Ha pasado más de siete años en las duras cárceles de Cuba
Apenas 24 horas después de acomodarse en una vivienda de acogida en la avenida Luis Suñer, cedida por la asociación ACCEM, Masiel, la hija de 11 años del exiliado cubano Antonio Ramón Díaz Sánchez y la hija de sus sobrinos, Carla, jugaban a la pelota en plena calle como si fueran unas alzireñas más. Los dos matrimonios eran testigos de una escena que nunca se produjo en la perla del Caribe.
Y lo cierto es que se encontraban a miles de kilómetros de su casa, en un país extraño, en una ciudad completamente desconocida para ellos, aunque en un exilio suavizado por el uso común del español. En su primera noche durmieron perfectamente y demostraron hallarse a gusto. Antonio, desde su móvil, tranquilizaba a sus familiares de Miami con estas palabras, “el apartamento es demasiado bueno, no tenemos ninguna queja” y con brillo en sus ojos nos aseguraba que nunca había llenado tanto la cesta de la compra como en su primer día de estancia en Alzira.
“El exilio siempre es duro y salgo de mi patria
convencido en que tardaremos en regresar”
Sin embargo, de inmediato, le surgió la nostalgia; “el exilio siempre es duro, salgo de mi patria sin la posibilidad de visitar la casa donde nací, y convencido de que tardaremos en regresar a Cuba, mientras no hayan cambios significativos que nos permitan regresar”.
Antonio reconoció varias semejanzas entre Alzira y su Habana natal; el clima caluroso y húmedo, su estancia en otra isla, la Isla del Xúquer y su instalación en la avenida del empresario alzireño, Luis Suñer, al que ETA privó de libertad durante tres meses, “con su encierro reclamaban la impunidad en el ejercicio del poder”, explicó el disidente cubano que pretendía identificarse con el desaparecido industrial.
Sin embargo, Díaz Sánchez tiene muy claro que su estancia en la capital de la Ribera es provisional y que lo que le mueve a seguir luchando es su deseo de regresar a una Cuba tan libre y democrática como España.
Y la próxima visita de las diputadas socialistas Leire Pajín y Elena Valenciano a su país, anunciada para el 31 de agosto, ha despertado su interés porque, según el anuncio oficial, sólo dialogarán con miembros del Gobierno cubano y con dirigentes del partido comunista. De ahí que les haya mandado el siguiente aviso desde su apartamento de Alzira, “aceptarán las reglas del juego totalitario del Gobierno cubano si durante su próxima visita a La Habana ignoran la existencia de una oposición política en la isla”.
Y advirtió que si las dirigentes socialistas “no escuchan el parecer de la oposición, indiscutiblemente, nunca tendrán un criterio acertado sobre la situación política en la isla”.
Fue detenido en el año 2003 por reclamar un referéndum.
En la cárcel cubana perdió 13 kilos,
Este componente del grupo de los 75, encarcelados por Fidel Castro en marzo del año 2003, sugiere a las dos parlamentarias del PSOE que contacten con Reina Luisa Tamayo, madre de Orlando Zapata, fallecido recientemente en las cárceles cubanas tras una prolongada huelga de hambre. Y ello porque, según aseguró desde su exilio valenciano, “está siendo hostigada por turbas de iracundos fanáticos del régimen comunista que han llegado a la violencia física”. Por lo que este disidente considera que “sería interesante que en su condición de mujeres las diputadas socialistas se solidarizaran con Reina Luisa”.
Díaz Sánchez se integró en el año 1991 en el Movimiento Cristiano Liberación que surgió en la isla caribeña “con la intención de buscar los cambios por la vía pacífica y de movilizar al pueblo cubano para que reclame los cambios que Cuba necesita”.
Su detención se produjo hace 7 años por “reclamar un referéndum sobre cinco puntos fundamentales en la vida de un cubano”.
Sobre su larga estancia en las cárceles castristas resaltó que “siempre pensé sostenerme sobre la fe cristiana, por mi conciencia de estar injustamente en prisión y por el convencimiento de que todo en la vida es temporal y en ello incluyo el régimen de Castro”.
En la prisión, ubicada a 700 kilómetros de su domicilio, “sufrí tortura psicológica, perdí 13 kilos, padezco una colitis inespecífica crónica y, al igual que mis compañeros, arrastramos enfermedades psicosomáticas”. Su familia debía recorrer 1.400 kilómetros para verlo, cada cuatro meses, durante apenas 2 horas pero, además, sufría el acoso policial y “la intrusión en la vecindad para que los marginara”. El régimen de los Castro niega el acceso a cualquier tipo de empleo a los familiares de los presos políticos. Una de las víctimas de esta marginación es su sobrina que le acompaña en este exilio a tierras de la Ribera.
Acerca del papel mediador de la iglesia cubana en la liberación de los 52 presos, Díaz Sánchez especificó que las autoridades eclesiásticas de su país “sólo han mediado entre el Gobierno y las familias de los presos, pero no con la oposición”. De ahí que calificara de “poco transparente” el diálogo llevado a cabo en Cuba a este respecto.
Por el contrario, el recién exiliado reivindicó: “Queremos saber lo que está pasando y necesitamos saber las perspectivas de futuro”. Insistió en que los recientes discursos “agresivos” de los hermanos Castro pretenden “garantizar a los más radicales del régimen el mantenimiento del status quo, porque están decididos a no cambiar ni en la política ni en la economía, pese a la fuerte crisis que vive el país”.
El disidente cubano espera ansioso el comienzo de la campaña citrícola para conseguir uno de los numerosos puestos de trabajo que el cultivo de la naranja genera en la comarca de la Ribera.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Verás como en este caso no hay pancartas ni manifestaciones pidiendo la libertad y democracia en Cuba. Ahí es nada lo que estos exiliados reclaman. De exiliados aquí en España la gente sabe mucho, pero parece que sólo de un color político. Aquí Al revés. Aplausos al Gobierno Comunista Cubano y al Che Guevara (ambos asesinos directos de personas).
"(sic.) tan libre y democrática como España." JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!
Me parece muy mal !
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