Por: Benito Hernándiz / NCS Informática
“El canon desaparecerá con el tiempo y los artistas, que se merecen lo mejor pues la creación artística nos convierte en humanos”
Es importante diferenciar dentro del ámbito musical dos partes bien distintas. Primero la formada por la parte artística compuesta por autores, productores, músicos etc. y otra la parte comercial, donde situaremos a las multinacionales que controlan la industria musical mundial, distribuidores, minoristas etc.
Es cierto que hasta hace poco unos complementaban a otros y que sin un distribuidor bien organizado los trabajos de los artistas tenían muy pocas posibilidades de llegar a las tiendas de discos y, por consiguiente, a nuestras casas.
Esto ahora ya no es así. Internet permite eliminar una parte sustancial de los intermediarios y, por lo tanto, reducir el coste del bien es sí que, en este caso, es un tema musical.
Si observamos cómo se distribuyen los ingresos de un disco podremos ver que la parte artística apenas representa un 20% de los ingresos y, por lo tanto, la eliminación de intermediarios no tiene que repercutir de ninguna manera con los ingresos de éstos.
Actor y sector / Fracción del precio de venta final
Compositor y Editorial / 9 %
Productor / 2 %
Compañía Discográfica / 24 %
Fabricante / 8 %
Distribuidor / 20 %
Minorista / 27 %
Fuente: By Dr. Martijn Poel & Prof. Dr. Paul Rutten
Cierto es que las compañías generalmente corren con unos gastos de promoción y lanzamiento del artista, por lo menos hasta ahora, pero bien cierto es también el hecho que las compañías discográficas son una industria y, por lo tanto, buscan rentabilizar al máximo su inversión; lo que nos lleva a que sólo los artistas con posibilidad de éxito comercial pueden llegar a formar parte del circuito musical. Aproximadamente un 3 % de las maquetas presentadas.
Ante este escenario debemos ver internet como una oportunidad excepcional y no como una amenaza. El alcance de internet y penetración en los hogares es prácticamente imposible de calcular debido a su enorme crecimiento. La venta de música por internet es una realidad, también la difusión mediante streaming que te permite escuchar o ver el contenido que desees sin posibilidad de descarga y donde podemos elegir el artista o estilo de música que más nos apetezca en cada momento. Aplicaciones como Shazam que identifica la canción que estas escuchando en tan solo unos segundos de muestreo y automáticamente te da la opción de comprarla. Así podríamos ir enunciando muchas más novedosas formas de disfrutar de la música, la cual, en estos tiempos que corren ya no se escucha en cds sino, mayoritariamente, en el móvil, ordenador o dispositivos mp3. El mundo ha cambiado y ahora internet consigue una mayor democratización del trabajo del artista pues aunque las compañías también saben muy bien cómo hacerse notar en la web, les es imposible monopolizar un espacio tan grande y, al mismo tiempo, abierto.
Pero, desgraciadamente, esta democratización del arte todavía no es entendida por todo el mundo y la implantación del canon digital lo demuestra. El objetivo de esta tasa es exclusivamente recaudatorio sin tener en cuenta si es justo o no (las últimas sentencias judiciales demuestran que la tasa no es justa). Según sus impulsores, la SGAE y otras entidades de gestión, el objetivo del canon es la compensación por las copias que se puedan realizar de la obra de un autor y, por lo tanto, les perjudican económicamente. Esta argumentación es totalmente forzada. El canon se aplica a toda una serie de artículos desde soportes digitales hasta ordenadores sin tener en cuenta el uso que se pueda hacer de ello. Tanto si son para uso personal como si es profesional. Falso y tendencioso es también el argumento de disco descargado igual a disco no vendido. La aplicación del canon es como cobrar por pasar por una calle donde hay un cine por si, por casualidad, se te ocurre entrar en él. Otra cuestión es saber dónde va a parar este dinero y como se reparte, pues es imposible saber que autores son los mayores afectados por la copia que justifica la tasa. Es uno de los secretos mejor guardados de la SGAE, al menos hasta hace poco tiempo, ya que los últimos acontecimientos nos dan una idea de donde iba a parar parte de ellos. Más contradicciones que podemos encontrar son, por poner algunos ejemplos, el caso de un usuario cuyas descargas son legales pero en cambio debe pagar tasa por compensación por guardarlas en un cd, o si hacemos una descarga de un autor que no pertenece a ninguna entidad de gestión. La SGAE se caracteriza por su afán recaudatorio. De todos es conocidos sus métodos a la hora de recaudar llegando incluso al intento de solicitar el pago del canon a básculas de cocina y esto nos hace entender cuál es el fin del de remuneración compensatorio por copia privada y que no es otro que hacer dinero de la forma más fácil posible. Su máximo dirigente, hasta hace unos días, así lo defiende.
El mundo se está transformando día a día delante de nuestros ojos. El canon desaparecerá con el tiempo y los artistas, que se merecen lo mejor pues la creación artística nos convierte en humanos, encontrarán nuevas y mejores formas de llegar a su público sin necesidad de impuestos injustos. Y, al final, todos comprenderemos que poner puertas al campo o nadar contracorriente no es nada ventajoso. Como siempre hemos dicho, adaptarse para sobrevivir es la clave de todo, también para los artistas y su industria.
Benito Hernándiz / NCS Informática
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Vistos los datos porcentuales supongo que a un artista le puede beneficiar la piratería, ¿no? Que lleve, solamente, un 10% cada vez que saca un disco me parece muy poco.
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