Por: Rosa María de Dios
Yo soy el médico que os aconseja: andad, corred, fortaleced vuestro corazón para que con gran equilibrio sepa perdonar y dar amor
Dice un médico a su paciente: Vaya andar todos los días o corra, así estará su cuerpo equilibrado y en muy buen estado de salud. Los hombres cada día hay más andando o corriendo, por la preocupación de que les pueda venir una enfermedad causada por la mala circulación, tienen miedo de enfermar o que les lleve a la muerte. ¡Todos corren! ¡Todos hacen caminatas! Hasta ponen nombres; “La ruta del colesterol” Estos mismos seres humanos, hombres o mujeres, en la gran mayoría, cuando llegan al hogar fatigados, se sientan delante del televisor, y se fuman varios cigarrillos o se toman algunas copas. Ello hace hacer lo contrario de las leyes divinas de nuestro creador, ¡no matarás! Se está envenenando poco a poco así mismo y a los que están a su alrededor. “Alcohol asesino” “Drogas asesinas” y tabacos que matan. Al día siguiente esos mismos seres errados se van hacer largas caminatas. La libertad que el hombre heredó muchos por ello piensan por los pies y andan por la cabeza, van contrarios a su naturaleza. Están llenos de obsesiones erróneas y por ellas a la muerte muchos antes de su tocarles a la muerte llegan. Esfuerzan la máquina perfecta que Dios en nuestro cuerpo creo al ponerlo a 100 cuando su límite es de 50. Creen que van a sanar por ello su cuerpo y debilitan el blando corazón por causarle tanta provocación.
El ser humano con rabia, celos, envidias, ¡mata! Es el monstruo animal que nace por su propia voluntad, devorando con sus garras asesinas, a sus inocentes víctimas. Por ello mujeres, hombres, niños, mueren cada día, por esos sentimientos descontrolados, corazón débil que le está faltando el deporte de amor que Dios con herencia le ha dado, su libertad con error daño le ha causado. ¡Fortalecen su cuerpo y debilitan su corazón por la obsesión!
Yo soy el médico que os aconseja: andad, corred, fortaleced vuestro corazón, para que con gran equilibrio sepa perdonar y dar amor. Así apartareis de vuestros cuerpos el fiero león que habita destruyéndoos dentro de vuestro corazón.
Vuestra hermana que os ama en Dios creador.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
Añadir un comentario