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Alzira sufre casi cien abandonos de mascotas en lo que va de añoSegún informa la protectora de animales alzireña, Ribercan, un 40% de estas acciones se ha producido durante la época estival
Desde la protectora 'Ribercan' en Alzira contabilizan ya en 74 las mascotas que han sido abandonadas en el municipio. Con casi 200 perros en sus inmediaciones, esta sociedad, sin ánimo de lucro, está desbordada y se encuentra impotente ante la imposibilidad de cuidar y alimentar a tantos animales.
Estos abandonos se realizan sobre todo en verano, un 40% de ellos, cuando la gente se va de vacaciones y no puede llevarse a sus animales ni tampoco dejarlos solos, por lo que deciden llevarlos a esta protectora. Otro perfil que también ha comenzado a abundar es la de las personas que, con la crisis, han perdido sus trabajos y por lo tanto no disponen de ingresos suficientes como para poder mantener a sus animales y, no queriendo abandonarlos en la calle, también los entregan a la protectora.
El problema, comenta Míriam Pedrós, colaboradora de Ribercan, es que por falta de recursos y de espacio cada vez les es más difícil poder acoger a unos perros que, de no poder ser acogidos allí, se exponen a vivir en las calles. «Nunca hemos estado peor, la situación es desbordante y cada vez nos encontramos con más animales, y sobre todo cachorros, a los que físicamente no podemos ofrecerles un espacio para vivir», explica Pedrós.
No sólo la recogida de animales es el único problema que afronta esta protectora, además, cada vez son más los animales que sufren vejaciones en las calles, y también accidentes, y que son luego llevados a este lugar en busca de una solución. El último caso ha sido el del perro llamado Sucre, el cual, con tan solo ocho meses de vida, fue víctima de un cepo utilizado por cazadores que le destrozó por completo su pata trasera izquierda, la cual tuvo que ser amputada para salvar su vida.
«Por desgracia éste no es el único caso de este tipo, esta es una situación a la que nos estamos acostumbrando por mucho que nos pese», comentaba Pedrós, quien también hacía un llamado solicitando ayuda económica para hacer frente a los gastos de veterinarios, ya no sólo para Sucre, sino para todos aquellos animales que llegan a esta protectora y que no podrían salir adelante sin la ayuda de los voluntarios y colaboradores. La autora del texto es Laura Boscá. Leer noticia completa en lasprovincias.es
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