedas con jackpots progresivos) y las empresas disfrutan de un interesante margen de ingresos.
El ente gubernamental se ha enfocado en favorecer a los jugadores con las condiciones de seguridad y la reglamentación impositiva, lo que ha llevado a quejas o disconformidad por parte de los operadores. Aun así, se trata de un mercado fértil para muchas empresas españoles y de otros países europeos por el grado de participación de los usuarios, por lo que no se ven muchos obstáculos en el horizonte de la industria de juegos de azar y apuestas deportivas.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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