La sonrisa, en muchas ocasiones, provoca problemas de autoestima si no resulta armónica, estética y saludable
La ortodoncia es la ciencia a través de la cual se usan determinados aparatos para alinear los dientes. Para ello, los odontólogos recurren a técnicas como la ortodoncia tradicional, con aparatos de metal, o la ortodoncia invisible Invisalign. Ambas cumplen la misma función, es decir, alinear los dientes. Tanto los clásicos brackets como los alineadores invisible son adecuados para corregir cualquier problema de malposición dentaria, pero el camino para llegar a esa ‘sonrisa perfecta’ no es el mismo.
Como hemos dicho anteriormente, el objetivo debe ser el mismo con cualquiera de las técnicas, siempre y cuando el profesional controle ambas. La ortodoncia clásica utiliza brackets metálicos o estéticos para lograr que los dientes se muevan. El bracket tiene además una serie de ranuras por las cuales se inserta un alambre en forma de arco.
Los brackets se adhieren al diente en una posición e inclinación concreta. Esta debe ser calculada por el profesional de manera muy cuidadosa ya que de ello dependerá el resultado. Estos serán los que trasmitan fuerza al arco para que este mueva los dientes.
A pesar de que el odontólogo determina la posición de cada bracket en función del movimiento que desea realizar no puede medir la magnitud de la fuerza a aplicar y, además, las fuerzas que provoca en unos determinados dientes pueden provocar movimientos no deseados en los dientes adyacentes.
A esto debemos sumar que es un tratamiento más incómodo y antiestético para el paciente. El aparato dental puede provocarle dolor, causarle úlceras y llagas en la boca al rozarse con la mucosa oral, desmineralización dental, lo que modifica la coloración del esmalte y su resistencia al ataque ácido de alimentos y bacterias, o incomodidad durante las comidas puesto que se acumulan restos de ella entre los aparatos. Además, la higiene dental es más complicada ya que, en muchos casos, se dificulta mucho la higiene y no consigue limpiar las zonas más inaccesibles.
Invisalign es una técnica de ortodoncia innovadora y vanguardista. Esta es la opción que escogen muchos pacientes movidos por el factor estético. Los aligners, o alineadores utilizados, son transparentes lo que hace que la gente no note que llevas ortodoncia. A pesar de que ese componente estético es uno de sus valores, Invisalign tiene otras particularidades técnicas que lo convierte en una opción con la que se consiguen unos mejores resultados de manera más sencilla y con menores molestias para el paciente.
El profesional certificado en la técnica usa un software informático, llamado Clincheck, para poder planificar por completo todo el tratamiento.
Es decir, que desde el primer momento tanto el odontólogo como el paciente sabrán cuánto tiempo va a durar el tratamiento y cuál será el resultado final.
La fuerza se ejerce en toda la superficie del diente y no en un punto concreto, lo que elimina una de las mayores problemáticas de la ortodoncia metálica tradicional, asegurando así que todos los dientes se alinearán correctamente sin tener riesgo de que por el movimiento de uno, otro se mueva hacia una mala posición.
Esto hace que sea una técnica más rápida y, sobre todo, más cómoda para el paciente. Además de ser prácticamente invisbles, los alineadores no causan apenas molestias y es se extraen para comer, lo que facilita la higiene posterior. Los aligners, además, no causan heridas ni llagas en el interior de la boca lo que hace que puedan utilizarse incluso para practicar deporte ya que actúa, incluso, como protector bucal.
La clave está en buscar un InvisalignProvider, es decir, que esté avalado por AlignTechnology. Venga a conocernos sin compromiso y le informaremos.
Más información sobre esta técnica de ortodoncia
innovadora en Mireia Clínica Dental
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