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Falta de limpieza en la sala de espera de urgencias del Hospital de La RiberaOpinión: JAGS
“No quiero pensar que los recortes presupuestarios están mermando la excelencia de nuestro servicio de salud”
Hace unos días tuve que realizar una visita al servicio de urgencias del Hospital de La Ribera y es que ya saben que los pequeños de la casa tienen esa fea costumbre de ponerse malos por las noches. Era la una y media de la madrugada y la sala de espera para pediatría ya estaba rozando el lleno absoluto, bien es cierto que algunos de los menores que allí se encontraban no estaban solo acompañados de sus padres, alguno llevaba el refuerzo de los sufridos abuelos.
En esa sala saturada la inmensa mayoría de los pacientes mostraban los mismos síntomas: fiebre, mocos, tos y señales evidentes de deshidratación producida por las diarreas y continuos vómitos, como hacían constar los papás en el proceso triaje.
A pesar del importante volumen de enfermos que se podía ver en toda el área de urgencias, lo cierto es que la atención en la admisión y el proceso de triaje iba a buen ritmo y las llamadas por megafonía para acudir a las distintas consultas eran un goteo continuo.
Lo que me llamó poderosamente la atención de esa “noche en urgencias” fue la falta de limpieza de las instalaciones, a la que algunos usuarios incívicos contribuían olvidando que para los envases de productos de las máquinas expendedoras existen papeleras en todas las instalaciones hospitalarias, pero también es cierto que el servicio de limpieza tan solo vaciaba las papeleras y pasaba la mopa, cosa que a mi entender no es suficiente en unas instalaciones donde los signos de vómitos en el suelo eran evidentes y el olor en algunos lugares nauseabundo. A esa deficiencia en la limpieza deberíamos añadir también la falta de recursos materiales, como pueden ser los recipientes de cartón para la recogida durante de los continuos vómitos de nuestros pequeños que a las dos de la mañana estaban agotados.
Quiero pensar que todo esto ha sido una casualidad. Quiero pensar que esa noche fue una excepción. Y no quiero pensar que los recortes presupuestarios están mermando la excelencia de nuestro servicio de salud. No quiero pensar que las palabras hace unos días de la consellera de Sanitat, Carmen Montón, asegurando que la concesión del Hospital de La Ribera de Alzira, que expira en marzo de 2018, no se va a renovar, afecte a los recursos humanos y materiales de este centro. No quiero creer que este es uno de esos casos en los que debemos aplicar el dicho “piensa mal y acertarás”.
Y finalizo dejando bien claro que no debemos cargar contra los profesionales que nos atienden cuando acudimos a un centro sanitario, que ellos no son quienes hacen los presupuestos, ni realizan las contrataciones de personal.
En la sanidad debería estar prohibido dar un paso atrás.
El Seis Doble no corrige los escritos que recibe. La reproducción de este texto es literal; fiel a las palabras, redacción, ortografía y sentido del autor/es.
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Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
En mi opinión, como en todas partes, sobran personas que ensucien; es decir, personas que voluntariamente olvidan las botellas de agua vacía o latas de refrescos en cualquier parte de cualquier edicicio o en la calle. Lo educado y lo correcto es utilizar las papeleras y esa es una asignatura pendiente que tienen muchas buenas personas. A la vista del diccionario RAE, tenemos: La papelera es el recipiente que se utiliza para arrojar los papeles que no sirven y otros desperdicios. Este objeto, que puede encontrarse en espacios cerrados (como una oficina, hospital o una casa) y abiertos (una plaza, una calle, un parque), también se conoce como cesto o tacho de basura. Por tanto, la idea es que las personas puedan hallar la papelera con facilidad para que no tiren los papeles en el suelo o dejen los desperdicios en las ventanas.
Por último, quiero agradecer y quiero reconocer el trabajo de todas las personas que diariamente limpiando cada rincón del edificio que llamamos HOSPITAL, nos hacen, con su cuidado trabajo, la vida más agradable y digna a todos. Por supuesto, agradecer a las personas que tienen que visitar o ir de urgencias al HOSPITAL el uso de las papeleras y el sentido de responsabilidad al caminar por los pasillos sin levantar la voz y respetando el descanso y recuperación de todos los enfermos.
Paso todos los dias por el camino de la perrera y el tramo del mismo que linda con el hospital no puede estar mas sucio, hay de todo y acumulado de varios meses. ¿Que los servicios de limpieza no actuan alli ?.
Hay un monton de gente que pasa andando por alli para ir a urgencias, Hago una llamada al responsable municipal para que se de una vuelta por alli y envie a quien corresponda.
Y no hablamos del estado lamentable de dicho camino, por el cual circulan cientos de coches, de pena, y con mucho peligro.
A ver si con este nuevo Ayuntamiento notamos los cambios.
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