Por: Benito Hernándiz / NCS Informática
“En España existen más de 35 empresas que se dedican a la descarga legal de música, en Estados Unidos este sistema de descarga ya alcanza el 50 % de las ventas, “Poker Face” de Lady Gaga vendió 9,9 millones de copias online”
Gracias a la tecnología existe hoy en día lo que conocemos como industria musical. Las empresas editoras de música se afianzaron a partir de la irrupción de la imprenta que permitió que pudieran distribuir el trabajo de los compositores a un coste inferior al que las copias a mano producían. Siglos después, la aparición del fonógrafo hizo posible que los momentos mágicos resultantes de la interpretación musical pudieran ser capturados y, por lo tanto, reproducirse de nuevo tantas veces uno quisiera y distribuirse. Había surgido una nueva forma de negocio. Cuando apareció la radio la reciente industria musical reaccionó de forma negativa y consideró a la radio como una amenaza, pues ofrecía al consumidor música sin tener que comprarla. Sin embargo, tras una caída de ventas inicial, la industria supo aprovechar esta oportunidad y comenzó a plantear nuevas estrategias de promoción basadas en la reproducción de sus repertorios en las emisoras de radio siendo capaces de esta manera de popularizar mucho mejor a sus artistas e, incluso, creando nuevas tendencias, lo que produjo no sólo la recuperación de las ventas, sino mejorar la cifra anterior a la aparición de la radio. El CD salió a la luz en la década de los 80 y las compañías discográficas encontraron un filón de oro al otorgarles la oportunidad de ser capaces de mantener un precio alto de sus productos, provocado por una nueva plataforma de distribución más duradera y con mayor calidad, con un coste de producción mucho menor. La verdadera edad de oro de las discográficas no fue con los Beatles o la Motown, sino la de Michael Jackson y Madonna.
Sin género de duda podemos afirmar que en la actualidad estamos viviendo una nueva revolución tecnológica, la revolución digital. Prácticamente todo se puede convertir a bits, las imágenes, los textos y por supuesto la música. Al mismo tiempo la banda ancha, internet, es cada vez más accesible y finalmente multitud de dispositivos están a nuestra disposición para hacer uso de las nuevas tecnologías, véase ordenadores, portátiles, smartphones etc. El mundo ha cambiado profundamente y las nuevas generaciones van a ver los cds como algunos vemos hoy los cartuchos de 8 pistas.
Sin embargo, es curioso como la industria musical ve de nuevo este avance tecnológico como una amenaza aunque, en mi opinión, y creo que la de ellos también, es que el peligro no lo es tal, sino simplemente que lo que realmente se ven amenazadas son las extraordinarias ganancias que producía el Cd, pero que en ningún caso puede representar ni la desaparición de la música ni la de los artistas.
En España existen más de 35 empresas que se dedican a la descarga legal de música, en Estados Unidos este sistema legal de descarga ya alcanza el 50 % de las ventas, “Poker Face” de Lady Gaga vendió 9,9 millones de copias online y, como podemos ver en el gráfico, la venta de singles se multiplica por 12 en cinco años.
Por lo tanto, podemos afirmar que más que en una crisis estamos ante un cambio de tendencia y ante un escenario nuevo dentro del negocio musical. El uso correcto de las nuevas tecnologías conseguirá sin duda mantenerlo por mucho tiempo, pues nos permite una mayor interacción con el cliente final y, al mismo tiempo, una mayor flexibilidad. No sólo hay que tener en cuenta las descargas, sino también la importancia de las redes sociales y portales especializados donde el propio artista puede conseguir esa proximidad y complicidad con sus seguidores, anunciar giras, contar experiencias, hacer adelantos de sus trabajos etc. Existen casos de artistas que ya son usuarios habituales de Twitter, así como algunos ejemplos de grupos cuyos lanzamientos son hechos a través de internet y donde el usuario paga lo que cree conveniente dependiendo de si le gusta o no el trabajo, como sucedió hace unos años con Radiohead.
Pero dentro de este universo musical hay un participante del que no he hablado. ¿Qué papel juega la SGAE y su canon? Pero esto lo veremos en el próximo post, de lo contrario éste podría hacerse interminable.
Benito Hernándiz / NCS Informática
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Oí hace tiempo decir a un cantante importante (no recuerdo el nombre), que él estaba a favor de la piratería y la defendía porque la gente lo escuchaba más y acudía, también, más gente a los conciertos. Su razonamiento era que un cd del top manta vale 5 euros y el mismo cd en una tienda de música 20. Hay gente que no está dispuesta a pagar 20 pero sí 5 y lo compran con lo cual, si les gusta, es probable que acudan a sus conciertos porque les ha gustado y, de la otra forma, probablemente no lo harían.
Hola
En la segunda parte del artículo explicaré el porcentaje que se quedan las discográficas con sus intermediarios y la de los cantantes y compositores, lo mismo que las técnicas de las discográficas para recaudar lo máximo posible. Con la tecnología digital muchos de estos intermediarios se quedan por el camino lo que significa que vendiendo la cancion a 1 euro, al artista serguramente le reporte el mismo beneficio que si graba un disco con el añadido de que tiene la posibilidad de llegar a más público, gracias al factor precio, y probablemente acudirán más a sus conciertos.
Mención a parte son las superestrellas cuya comisión por disco vendido los hacen millonarios (siempre y cuando tengan un buen contrato firmado)
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