Los hechos afectan de manera sustancial al personal y a la calidad del servicio
Los representantes del Comité de CAPS en el Hospital de La Ribera en Alzira, (que atiende cocina central y las dos cafeterías, -la de personal del hospital y la que atiende al público-) denuncian la situación que padece dicho personal.
Los hechos se remontan al 2018, momento en el que todo el personal de cafeterías y cocina central estaban contratados con Mediterránea de Catering S.A . Fue en ese año, en el mes de junio, cuando se produjo la subrogación del personal de cocina central que pasó a CAPS, quedándose el personal de Cafeterías con Mediterránea de Catering S.A, por no haber salido en ese momento el pliego de cafeterías
Posteriormente, el 1 de agosto del 2018, se procedió a la subrogación del personal de las cafeterías a CAPS, pero sin haber salido en ningún momento el pliego de contratación. De este hecho el comité de empresa se enteró 3 días antes de salir la subrogación; cuestión que desde el mismo se ha denunciado en repetidas ocasiones.
Así, desde el Comité se denuncia que tras estos hechos y hasta el día de hoy se ha producido una reducción paulatina en el personal de cafeterías, sin que se haya reducido la carga de trabajo, que es la misma que había en su momento y para la que hacía falta todo el personal contratado inicialmente. Se ha pasado de 24 trabajadores a 15 trabajadores, en una situación en la que además las bajas quedan sin cubrir. Además de ello CAPS ha suprimido el turno de noche en la cafetería que atiende al personal de noche del hospital, trasladando a todos los médicos de guardia y al personal de enfermería del hospital a la cafería que atiende al público, dándose situaciones incomodas para el personal interno.
Además de ello, desde el Comité de Empresa de CAPS, se denuncia el hecho de que en la cafetería que ofrece atención al público se trabaja en precario, ya que se dan una serie de irregularidades como el que no funcionan correctamente ni el horno ni las freidoras; se tienen deficiencias en la limpieza, ¡En un local donde se trabaja con alimentos!; y se está trabajando con material obsoleto, ya que solo funciona un horno de bollería.
Con todo ello el personal tiene serias dificultades para servir los aproximadamente 400 bocadillos que salen al día además de los menús, entre 120 y 150 diarios. Estos hechos producen estrés entre el personal, que no llega a hacer su trabajo, y colas y grandes esperas por parte de los usuarios. Con lo que esta reducción del personal, además de afectar al mismo, repercute en el servicio que se da en las dos cafeterías del centro, que es deficiente, ya que no es posible atender en condiciones.
Vistos los hechos desde el Comité se elevaron por escrito a la gerencia del hospital y al área de economía de estas situaciones, solicitándoles entre otras cosas el pliego de contratación, que no se les ha sido ha sido facilitado, además de otras solicitudes que trasladaron en las actas dos y tres del comité y que tampoco han recibido respuesta.
Por todo ello el Comité de Empresa ha puesto una denuncia a Inspección de Trabajo para pedir toda la documentación que se les niega desde la empresa; además de solicitar una inspección por riesgos y la visita de un técnico del INVASSAT.
Esta es la primera vez que en 20 años se produce este tipo de problemática con el servicio de alimentación cocina y cafeterías, por lo que desde el Comité de Empresa se solicita respuesta y solución de manera inmediata a una situación que se considera insostenible.
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