El Servicio de Alergología del Hospital atendió en 2012 más de 7.700 consultas por alergias. Cerca de 2.000 pacientes fueron como primera visita
Expertos del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de La Ribera prevén una primavera con mayor incidencia en relación a años anteriores entre los pacientes alérgicos a causa de los niveles de polen en la Comunidad Valenciana. Según los especialistas, las condiciones climatológicas de esta temporada pueden provocar una concentración de polen que agraven los síntomas entre los alérgicos.
Los especialistas del centro sanitario de Alzira consideran que las lluvias registradas durante el otoño e invierno son el principal factor que condiciona la polinización. Ello, unido a las actuales temperaturas más cálidas, puede provocar una prematura floración, y con ello, una elevada concentración de polen en la atmosfera.
En este sentido, las manifestaciones alérgicas más frecuentes relacionadas con el polen son las que afectan al aparato respiratorio, como son estornudos, picor de ojos y nariz, lagrimeo intenso y exceso de mucosidad acuosa. Además, éstos pueden venir acompañados de problemas bronquiales (ahogo, ruidos y pitos en el pecho).
Las personas alérgicas producen una cantidad excesiva de un tipo particular de anticuerpo dirigido contra el alérgeno. Así, la reacción alérgica se produce cuando ese anticuerpo se une con el alérgeno.
El Servicio de Alergología del hospital atendió en 2012 más de 7.700 consultas por alergias, de las cuales más del 25% -cerca de 2.000 pacientes- fueron como primera visita. Igualmente, el pasado año este servicio realizó más de 2.700 pruebas Prick-Test con el objetivo de determinar el tipo de alergia y, así, administrar el tratamiento más adecuado.
Según la Dra. Gemma Jorro, jefa del Servicio de Alergología, “se desconoce por qué ciertos individuos son alérgicos y otros no, en contacto con las mismas sustancias. Al parecer, la herencia tiene gran influencia ya que, aunque la alergia realmente no se adquiera, sí lo hace la predisposición a contraerla”.
Prevención de reacciones alérgicas al polen
La mejor manera de prevenir la reacción alérgica al polen es minimizar el contacto con él. Para ello, la Dra. Jorro recomienda tener presente una serie de medidas de control que ayudarán al paciente alérgico.
Los alérgicos al polen deben evitar el campo, los parques y las zonas de vegetación durante los meses de polinización. La concentración de polen es menor en el interior de los edificios y cerca del mar.
A primeras horas de la mañana y al atardecer es cuando hay más cantidad de polen ambiental, por lo que resulta aconsejable cerrar las ventanas a esas horas y utilizar gafas de sol para reducir el impacto en la zona ocular.
Igualmente, esos niveles aumentan los días soleados, secos y con viento; por ello se recomienda limitar la ventilación de la casa realizándola preferiblemente al anochecer.
Al circular en coche conviene que las ventanillas permanezcan cerradas. Además, conviene instalar filtros en el sistema de aire acondicionado y cambiarlos con frecuencia.
En esta estación del año el polvo de casa puede contener más concentración de polen por lo que se aconseja utilizar el aspirador con frecuencia diaria, incluso hasta dos veces al día en el dormitorio.
Es recomendable bañar con frecuencia a las mascotas ya que cuando salen al exterior pueden acumular polen dentro de su pelaje e introducirlo en las casas. Por último, conviene consultar diariamente en internet los índices de polen y las zonas de mayor concentración.
En caso de un agravamiento importante de los síntomas, los especialistas recomiendan acudir al médico habitual de su centro de salud.
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