Recomendaciones ofrecidas por la estación de servicio Masoil de Alzira
A pocos días para entrar de lleno en el invierno, las bajas temperaturas ya han poblado todas las zonas de nuestra geografía. Y aún van a bajar más, especialmente en diciembre, enero y febrero. Es por este motivo que hoy os ofrecemos unos cuantos consejos para que vuestro coche no sufra la dureza del invierno y sus bajas temperaturas.
Revisar y cambiar la batería
Uno de los principales elementos mecánicos que más sufre las bajas temperaturas es la batería. Con el frío, aquellas baterías que ya llevan unos cuantos años instaladas en el coche es muy frecuente que se descarguen de golpe y pierdan prácticamente la capacidad para recuperarse. En primer lugar lo que hay que hacer es comprobar cuándo fue instalada la batería, pues al cabo de entre 4 y 6 años suelen perder efectividad. Si la batería está en este promedio de edad, es recomendable cambiarla antes de encontrarse una mañana que el coche no arranca o lo hace con mucha dificultad. Al menor síntoma, mejor sustituirla.
Comprobar el líquido refrigerante
Otro de los aspectos mecánicos a tener en cuenta, especialmente si se habita en zonas con temperaturas bajo cero, es comprobar el estado del líquido refrigerante. El líquido refrigerante es a su vez anticongelante hasta determinada temperatura, pero con el uso va perdiendo propiedades. Comprobar el nivel y el color del líquido será una buena opción. Si el líquido presenta un color vivo, ya sea amarillo, rojo o verde (los hay de distintos colores) podemos estar bastante seguros que se encuentra en estado óptimo. Si presenta un color más traslúcido o sucio, es señal inequívoca de que se ha deteriorado ya sea por residuos del propio circuito de refrigeración o porque en alguna intervención anterior se mezcló con agua desionizada, lo que le ha rebajado notablemente sus capacidades anticongelantes. En caso de dudar, el mejor proceder es cambiar totalmente el líquido refrigerante-anticongelante por líquido totalmente nuevo.
Permitir que el motor se caliente al ralentí
Asimismo, todos los demás fluidos del coche y de la mecánica sufren las inclemencias del frío, por lo que cada mañana al arrancar el coche es indispensable esperar unos pocos minutos a que el motor y sus fluidos principales (aceite, liquido de dirección, frenos, etc) alcance un mínimo de temperatura, pues de lo contrario y empezar a rodar con el motor y los fluidos extremadamente fríos daña severamente todas aquellas piezas móviles del motor. Esto es especialmente importante en los motores Turbo, pues como aconsejamos en el artículo cómo cuidar un motor Diesel, el Turbo necesita la mejor lubricación posible, así que esperaremos un poco más de la cuenta hasta que el aceite alcance un poco de temperatura y lubrique correctamente este importante elemento para el motor.
Recargar el Aire Acondicionado
Un buen consejo también es mantener el circuito de Aire Acondicionado cargado de gas, pues hay que recordar que el Aire Acondicionado es aire seco y ayuda notablemente a evaporar el vaho de las lunas del vehículo, y también recordar que Aire Acondicionado no significa "aire frío", sino que también puede acondicionarse el aire caliente.
Levantar los limpiaparabrisas
En caso de que el coche duerma en la calle, si es una zona donde las heladas son frecuentes otro buen consejo es levantar las escobillas de los limpiaparabrisas para evitar que la goma se quede pegada a la luna delantera o trasera y se rompa, dejando los limpiaparabrisas inservibles. El líquido lava-parabrisas hay que comprobar que aguante en estado líquido unos cuantos grados bajo cero, almenos, de lo contrario se va a congelar y será totalmente inservible hasta pasado un buen rato, cuando el calor del propio motor derrita el líquido.
Disponer de accesorios para el invierno
Es aconsejable llevar en el interior del vehículo una paleta de plástico para rascar la escarcha acumulada en la luna delantera. En el mercado hay productos descongelantes que derriten la escarcha en un momento, pero no son aconsejables dado que están fabricados en bases a disolventes y alcoholes susceptibles de dañar las gomas de los limpiaparabrisas.
Controlar el funcionamiento de la luneta térmica
Comprobar el funcionamiento de la luneta trasera térmica nos ahorrará viajar sin ver qué hay detrás. En caso de no funcionar, es posible que se haya fundido el fusible, lo cual resulta un problema menor. En caso de no ser así, el mejor consejo es llevar el coche a un taller de confianza para que revisen el circuito eléctrico de la luneta trasera.
Revisar el sistema de calefacción
Por último y uno de los aspectos más importantes, es comprobar el correcto funcionamiento de la calefacción. Volviendo al punto anterior, dónde hablábamos del líquido refrigerante-anticongelante y los residuos que acumula con el tiempo, dichos resíduos se van depositando en los radiadores, tanto el del motor como el de la calefacción. El radiador del motor es muy grande, por lo que un poco de suciedad interna no afecta en absoluto a su correcto funcionamiento. Pero el radiador de la calefacción es mucho más pequeño y es tremendamente fácil que obstruya por culpa de los resíduos sólidos que flotan en el circuito del refrigerante.
En caso de no tener calefacción a pesar de que el motor coge bien la temperatura, es necesario comprobar que la salida del radiador de calefacción esté caliente. De lo contrario, significa que no hay paso de agua caliente entre la entrada y salida del mismo, por ende, está obstruido. En este caso puede procederse a una limpieza con productos desincrustantes, pero el mejor consejo es acudir a un taller de confianza para que realicen el mantenimiento del coche, una limpieza correcta y meticulosa del radiador de calefacción y de todo el circuito de refrigeración del coche. Incluso podría llegarse al extremo de no poder recuperar el radiador de calefacción y tener que reemplazarlo, siendo extremadamente costoso.
Terminando, hay que hacer hincapié en recordar llevar siempre cadenas, mantas, el depósito de combustible lo más lleno posible y provisiones para alimentarse en caso de salir de viaje. El invierno no perdona y un cambio brusco de tiempo puede situarnos en de un temporal de nieve u otras situaciones extraordinarias.
Ahora que ya tenéis unos buenos consejos para afrontar el invierno, os animamos a disfrutar con la família y amigos de la nieve y de la magia del invierno.
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