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El restaurante Camí Vell de Alzira cumple 25 años
Antonio López emprende en 1.984 el proyecto hostelero Camí Vell. Hoy, 25 años después, con sus hijos Antonio e Iván, el relevo generacional queda asegurado
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El restaurante Camí Vell de nuestra ciudad ha celebrado esta semana pasada su 25 aniversario. Y lo ha hecho invitando a un catering a todos sus amigos y clientes en una reunión social que se llevó a cabo en el mismo restaurante el pasado lunes, 16 de noviembre. El local se vio desbordado por la gran afluencia de público en general, que pudo degustar unas elaboraciones culinarias de selección muy propias de la casa. Asistieron también la alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas; el alcalde de Algemesí, Vicent R. García Mont; el párroco de la iglesia de la Encarnación, José Antonio Todolí, que ofició un acto de bendición de las instalaciones; autoridades municipales actuales y de otras épocas; así como personalidades del mundo empresarial, gastronómico, social, cultural…
Desde 1984, Antonio López, ha ido afianzando con el tiempo una cocina un tanto particular y especializada que toma hoy en día carácter de “autor” con la aportación técnica de sus hijos, Toni e Iván. El resultado, una manera de entender la hostelería enfocada a la parte más entrañable de la gastronomía, que no es otra que la creatividad y el logro de una “cosecha propia” que sorprenda por su condición poco habitual y por los toques maestros originales y personales.
El restaurante Camí Vell está ubicado en la calle Colón de Alzira, en una antigua casa restaurada y habilitada para la actividad hostelera de este negocio familiar que hoy cumple 25 años y que ve, para satisfacción de Antonio López, una larga continuidad con la implicación de sus hijos.
Al día siguiente de la conmemoración, iniciada la tarde, después de atender a los últimos clientes, tuve la satisfacción de mantener una charla reposada con estos tres profesionales vivamente dominados por la pasión culinaria. No teníamos prisa, no era el momento de tenerla… La tranquilidad del restaurante vacío, el entorno y un buen café eran ingredientes perfectos para rememorar 25 años de profesión.
No es frecuente que un restaurante cumpla 25 años de vida.
Antonio (hijo): La verdad es que no. Y nosotros lo hemos querido celebrar con una fiesta especial para disfrutar de la compañía de nuestros clientes y, así, darles las gracias por su fidelidad. Siempre han venido a nuestra casa a deleitarse con nuestro trabajo; era justo que, por lo menos un día, nosotros gozáramos de ellos.
Antonio (padre): Vamos a recordar siempre este día, es una satisfacción muy grande, es como recoger un premio a la dedicación a este oficio.
Antonio, sigamos hablando de años… ¿Cuántos tienes y desde cuándo en la hostelería?
Antonio (padre): -Se ríe- Tengo 58 años y estoy en el negocio de la hostelería desde los 16; es decir, 42 años y ¡los que quedan!
Hoy tienes a tus dos hijos en la casa. ¿En qué pensarías en el caso de que hubieran tomado otros caminos profesionales?
Antonio (padre): En jubilarme lo antes posible, lo tengo claro. No tendría la ilusión que tengo ni las ganas de seguir adelante bastantes años más. Me considero un afortunado por tenerlos a mi lado.
¿Recuerdas aquel lejano primer día del Camí Vell?
Antonio (padre): Pues fue muy similar al del lunes pasado, ya que organizamos también una fiesta, en este caso de inauguración. Fue un 15 de noviembre de 1.984.
Aquel Camí Vell nada tenía que ver con el actual, ¿no es así?
Antonio (padre): Efectivamente, pues se trataba de un bar tipo bocatería o “sandwichería”. Nos ubicamos aquí para aprovechar que teníamos enfrente la oficina del paro. Abríamos a las 7 de la mañana y empezábamos la jornada con los cafés y desayunos, luego los almuerzos y alguna comida al mediodía. Una de nuestras especialidades eran las tapas, hacíamos muchas. Como ves, muy diferente a la actualidad.
El local, exquisitamente decorado desde la última reforma, también habrá cambiado.
Antonio (padre): Sí, pero siempre he querido que tuviera un ambiente diferente y agradable aunque fuera un bar. Insistí mucho a mi socio de entonces en respetar las vigas de madera de casa antigua que tenía; nunca quise un bar de acero inoxidable y aluminio.
Tengo entendido que antes de convertirte en empresario, trabajaste en varios locales de la ciudad.
Antonio (padre): Sí, tengo mis aventuras profesionales repartidas entre el Pavoni, el Cocodrilo, la cafetería Vicente y La Guitarra, en donde fui encargado desde 1.975 hasta 1.980. Después, continúe trabajando de comercial en una empresa de cajas registradoras hasta 1.984, año en el que me hice cargo del Camí Vell, hasta hoy.
Desde siempre se os ha conocido como Tasca Camí Vell.
Antonio (padre): Sí, fue nuestro nombre originario hasta dos años después de tener la licencia de restaurante. Ahora bien, han sido tantos años lo de “Tasca”, que hoy mucha gente sigue llamándonos así.
¿Y lo de Camí Vell?
Antonio (padre): Surgió de una elección entre muchos nombres que teníamos apuntados en la misma pared, antes de iniciar las obras de la primera reforma que convertiría la antigua casa en local. Nombre que se nos ocurría, nombre que apuntábamos en el yeso del muro. Como curiosidad te diré que detrás de esos cristales -señalando unos de ellos que hay en la zona de barra- , anotados en la pared, siguen aquellos nombres. Al final, lo de Camí Vell fue por recordar el antiguo nombre de esta calle (Camí Vell de Xàtiva) antes de denominarse Colón.
"Si no tuviera a mis hijos en la casa,
estaría pensando en jubilarme lo antes posible"
Iván, ¿cuándo os incorporáis de pleno los hijos al negocio de vuestro padre?
Iván: Prácticamente, de una manera ya intensa, mi hermano y yo tomamos parte del negocio hace tres años; aunque, tanto de uno como de otro, hay toda una historia anterior. De pequeños, te hablo con 14-15 años, ya andábamos por aquí cuando podíamos “manoseando” y luego, cada uno por caminos distintos, estudiamos y nos formamos en cocina en varios lugares de España. Yo, a los 16 años, empecé Administrativo (FP), aunque, al final, me decanté por lo que realmente era lo mío: la cocina. Y ahí fue donde empecé un ciclo formativo en Cullera que me permitió aprender las técnicas de lo que sería después mi profesión. Acabé el ciclo de cocina con 18 años.
Y ¿cuándo empezaste a trabajar?
Iván: En Valencia, que fue donde hice las prácticas que requerían los estudios. Recuerdo que nada más acabarlas, el dueño de ese restaurante me contrató de inmediato; fue acabar un día las prácticas y al siguiente trabajar. Supuso para mí la realización que andaba buscando y con un objetivo principal: continuar aprendiendo. La formación era lo que me interesaba, no la remuneración por mi trabajo. Nunca, y mi hermano Toni tampoco, hemos preguntado allá donde hemos estado qué nos iban a pagar. La valoración profesional, en todos sus aspectos, estaba por encima de lo monetario. Así mismo, antes de venir a Camí Vell, estuve en varios restaurantes de cierto nivel en Valencia, Menorca y Málaga adquiriendo oficio.
¿Y tú, Toni?
Antonio (hijo): De pequeño, como te ha dicho Iván, por aquí haciendo cositas cuando acababa el colegio. En lo referente a los estudios, a diferencia de mi hermano, yo aún estudié un plan antiguo que había entonces de Formación Profesional que estaba relacionado con la hostelería y la cocina. Para realizar este ciclo me fui a Castellón, con tan solo 14 años. Mis padres me llevaban los domingos por la tarde y yo me quedaba allí toda la semana estudiando. Al acabar, con 19 años, me puse a trabajar en Ca Sento, un prestigioso restaurante en Valencia. Allí empecé a darme cuenta lo que era la cocina moderna y del por qué de las cosas, técnicamente hablando. Luego trabajé un verano en el restaurante “Es molí de foc” de Menorca, donde también ha estado mi hermano. De ahí, me fui a Andorra, al restaurante L’Excellence, un “celler” o bodega de vinos con elaboraciones muy selectas pensadas para acompañar esos vinos. Por último, antes de venir a Camí Vell, estuve ocho meses en Inglaterra, en un hotel, como jefe de desayunos; una doble experiencia profesional y personal, pues fui con mi pareja y con la intención de perfeccionar el inglés.
“Nuestro padre es el árbol, la madera de este negocio familiar…
Un buen artista, aunque ponga sus manos y su sentimiento,
no podría tallar una obra sin una buena madera”
¿Qué diferencia hay entre un profesional “de escuela” y otro que ha aprendido sólo con la experiencia?
Antonio (padre): A pesar de que siempre me he preocupado por aprender, sobre todo como sumiller, una faceta que me apasiona, resumiría la contestación a tu pregunta exponiendo que mis hijos, debido a los estudios específicos de hostelería y cocina, tienen una experiencia más corta, pero una sabiduría más larga.
¿Has aprendido de ellos?
Antonio (padre): Por supuesto. De cualquier persona que sale formada de una escuela de hostelería puedes aprender siempre sobre la manera de poner una mesa, cómo desespinar un pescado delante de un comensal, trinchar una carne…
Y vosotros, ¿habéis aprendido de vuestro padre?
Iván: Mucho. Yo creo que nuestro padre es el árbol, la madera de este negocio familiar… Un buen artista, aunque ponga sus manos y su sentimiento, no podría tallar una obra sin una buena madera -su hermano asiente con la cabeza-.
Hermosa la apreciación ¿no?
Antonio (padre): Vaya que sí -su cara expresa una intensa emoción, a pesar de la corta respuesta-.
¿Cuál es la tipología de cliente de Camí Vell?
Antonio (padre): Debido a la calidad del producto que trabajamos, nuestra cocina está un tanto orientada al cliente de nivel medio-alto. No obstante, a nuestra casa llegan clientes de todo tipo, especialmente gente del mundo empresarial.
Durante 25 años habrán pasado multitud de clientes por el restaurante. Nos podrías recordar algunos más populares o famosos.
Antonio (padre): Sí, han sido bastantes y de diversos ámbitos. Se me van a olvidar algunos; pero recuerdo del mundo del deporte a David Albelda, Andrés Palop, Fernando Alonso, Marc Gené, Antonio García, Ángel Nieto, Gelete, Emilio Alzamora, Adrián Campos, Aspar... También han pasado artistas como Dova, Charo Reina, Blanca Marsillach, el Gaitero Mayor de Escocia… Cargos políticos como un alcalde de una provincia de China, Ricardo Costa, muchos alcaldes de la comarca… Del mundo cultural también nos ha visitado mucha gente, el director del Museo de Arte Moderno de Munich… En fin, muchos famosos, la verdad es que 25 años han dado mucho para que hayamos podido recibir a bastantes personajes.
Pregunta obligada: la crisis. ¿Lo ha notado mucho el sector de la hostelería?
Antonio (padre): Sí que se ha notado. Como en todos los sectores, al vivirse recientemente una época de “auge”, parece que se sufra con más intensidad los momentos críticos que estamos pasando todos.
No quisiera irme de aquí sin que me recomendarais una comida completa. Dejo a vuestra elección una sola sugerencia por plato de la extensa carta que tiene Camí Vell.
Antonio (hijo): Te ofreceríamos uno de nuestros mejores entrantes: el jamón. Así mismo, lo acompañaríamos con una degustación de foie elaborada por nosotros y algo de marisco fresco que solemos traer a diario de Cullera, Gandía o Denia. ¿Vamos bien?
La verdad, no está mal. Doy fe, sobre todo, del exquisito jamón que soléis ofrecer. Pasemos al plato principal.
Iván: Tienes que probar una panceta especial que elaboramos con un toque de la casa, la típica “cansalà magreta” tan nuestra. Es un plato muy trabajado. Primero la cocemos durante 16 horas a temperatura muy baja; luego la marcamos a la plancha al punto para que quede crujiente por fuera y tierna por dentro. Está muy desgrasada y no se hace en ningún momento pesada, como podría entenderse este producto en el caso de estar cocinado sin cuidado. La acompañaríamos con una guarnición compuesta por un puré de zanahoria con un trinchado de patatas y col lombarda.
¿Y de postre?
Antonio (padre): Uno de nuestros postres más exquisitos es el Coulant de Chocolate. Al cliente que le gusta el chocolate, cuando lo prueba, lo tiene como unos de sus más ricos postres.
¿En qué consiste ese Coulant de Chocolate?
Antonio (hijo): Es una masa tipo magdalena rellena de chocolate líquido. Se sirve caliente; el éxito radica en la temperatura y se prepara justo antes de comerlo. Es ideal acompañarlo con una pequeña porción de helado refrescante elaborado con té de roca o eucalipto.
No vayamos a olvidar la bebida. ¿Con qué “regamos” esta extraordinaria comida que me habéis sugerido?
Antonio (padre): En Camí Vell disponemos de muchas variedades de vinos tintos y blancos, pero tenemos una especial predilección por una bodega de Moixent, “Casa Gran”. Para los entrantes te recomendaría un blanco suyo llamado “Reposo”. Para la carne, el “Falcata Arenal”, un tinto extraordinario de “Casa Gran”. Para el postre, nada mejor que un “Moscatel de La Marina” de la bodega Enrique Mendoza de Alfàs del Pi. Remataríamos con un buen café y un “limonchello” nuestro.
Ha sido un placer esta charla, vuestra propuesta gastronómica y haberos acompañado en esta fecha tan entrañable. Gracias familia.
Ramón Alfil
Comentarios de nuestros usuarios a esta noticia
Restauració de qualitat, que més es pot dir?
Enhorabona pels primers 25 anys.
Nunca he tenido el gusto de ir, pero parece genial. Seguro que me acercaré en alguna ocasión, me ha transmitido buenas sensaciones.
Animo y que esteis mucho mas tiempo triunfando en la vida.
Alex i Toni de L´Aixeta queremos felicitar a Antonio y su familia por estos primeros 25 años dedicados al buen hacer y el esmero por ofrecer siempre la mejor calidad y un servicio inigualable. Se han ganado a pulso el reconocimiento general gracias a la conjunción de la tradición y la innovación fruto de la investigación que les ha llevado a mostrarse tal y como son hoy. Nosotros pudimos entrevistarlos para una serie de programas de radio culinarios producidos por Alzira Ràdio y nos quedamos con un grato sabor ya que pudimos ver que viven su trabajo al 100% con una dedicación admirable, en aquellos momentos se estaban realizando las obras del nuevo comedor y grandísima cocina y nos subimos al piso alto para la entrevista, nos trataron de categoría y vimos lo que és pasión por ofrecer lo bueno. Un fuerte saludo de L´ Aixeta y una recomendación para los gourmettes en 4 palabras: No se lo pierdan.
El mayor halago que puedo hacer de la Tasca Camí Vell es que cada vez que tengo el placer de visitarles siempre hay alguna novedad gastronómica que probar. Sabemos que la monotonía pone fin a muchas relaciones, pues bien en la gastronomía sucede lo mismo. Por suerte la familia López no ha caido en ese gran error como otros restauradores. Siempre hay algo nuevo que probar, destacaría la sección de los postres, que habitualmente es la "cenicienta" en muchos menús. Este no es el caso, Toni e Ivan experimentan continuamente para el goce del paladar de los comensales.
En definitiva, una muy buena propuesta cuando uno quiere quedar bien con algún amigo que visite la ciudad, además de la buena comida, disfrutarán de un trato exquisito. Larga vida a la Tasca Cami Vell!! Espero que celebren el 50º aniversario con igual éxito (y yo que lo vea!!).
Yo estuve la pasada Navidad, fui muy bien atendido, me gusto y sobre todo perque yo soc oriundo del Cami Vell, precisament y eixa casa la coneixia ve de chicotet.
Felicitats desde Torreo Mexic. Enhorabona
La verdad es que aquí se come bien. Enhorabona a Toni i als seus fills.
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