Recuperar obras de arte
Por: Aureliano J. Lairón Pla - Crónica nº 115 leída por el propio autor
Archivo de audio con la crónica completa
Voz: Aureliano J. Lairón
“Alzira, ayer y hoy” es una colección de crónicas publicadas en su día en el periódico “Las Provincias” en las que Aureliano J. Lairón Pla, cronista oficial de la ciudad de Alzira y archivero municipal nos acerca a la gente, raíces, historia y costumbrismo de nuestro pueblo.
Si Lairón no hubiera tenido la inquietud y preocupación por recuperar ciertas historias y tradiciones, muchas de estas hubieran desaparecido poco a poco con la tradición oral.
Como bien dijo en su día la artista Elena Negueroles, “Leer, y en este caso escuchar, a Aureliano Lairón es lo más parecido a una larga y agradable sobremesa conversando con un amigo”.
Periódicamente, en el diario digital El Seis Doble, el propio autor irá desgranando esta Alzira de ayer y hoy.
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Nuestro bello y perfecto pueblo con sus labradores y de otros oficios de los trabajadores alzireños ha muerto con ellos. Todos eran una familia, reunidos en las calles y en los hogares, los valencianos no se distinguían, hoy nuestra Alzira convertida en una ciudad, las raíces de su naturaleza las han arrancado sin piedad, una ciudad convertida hoy llena de contaminación, y de seres andando por las calles como robots, la familia de ese cuadro pintado de alzireños valencianos sentados en las calles hablando y practicando, en un bello recuerdo en un museo ha quedado. Somos marionetas manipulados por la creación de los graves errores del ser humano, muchos de ellos han creado unos errores graves de intereses creados, que por ello ya no nos comportamos como humanos, sino como hojalatas de robots creados sin tenernos amor, y como desconocidos pasamos por su lado absorbido por máquinas sin saludarnos. En esas jaulas de rascacielos creados vivimos con los vecinos sin visitarnos, la familia de la unión de los alzireños del ayer se ha terminado, nuestro pueblo lo han destruido, destruyendo su naturaleza, vivimos en fincas obradas hechas, enjaulados en esas jaulas creadas como los pobres animales que dándoles el creador sus alas para que tengan libertad, muchos de ellos enjaulados en los hogares están, y como ellos nos han esclavizado, sacándonos de los pequeños humildes hogares y terminando de ser todos como familiares. Yo conocí de muy niña ese pueblo del ayer, y con gran nostalgia me hace llorar, por haberla convertida en una gran ciudad, hoy se asemeja a un cementerio silencioso en grandes tumbas, sin haber remedio de hacerla resucitar. ¿Mi pueblo de Alzira donde estas? desde dentro de mi corazón se oye una voz, ¡enterrada junto con los alzireños del ayer estoy! si Aureliano hermano bellos recuerdos que se han esfumado.
¡Triste está mi corazón, un lazo simbólico lleva negro de luto con mucho dolor!
¡Maya! simbólicamente en este planeta Tierra Rosa Maria de Dios siendo El sin ser yo
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