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EL SEIS DOBLE
sábado, 18 de abril de 2015
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Hoy tendrán lugar en Alzira las XXIII Jornadas de Exaltación del Tambor y del BomboA partir de las 10:00 horas darán comienzo los actos
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Ocio en Alzira : Actos, espectáculos y actividades,
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Un vecino de a pie - 18/04/2015
De nuevo, con lo que algunos llaman la “Exaltación del Tambor y del Bombo”, la ciudad de Alzira se ve sometida a un tormento de ruido totalmente ajeno a su tradición y costumbres.
Es comprensible que haya gente a la que le guste tocar el tambor, el bombo, o lo que sea, en definitiva, que sientan placer haciendo ruido, pero creo que de igual forma, alguna autoridad local debería entender, que a muchos ciudadanos nos gusta mucho más la tranquilidad y el silencio, que los ruidos emitidos de forma continuada durante 24 horas.
Hay ordenanzas municipales y estatales que limitan la contaminación acústica y prohíben los ruidos a partir de ciertos decibelios y horarios, pero como España es “diferente” y así nos va, las normas se hacen para incumplirlas, pues cumplirlas o hacerlas cumplir no tendría ninguna gracia.
Y no es que no me guste el ruido, pero ruido con sentido, como el de una buena mascletá o los tambores del desfile de semana Santa, porque en estos casos, el ruido se convierte en música.
Pero que se junte una serie de gente, para después de beber lo suyo, atormente durante 24 horas a toda una ciudad con ruidos inconexos, no tiene ni sentido, ni justificación y no responde a ninguna tradición local.
Hacer compatible estas dos posturas, es una obligación de las autoridades locales, que erróneamente ven como un acto cultural, lo que muchos ciudadanos calificamos como ruido innecesario y molesto.
Y la solución es muy sencilla, que la tamborrada o lo que realmente sea, se celebre en el recinto ferial de Tulell, o en la explanada de la Virgen del Lluch, o si se necesita más espacio, en la marjal de Cullera.
Con esta sencilla solución, todo el mundo contento, unos con el ruido y otros sin él.
Pero claro, alguna gente muy inteligente y preclara dirá que esto no puede ser, pues no tendría gracia, porque el verdadero acto “kultural” consiste en meterle hasta donde les quepa a sus convecinos, todo el ruido que puedan hacer durante 24 horas.
Y si este ruido lo hacen en espacios pequeños, pues mucho mejor, porque así los decibelios les entrarán hasta las entrañas a los pobres vecinos como los de la plaza del Carbón..
“Y si no lo pueden soportar, pues que se vayan de la ciudad”.
“Y si hay algún enfermo o algún bebe, o simplemente alguien que no se la pueda pirar de Alzira, pues que se j………..”
Marcharnos de Alzira es lo que venimos haciendo muchos vecinos desde que se ha implantado este sin sentido del ruido, como producto de una mezcla de adrenalina y alcohol.
Y si no se lo creen lo de la mezcla, no tienen más que ir esta tarde a partir de las 21 h a la plaza del Carbón y comprobarán ustedes mismos en qué consiste este acto “kultural”, y si no pueden ir, solamente tienen que recordar a que se dedicaron los que vinieron a Alzira a celebrar la tamborrada nacional, de tan nefasto recuerdo.
A algunos bares aún les quedan cientos de bocadillos que no vendieron a los miles y miles de turistas que según el Ayuntamiento vendrían a ver tan noble y espectacular evento.
Estimada Dña. Elena o quien venga detrás, así no se hace ciudad.
Esta actividad, junto con muchas otras sin sentido, ha sumido a nuestra querida Alzira en la más absoluta decadencia, tanto en el ámbito social como en el económico.
No solo es que no hay modelo de ciudad, es que no se sabe esto que significa, que es peor.
A ver si la próxima corporación tiene mejor criterio y facilita la convivencia entre vecinos, poniendo a cada uno en su sitio.
De nuevo, con lo que algunos llaman la “Exaltación del Tambor y del Bombo”, la ciudad de Alzira se ve sometida a un tormento de ruido totalmente ajeno a su tradición y costumbres.
Es comprensible que haya gente a la que le guste tocar el tambor, el bombo, o lo que sea, en definitiva, que sientan placer haciendo ruido, pero creo que de igual forma, alguna autoridad local debería entender, que a muchos ciudadanos nos gusta mucho más la tranquilidad y el silencio, que los ruidos emitidos de forma continuada durante 24 horas.
Hay ordenanzas municipales y estatales que limitan la contaminación acústica y prohíben los ruidos a partir de ciertos decibelios y horarios, pero como España es “diferente” y así nos va, las normas se hacen para incumplirlas, pues cumplirlas o hacerlas cumplir no tendría ninguna gracia.
Y no es que no me guste el ruido, pero ruido con sentido, como el de una buena mascletá o los tambores del desfile de semana Santa, porque en estos casos, el ruido se convierte en música.
Pero que se junte una serie de gente, para después de beber lo suyo, atormente durante 24 horas a toda una ciudad con ruidos inconexos, no tiene ni sentido, ni justificación y no responde a ninguna tradición local.
Hacer compatible estas dos posturas, es una obligación de las autoridades locales, que erróneamente ven como un acto cultural, lo que muchos ciudadanos calificamos como ruido innecesario y molesto.
Y la solución es muy sencilla, que la tamborrada o lo que realmente sea, se celebre en el recinto ferial de Tulell, o en la explanada de la Virgen del Lluch, o si se necesita más espacio, en la marjal de Cullera.
Con esta sencilla solución, todo el mundo contento, unos con el ruido y otros sin él.
Pero claro, alguna gente muy inteligente y preclara dirá que esto no puede ser, pues no tendría gracia, porque el verdadero acto “kultural” consiste en meterle hasta donde les quepa a sus convecinos, todo el ruido que puedan hacer durante 24 horas.
Y si este ruido lo hacen en espacios pequeños, pues mucho mejor, porque así los decibelios les entrarán hasta las entrañas a los pobres vecinos como los de la plaza del Carbón..
“Y si no lo pueden soportar, pues que se vayan de la ciudad”.
“Y si hay algún enfermo o algún bebe, o simplemente alguien que no se la pueda pirar de Alzira, pues que se j………..”
Marcharnos de Alzira es lo que venimos haciendo muchos vecinos desde que se ha implantado este sin sentido del ruido, como producto de una mezcla de adrenalina y alcohol.
Y si no se lo creen lo de la mezcla, no tienen más que ir esta tarde a partir de las 21 h a la plaza del Carbón y comprobarán ustedes mismos en qué consiste este acto “kultural”, y si no pueden ir, solamente tienen que recordar a que se dedicaron los que vinieron a Alzira a celebrar la tamborrada nacional, de tan nefasto recuerdo.
A algunos bares aún les quedan cientos de bocadillos que no vendieron a los miles y miles de turistas que según el Ayuntamiento vendrían a ver tan noble y espectacular evento.
Estimada Dña. Elena o quien venga detrás, así no se hace ciudad.
Esta actividad, junto con muchas otras sin sentido, ha sumido a nuestra querida Alzira en la más absoluta decadencia, tanto en el ámbito social como en el económico.
No solo es que no hay modelo de ciudad, es que no se sabe esto que significa, que es peor.
A ver si la próxima corporación tiene mejor criterio y facilita la convivencia entre vecinos, poniendo a cada uno en su sitio.
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