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“El banquero de Dios”, una novela del alzireño Bernat Montagud Crítica literaria de Marino Baler
“Un libro que puede gustar no sólo por su trama y estructura, sino también porque todos aquellos que crean en las teorías de la conspiración encontrarán un buen aliciente”
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Pensamientos y más cosasEl libro de Bernat Montagud puede tener un paralelismo con aquel en cuanto a que la Iglesia tiene un papel que podríamos calificar como no demasiado claro, introduciéndose en las cloacas de esta institución dejando que el lector piense lo que quiera, que se lo crea o no ya no depende del autor. No hay que olvidar que se trata de una novela de ficción no de un ensayo ni de un libro histórico.
“El banquero de Dios” es el segundo libro que leo de Montagud. El primero fue “El alcázar de las sombras, ¿quién mató a Velázquez?”. Me pareció un libro muy minucioso que describe demasiado que, quizá, le sobrase ese punto descriptivo que hace que el lector pueda imaginar.
A medida que iba avanzando en la lectura de este segundo libro era inevitable no acordarme del anterior e ir buscando similitudes y diferencias entre el estilo narrativo de ambos. La conclusión a la que llegué es que en el libro de Velázquez, siglo XVII, es difícil imaginar una habitación, una forma de vestir, una escena si no se conoce; quizá por eso tanto detallismo. En “El banquero de Dios” no sucede eso. Montagud tiene un estilo más directo, más minimalista donde se cuenta lo necesario sin llegar a describir explícitamente. Cualquiera puede imaginarse un lugar, una situación o una habitación. Todos hemos visto una estancia de un hotel pero nadie ha visto una estancia de un palacio en el siglo XVII, a eso me refiero.
Esto lo pude constatar en las primeras páginas del libro; una escena, unas líneas y un párrafo que recordaba cada vez que lo abría para leer y que copio literalmente:
“Pierre tiró de Caterina volviendo a ser el amante apasionado al que permitía, pese a sus normas de privacidad, compartir el apartamento frente al Marne. Sobre el río, difuminadas por la cortina de agua, cabeceaban las embarcaciones”.
Esto quiero decir cuando digo lo de minimalismo. No se puede decir tanto en tan pocas líneas y el lector puede imaginar una escena apasionada sin entrar en detalles. La presencia de la lluvia y la imagen de las barcas cabeceando es algo que introduce en una magnífica escena de la que todos quisieran ser protagonistas. No hace falta escribir más, ahí esta todo. Transmite. Este párrafo es de lo mejor que he leído en muchísimo tiempo, pero que esto no sirva de adulación gratuita. Yo no soy un crítico literario y Montagud tendrá el suficiente criterio para saber distinguir.
Creo que es un libro que sorprende por su estructura, ya que enlaza varias escenas independientes, con distintos personajes pero todos relacionados entre sí y que en ningún momento se pierde el hilo de la lectura.
Al principio, la primera parte, me pareció muy rápida, donde los acontecimientos se sucedían de forma vertiginosa, lo que bajo mi punto de vista es todo un acierto, ya que en un libro de este tipo el lector quiere saber cuanto antes lo que ha sucedido.
La segunda parte es más lenta, quizá la más complicada, ya que aparecen personajes nuevos. Este puede ser un punto de inflexión donde el lector decida si le merece la pena seguir o no, donde se puede comprobar si el libro ha atrapado. Aparecen nuevos personajes y la trama se va desvelando poco a poco dejando aspectos mínimos para la siguiente parte pero que, a su vez, son fundamentales para entenderlo todo.
En la tercera y última parte solamente queda encajar las piezas que se tienen. Es, posiblemente, la más apasionante donde todo transcurre, al igual que la primera, de forma rápida.
Lo apasionante de todo el conjunto del libro es que hasta casi el final el lector puede hacer suposiciones y conjeturas que todas pueden ser válidas.
Así mismo, que nadie piense que es un libro sencillo donde todo está claro. No, no es eso. Es un libro de cierta intriga y misterio que atrapa al lector, y como tal una vez se empieza se tiene que llegar al final, ya que, con el paso del tiempo, uno puede perder el hilo y no recordar situaciones o detalles si está mucho tiempo sin leerlo. Lo calificará como un libro para gente que le gusta leer, no para aquellos que nunca tienen tiempo para hacerlo y cuando lo hacen es por aburrimiento dentro de su propio aburrimiento.
Me sorprendió un poco el final, quizá porque me lo esperaba distinto; ni mejor ni peor, simplemente distinto. Pero aún así, a día de hoy, continuo pensando que cuando se lee la última palabra y se cierra la tapa uno se queda pensando en las distintas alternativas. Yo, todavía continuo pensando en dos posibilidades y las dos, a mi parecer, podrían ser factibles.
Quizá, lo que menos me gustó del libro es que la distribución de los capítulos. Me gusta, cuando empiezo a leer saber donde terminaré y, en este caso, había capítulos de una página y otros de varias hojas pudiendo hacerse pesada su lectura si se quiere llegar al final. En este sentido creo que falla un poco pero, también, entiendo que si no fuera así muchas cosas no tendrían sentido.
Así mismo entiendo que es un libro que, a pesar de estar la Iglesia de por medio, no la ataca. Hay fragmentos donde se podría haber sido más corrosivo y no hubiera pasado nada.
Me gusta el tratamiento que se le da a la masonería. No demonizándola sino introduciéndola como un elemento más de la trama.
En definitiva, un libro que puede gustar no sólo por su trama y estructura, sino también porque todos aquellos que crean en las teorías de la conspiración encontrarán un buen aliciente.
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Cultura : Libros de autores alzireños (o sobre Alzira), Libros en gral. Críticas y reseñas,
Opinión
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Amigo "Marino Baler". Te agradezco el tiempo que has dedicado a la lectura de" El Banquero de Dios" y a la redacción del amplio comentario. De todas las críticas aprendo y más si estas se encuentran tan razonadas como la tuya. Nuestra novela, la tercera que publica Algar (existe otra anterior, Alyazirat, finalista del Juan Gil Albert , editada por el Ayuntamiento de Valencia en 1994), surgió de una manera aleatoria. Investigaba acerca de los Borgia cuando Vazquez Montalbán publicó su excelente "O Cesar o Nada".Circustancialmante, en ese 1982 Juan Pablo II, de visita a España, se acercó en helicóptero a Alzira y aterrizó en un improvisado helipuerto en la Montaña de El Salvador. Me sorprendieron las extremas medidas de seguridad (fue cacheado mi equipo fotográfico en tres ocasiones). Me hicieron recordar el atentado sufrido en la plaza de El Vaticano y empecé a informarme acerca del evento. Averigué que poco antes un banquero italiano había muerto en circustancias extrañas ahorcado bajo un puente de Londres. De la lectura de la prensa en aquellas fechas surgió la trama. Respecto a la extensión de los capítulos, puede deberse a que los concibo como un güión cinematográfico: escenas y secuencias. El final también ha sorprendido a varios lectores. Resulta abierto porque pensé en una segunda parte. Incluso, apenas prejubilado, viajé a Milán y Roma para localizar los escenarios donde se retomara la acción. Esta comenzaría en el Cementerio Monumental adonde habrían concurrido amigos de la protagonista y sicarios.. Al regreso, incluída la visita a Estambul, redacté los esquemas de la primera parte Pero entonces surgió el encargo de los "Cuentos de la isla". Gracias por tu reseña, está "colgada" en Internet a través del Seis Doble, servirá para ganar algún lector. Muy sugerente la fotografía de "El Pensador" de Rodín. Un abrazo. Bernat.
Ya hace tiempo que leí estos dos libros del historiador, escritor, y gran maestro Bernat Montagud. Son francamente buenísimos, apasionantes, y se los recomiendo a cualquiera. Y a B.Montagud, si lee esto, por favor publique, publique, que queremos leerle más.
Gracias por sus palabras D. Bernardo. La historia de la protagonista me recuerda a la de buena una amiga, con las mismas circunstancias personales, únicamente que el padre sigue vivo y eso también fue un aliciente más para la lectura. Ciertamente fue una casualidad que me sorprendió muchísimo.
Le animo (como dirían los políticos) a que continue con la segunda parte que, sin duda, será tan apasionante como esta primera. Un saludo.
un gran libro y una buena critica la de Mariano Baler, deberia participar mas en este diario
Amigos "Marino Baler", "Templario" y "Antisistema", Agradezco vustra complicidad como lectores. Y a la espera de nuevas aventuras literarias os sugiero los "Cuentos de la Isla". Diecinueves relatos ilustrados por F. Boscá en los que propongo un viaje desde la Edad del Bronce al 2008. Paisajes, tramas urbanas, personajes históricos o de ficción... me han acaparado estos últimos tres añoa. Un abrazo. Bernat..
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