Estos dispositivos han ido ocupando un espacio cada vez mayor en nuestras vidas
Desde el inicio de los teléfonos móviles, en los albores de los años ochenta del siglo pasado, ha cambiado radicalmente la forma en la que estos funcionan y, más importante aún, la forma en que los usamos. Lo cierto es que esos teléfonos gigantes, que no buscaban más que imitar a los de sobremesa, son parte del pasado. Los móviles como los conocemos hoy en día provienen del nacimiento de los teléfonos inteligentes y su popularización, allá cuando en 2007 la empresa Apple anunciara el primer iPhone. Desde entonces estos dispositivos han ido ocupando un espacio cada vez mayor en nuestras vidas, para bien o para mal. Pasamos de usarlos como un dispositivo que nos permitía llamarnos siempre que no tuviésemos un teléfono fijo cerca, a darles una miríada de usos: llamar y escribir mensajes, agendar nuestro día, informarnos sobre el estado del mundo, saber de nuestros conocidos (a través de las redes sociales) y ¡hasta conseguir a nuestra próxima pareja! Quién habría podido imaginar, hace treinta años, que sitios como ComparaSitiosdeCitasexistirían.
Los teléfonos inteligentes han cambiado fundamentalmente la forma en la que nos relacionamos, ha cambiado cómo nos comunicamos y, por lo tanto, han cambiado también el funcionamiento de nuestras sociedades. Es por esto que no debe sorprender que estos cambios hayan causado tantas reacciones negativas. Muchas veces es complicado diferenciar cuando hay algo de verdad en estos reproches y cuando es más bien un arrebato nostálgico de esos tiempos perdidos en los que los teléfonos móviles no estaban en escena. Lo cierto es que se debe debatir seriamente sobre el uso que damos en nuestras sociedades a estos dispositivos, pues su deriva totalitaria hacia sociedades donde la condición humana este subordinada al capricho de un aparato electrónico es real y debe tomarse en cuenta. Esto no quiere decir que todo sea malo, evidentemente. Nadie podría quejarse del hecho de que las nuevas tecnologías han sido capaces de comunicar y proteger a cientos de miles de personas.
Un aspecto especialmente interesante del uso que damos a los móviles hoy en día es la proliferación de aplicaciones y páginas web de citas, en las que se puede buscar pareja de una forma mucho más rápida y sencilla que en el pasado. Esto es de hecho una de los principales usos que se le da a los móviles, y algunas personas defienden que los resultados son bastante positivos. Esto no quiere decir que todo sea color de rosas, por supuesto. Los sitios web de citas también poseen el potencial peligro de destruir una tradición humana tan antigua como lo es la capacidad de descubrir a otros con nuestro propio cuerpo, de tropezarnos con el amor de nuestra vida al cruzar un corredor, o compartir asiento en un parque con alguien realmente especial, que no habríamos conocido de otra forma. Al final todo dependerá de nosotros y lo que decidamos como sociedad. Los dispositivos móviles son al final nada más que eso, cosas. Está en nosotros decidir para que nos son útiles, y para qué son buenas.
._000799
EL SEIS DOBLE se reserva el derecho de admitir comentarios en algunas entradas del diario.
Añadir un comentario